México: Narcotráfico e incentivos. Una pregunta



Con la intensificación de la famosa guerra contra el narco puede ocurrir que se incrementen los incentivos monetarios para incurrir en las prácticas de esta forma de crimen organizado. En otras palabras, se puede defender el punto de que la guerra contra el narco tiene la consecuencia imprevista de no reducir sino de incrementar las ganancias potenciales del negocio y con ello provocar un aumento de la actividad. ¿La guerra contra el narco lo puede estar haciendo más fuerte y poderoso?

El argumento iría de la siguiente forma: Las acciones de seguridad (redadas, retenes, decomisos, capturas, etc.) hacen que las acciones cotidianas de siembra, producción y distribución sean más riesgosas, lo que puede provocar un aumento de los costos intermedios y de los precios finales (incluyendo a nivel de calle). Los cárteles, supuestamanete, estarían dispuestos a ofrecer mejores pagas a los mandos medios y bajos para llevar a cabo las operaciones sustantivas. Otra manera de "incentivar" el cumplimiento de dichas operaciones es, simplemente, el terror.

El mecanismo de retroalimentación funciona porque los riesgos no se comparten de igual forma en todas las etapas de producción. A manera de ilustrar, consideremos el caso en el que el proceso de producción primaria (por ejemplo, la siembra) no sea tan riesgosa (como puede ser el caso en un país de orografía complicada como el nuestro, por lo que resulta difícil detectar las narco-hectáreas). Supongamos que la acción policial cada vez decomisa más en las etapas secundarias de producción y en las de distribución. Así, dada un nivel de producción, menos producto final llega al consumidor final, elevando los precios (elevándolos mucho si la elasticidad de la demanda es muy baja, como parece ser el caso). Desde el punto de vista de los productores primarios los incentivos crecen: la siembra se convierte en una lotería cuyo rendimiento esperado sube, por lo que elevan la producción primaria y por lo que están dispuestos a trasladar un poco de esos beneficios a crear incentivos para participar en las etapas secundarias (es decir, a pagar recompensas más altas en la distribución). Así, en lugar de reducir la oferta los decomisos de droga la pueden incrementar al tiempo de elevar el ingreso esperado de cada kilo de droga entregado con éxito al consumidor final.

Y mientras el narcotráfico cuenta con un presupuesto creciente para mejorar los incentivos y absorber mano de obra de un acervo de población desempleada y cada vez dispuesta a arriesgar un poco más, el estado puede no tener presupuesto para resarcir los costos humanos ofreciendo mejores incentivos para participar en las labores policiacas. Mientras se puede dar el caso de que para el narco toda este asunto de la guerra mejore el negocio y lo fortalezca, para el estado representa cada vez mas costos que no se podran mantener indefinidamente...

Sobre la ley de establecimientos mercantiles...


Fuente: Captura de Milenio Televisión.

Todo esto me parece un error.

1. Este tipo de reglamentaciones no se suelen seguir en la Ciudad de México. No se trata nada más de una suerte de cultura de la insubordinación respecto a la normatividad, sino de la poca capacidad de la autoridad por hacer valer su cumplimiento. ¿Cómo le van a hacer para asegurarse que los lugares cierren a las 3 am? ¿Con qué fuerza de supervisores?

2. Me parece que la reglamentación impone comportamientos a la gente. Alguien piensa que las 2.30am es buena hora para dejar de tomar en bares y antros, y que 3am es buena hora para irse a casa. Qué bueno! Pero que no imponga a todo el mundo sus decisiones. Si se trata de disminuir "la peligrosidad" de las calles en la madrugada, hay muchos (y mejores) programas, como el del conductor designado, y que realmente se propague la cultura de no tomar y manejar. Eso tiene mejores impactos, a la par que deja que la gente decida cuándo es bueno terminar o no un reventón... Parece, sin más, policía moral.

3. ¿En qué terminará el asunto? Pues que muchos bares y antros no cerrarán a las 3am, ni dejarán de vender alcohol a las 2.30 am. Se escudarán en la baja capacidad de las autoridades para hacer ver la reglamentación. También se crea un pretexto nuevo para extorsión y mordida. Las delegaciones tendrán aquí motivos para la mordida y demás.


Con todo, esta reglamentación es un error que va en contra de la libertad individual y colectiva. Es un error de concepción de la labor pública, y (sobre todo) un error fatal de una administración y Asamblea que se piensan "de izquierda".

Aquí la nota por Milenio.


Aquí algunas características de la ley (dale click para agrandar):

Fuente: Milenio Diario en línea

Los principios de economía de Mankiw...en animación!!

De la bitácora de Mankiw. Excelente video.

"This is what happens when a Harvard student takes Ec 10 and an animation class in the same semester."

...y ya empiezan las desilusiones con Obama...

Pero no hay que sorprenderse...

En esta bitácora habíamos criticado antes el respaldo que La Jornada había dado a Obama. Allí comentamos las críticas que el ahora Nobel Krugman había hecho a la campaña del de Illinois apoyando a H. Clinton. Pues no sé qué esperaban, pero ahora comienzan las "desilusiones"...

Aquí el corresponsal David Brooks de La Jornada.


Aquí Michael Hudson, desde la revista Sin Permiso.


¿Qué es lo que esperaba la gente realmente? ¿A poco compraron acríticamente el "change" y el "yes, we can"? Como sea, a continuación tres buenas opiniones sobre el equipo económico de Obama. Se incluyen las de dos economistas que, a pesar de que se llevan bien, están lejanos uno del otro en cuanto posiciones políticas...

Aquí, The Economist se emociona con el nuevo equipo.

Aquí, Greg Mankiw aprueba el nuevo equipo.

Aquí, Paul Krugman hace lo mismo.

(Aquí le reprocha duro Mankiw a Krugman haberlo puesto por eliminación al lado de los "piratas" económicos)

( Aquí le contesta Krugman diciendo que no estaba pensando en él, y que siguen siendo amigos...)

Autonomía y Universidad...

A casi 10 años de la huelga estudiantil del CGH de la UNAM, los de la de Barcelona se han ido a huelga oponiéndose al proceso Bolonia, como se conoce el Espacio Europeo de Enseñanza superior. Aquí la nota de El País.


Fuente: El País.

A continuación se reproduce un texto que Antoni Domènech leyó a petición de los estudiantes de Económicas y que ahora se encuentra colgado en Sin Permiso.

La autonomía universitaria y sus enemigos
Antoni Domènech · · · · ·

30/11/08


Reproducimos a continuación el texto de una charla de Antoni Domènech para los estudiantes en huelga de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Barcelona el pasado jueves, 27 de noviembre.

Si esta huelga estudiantil ha de ser efectivamente activa, una de las cosas que podemos hacer hoy, en vez de suspender cómodamente la clase e irse cada quién por su lado, es reflexionar juntos sobre la actual situación de la universidad pública europea. Lo haré, según me habéis propuesto, desde un punto de vista filosófico-político, es decir, de manera congrua con la asignatura de segundo ciclo en la que estáis matriculados ["Filosofía y metodología de las Ciencias Sociales"].

Como en tantas cosas de la vida y de la discusión política actual, también en materia de política universitaria se observa un regreso a posiciones que, no hace tanto, se creían superadas para siempre después del final de la II Guerra Mundial y de la victoria política y militar de las fuerzas de la democracia sobre las fuerzas de la reacción, el oscurantismo y el fascismo.

El 2 de agosto de 1932, en plena discusión parlamentaria sobre la concesión de autonomía a nuestra Universidad, la de Barcelona, José María Gil Robles, el conspirador monárquico y líder de la extrema derecha católica en las Cortes republicanas, se expresaba así sobre su ideal de "autonomía universitaria":

"Yo pediría la autonomía no para la Universidad de Barcelona, que me parecería muy poco, sino para todas las Universidades españolas; una libertad de movimientos, una autonomía docente, pedagógica, administrativa, que no solamente sirviera para que se desplegaran ampliamente las actividades universitarias, sino para que la sociedad, y aquí está, señores, lo interesante, le prestara a la Universidad el calor, el apoyo y la asistencia que hoy le niega, porque no llega a las entrañas ni al corazón del pueblo. A esto es a lo que aspiramos nosotros para la Universidad: la creación de Universidades que puedan competir con las del Estado; yo defiendo este principio, a pesar de que soy catedrático universitario y perteneciente a un escalafón del Estado." (1)

Para Gil Robles, pues, una genuina autonomía universitaria pasaba por poner la enseñanza superior al servicio de los intereses –y los negocios— privados de la "sociedad" (la tontita retórica actual de la "sociedad civil" aún no estaba en boga). "Autonomía" significaba, pues, para Gil Robles, independencia respecto del interés público tutelado u organizado por el Estado republicano, y al revés, sumisión de la vida universitaria al juego de intereses particulares, desigualmente organizados, de la "sociedad". Y también, claro es: recuperación por parte de la Iglesia católica de las competencias que le habían sido arrebatadas por el Estado republicano; asalto en toda regla a la promesa de laicidad universalista de la II República española.

Unos meses después del discurso parlamentario de Gil Robles, y en la Alemania inmediatamente posterior a la investidura de Hitler como canciller, Martin Heidegger pronunciaba un celebérrimo discurso, "La autoafirmación de la Universidad alemana" (27 de mayo de 1933), dando alas intelectuales al ataque nacionalsocialista a la autonomía de la universidad alemana. En efecto, en su de toma de posesión como Rector de la Universidad de Friburgo, el filósofo Heidegger se empleó a fondo para desacreditar la vieja y veneranda idea de la autonomía universitaria.

El núcleo pretendidamente filosófico del ataque a la autonomía universitaria era la crítica a la idea de que la ciencia, la investigación científica básica, tiene el fin en sí misma.

Nada nuevo en él: antes de su paso al nazismo políticamente activo –y también después de su "desnazificación" por los tribunales militares aliados— ya había dejado claro Heidegger que no le gustaba nada eso de que los científicos modernos pusieran el fin de la ciencia en la ciencia misma, colocando la búsqueda de conocimiento bajo la sola y para él frívola tutela del capricho de satisfacer la curiosidad. En una célebre ocasión, el filósofo de la Selva Negra presentó a Galileo como el prototipo de ese extravío: como el verdadero iniciador de la escisión moderna entre la ciencia especializada y el mundo de la vida o la existencia. Heidegger opuso a eso un auténtico saber, que era auténtico para él, como es de sobra conocido, en la medida en que estaba –instrumentalmente— orientado a un fin: el fin de desvelar el sentido de la existencia del hombre. Un fin en apariencia tan noble, como indeterminado.

Lo nuevo de su discurso como rector era la concreta determinación que hizo en 1933 de aquel fin un tanto misterioso, al que la aspiración al saber debía servir instrumentalmente. Esa nueva determinación traía consigo la demolición de la "muy celebrada libertad académica", en cuyo fundamento filosófico veía muy bien Heidegger que está la idea de que el conocimiento básico –no, claro es, el aplicado— se busca por sí mismo, es autotélico, por usar jerga aristotélica. En su discurso rectoral, Heidegger oponía a eso el ideal de una universidad en la que la ciencia, lejos de tener el fin en sí misma, se convirtiera en una "íntima necesidad de la existencia", pasando así a constituirse "en el acaecer básico de nuestra existencia espiritual como pueblo".

Y eso ¿qué quería decir en román paladín?

Quería decir que la Universidad alemana, lejos de seguir siendo una torre de marfil que gozaba de una autonomía protegida por la "libertad académica" en la que, idealmente al menos, era posible buscar el conocimiento por sí mismo con independencia de cuáles fueran los resultados, debía tener tres vínculos finalistas o instrumentales:

- Un vínculo con la "comunidad del pueblo". Ese vínculo significaba para él que los estudiantes debían prestar un servicio laboral que les obligara a trabajar con los no-académicos.

- Un segundo vínculo con "el honor y el destino de la Nación". Eso significaba el servicio militar como parte de la existencia del estudiante, que debía ser instruido militarmente.

- El tercer vínculo afirmado por Heidegger era "con la tarea espiritual del pueblo alemán". Es urgente –declaraba— formar a los estudiantes para que sean capaces de prestar un tercer servicio, el "servicio epistémico" (Wissensdienst), para el bien del pueblo.

Heidegger resumió sus propuestas diciendo que la Universidad alemana tenía que orientarse al fin de formar a "los futuros caudillos y custodios de los destinos del pueblo alemán" ("zukunftige Führer und Hüter des Schicksals des deutschen Volkes"). Las propuestas de Heidegger no tuvieron mucho éxito, afortunadamente, en su parte constructiva o afirmativa. Pero como todo el mundo sabe, sí en su parte destructiva: el nazismo destruyó por completo la vida académica alemana –acaso la más fértil del siglo XX—, una aniquilación de la que nunca más se ha recobrado.

En contra de lo que dice una tradición filosóficamente ignara –en buena parte inaugurada por Heidegger—, la ciencia básica es siempre de una utilidad práctica incierta: la teoría científica más famosa del siglo XX, la teoría general de la relatividad, no sirve absolutamente para nada: ninguna tecnología operativa se funda en ella; no ha tenido el menor uso industrial o tecnológico hasta muy recientemente, en que, inopinadamente, ha "servido" para fundar la tecnología de la localización GPS. Ese es el motivo principal de que la investigación científica básica, que, con el gran arte plástico, con la gran música o con la gran literatura comparte al menos el rasgo de su perfecta inutilidad ex ante, no se haya financiado nunca a través del mercado y de la inversión privada que persigue el beneficio: se ha financiado o a través de la universidad pública (como en la mejor tradición europea) o a través del mecenazgo privado más o menos altruista (como en las grandes universidades privadas norteamericanas).

La razón filosófica de que la investigación básica no pueda sujetarse a un cálculo instrumental coste/beneficio es sencilla de entender. La investigación básica persigue un bien –la remoción de las restricciones informativas estructurales a que está sometida la acción humana— al que, precisamente, no puede aplicarse ningún cálculo coste/beneficio. Pues, por definición, no puedo estimar el valor –en términos de utilidad, o de dinero, o de lo que sea— de la información X, mientras no la poseo; los costes de la actividad encaminada a conseguir la información X, pues, son costes que, aun si calculables a priori, no pueden contrastarse nunca a priori con el posible beneficio dimanante de poseer esa información. La cultura filosófica ha reconocido perfectamente ese problema desde, al menos, la rotunda afirmación de Aristóteles, según la cual el único motivo de la búsqueda de conocimiento nuevo es la necesidad, característicamente humana, de satisfacer la curiosidad, razón por la cual la investigación básica no puede sino proceder, en lo fundamental, en el aspecto motivacional, gratis et amore. La autonomía universitaria presupone el reconocimiento institucional de esta verdad filosófica elemental.

Es verdad que, ex post (aunque no siempre, ni siquiera frecuentemente), los resultados de teorías científicas básicas permiten fundar tecnologías poderosas. Es más, sólo en los resultados de una buena investigación básica perseguida por sí misma pueden fundarse tecnologías de gran capacidad instrumental. Ortega, que conocía muy bien el ambiente irracionalista-instrumentalista alemán del que salieron luego construcciones filosóficas como la de Heidegger, dejó estupendamente descrita esa peculiar relación entre ciencia básica y ciencia aplicada o técnica:

"la técnica es consubstancialmente ciencia, y la ciencia no existe si no se interesa en su pureza y por ella misma, y no puede interesar si las gentes no continúan entusiasmadas con los principios generales de la cultura. Si se embota ese fervor –como parece ocurrir—, la técnica sólo puede pervivir un rato, el que dure la inercia del impulso cultural que la creó". (2)

La actual mercantilización en curso de la Universidad pública europea significa la destrucción de la motivación "pura" de la investigación y de la búsqueda organizada de conocimiento; no puede entenderse sino como el intento de ponerlos al servicio de fines y valores instrumentales, y por lo mismo, como el ataque a la autonomía universitaria –propiamente entendida— más decidido y consecuente registrado desde los años 30. Como el que se registró en los años 30, el actual proceso de instrumentalización finalista de la investigación básica y la educación superior se basa en la ilusoria creencia de que aquella "inercia" de que habló Ortega puede durar para siempre.

El asalto a la autonomía universitaria que experimentamos en Europa ahora mismo tiene un paralelo en el sistema universitario norteamericano, que, como se dejó antes dicho, fundaba tradicionalmente esa autonomía, no en la organización público-estatal de la investigación, sino en su organización a través de la donación altruista privada, público-fiscalmente incentivada. Un ejemplo bastará para iluminarlo. La universidad de Harvard, la número 1 del ranking mundial, se ha convertido en los últimos años en una empresa especuladora en los mercados financieros. Es la segunda institución privada más rica de los EEUU, con un patrimonio de 37 mil millones de dólares (procedentes de donaciones que permiten a las grandes fortunas buenas desgravaciones fiscales). Pues bien: el año pasado gastó menos del 5% por ciento de su patrimonio en tareas propiamente académicas (que es lo que exige la ley norteamericana a las organizaciones sin ánimo de lucro), mientras que las remuneraciones de los ejecutivos de su fondo de administración de donaciones (¡que han tenido en la última década una tasa de retorno de inversiones del 23%!) se acercaban en 2005 a los 80 millones de dólares. (3) La necesidad de entrar en los mercados financieros especulativos se ha hecho más imperiosa bajo la Administración Bush, pues los espectaculares recortes fiscales a los estratos más ricos de la población han tenido como uno de sus efectos perversos el de que ya no salieran a cuenta, fiscalmente hablando, las donaciones a las grandes Universidades como Harvard. A pesar del secreto que rodea a las inversiones de los fondos financieros constituidos por Harvard o Yale, es evidente que esos fondos han tenido que experimentar en los últimos meses pérdidas catastróficas, como todas esas instituciones financieras. (4)

Se os dirá que la Universidad actual, mucho más democratizada y abierta a las clases populares que las universidades elitistas de honoratiores –desnudamente clasistas— anteriores a la II Guerra Mundial, es muy distinta de la universidad alemana que Heidegger se proponía reestructurar. Y se os dirá, con no menos razón, que el de ahora es un intento de instrumentalizar la vida académica también muy distinto del de los nazis.

Triste consuelo, si consuelo es, porque en el actual ataque a la libertad y a la autonomía académicas no sólo puede adivinarse un inconfundible programa contrarreformador, es decir, desdemocratizador de la enseñanza superior, sino que pueden verse también inquietantes paralelos con el programa de "servicios" finalistas propuesto por el rector Heidegger.

También a los estudiantes europeos de ahora, como a los alemanes de 1933, se os exige un "servicio laboral" en forma de contratos de trabajo precarios, cuando no puros meritoriajes ad honorem en las empresas, o la solicitud de créditos bancarios, a devolver luego con el sueldo de trabajos basura.

También a los estudiantes europeos se os exige ahora, no ciertamente un vínculo finalista con el honor y el destino o con la "tarea espiritual" de la nación, pero sí un vínculo finalista con la coyuntura de un mercado de trabajo crecientemente desregulado y "flexibilizado". Grotescamente, en el slang de muchos gestores y burócratas académicos, ya se empieza a llamar a los estudiantes "clientes".

Y también ahora se quiere formar a "caudillos y custodios" del orden social establecido, sólo que esa tarea guardiana parece querer reservarse a las instituciones académicas privatizadas con ánimo de lucro (aquellas en las que el Gil Robles de 1932 fiaba su bastardo concepto de "autonomía universitaria"), dejando tendencialmente para las públicas, cuando mucho, la mera función de instruir a unos "clientes" –vosotros— destinados de por vida a la subalternidad económica e intelectual.

NOTAS:
(1) Gil Robles ("La enseñanza en el Estatuto de Autonomía", Diario de Sesiones de las Cortes, 2 de agosto de 1932). Esta tesis del discurso de Gil Robles, tan actual, proseguía de forma no menos actual: "no es para nadie un secreto que esa Universidad bilingüe que hoy se va a conceder a Cataluña, o que la Universidad autónoma que, en otra hipótesis, pudiera constituirse, no serán más que un instrumento de catalanización, mejor podríamos decir de desespañolización, que acabaría con todo germen de cultura española dentro del ámbito a que alcanzara la actividad de la Universidad catalana".

(2) La rebelión de las masas, Planeta, Barcelona, 1981, pág. 102. La insatisfacción de Ortega con la visión instrumental de la ciencia que se había abierto paso en la cultura filosófica de habla alemana del primer tercio del siglo XX tiene un sorprendente paralelo en la insatisfacción expresada por Bertrand Russell con la visión instrumental de la ciencia que ser había abierto paso en la cultura filosófica de habla inglesa del primer tercio del siglo XX: "En el desarrollo de la ciencia, el impulso-poder ha prevalecido cada vez más sobre el impulso-amor. El impulso-poder está representado por la industria y por la técnica gubernamental. Está también representado por las conocidas filosofías del pragmatismo y el instrumentalismo. Cada una de estas filosofías sostiene que nuestras creencias sobre cualquier objeto son verdaderas siempre que nos hagan capaces de manipularlo con ventaja para nosotros". (La perspectiva científica [1949], Barcelona, Ariel, 1969, pág. 214.)

(3) Cfr. Geraldine Fabrikant, "Fund Chief at Harvard Will Depart", The New York Times, 12 septiembre 2007.

(4) Esta misma semana, un analista tan poco sospechoso como el que se sirve del heterónimo "Spengler" en el Asia Times (un ex alto funcionario de la Reagan) consideraba muy posible (AT, 25 Noviembre 2008) de que los fondos de inversión financiera especulativa de Harvard y Yale hayan tenido en los últimos meses pérdidas rayanas en el 87%. Al lado de eso, ¡el supuesto déficit de100 millones de euros de nuestra pública Universidad de Barcelona es un grano de anís!

Antoni Domènech es catedrático de Filosofía de las Ciencias Sociales y Morales en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Barcelona. Su último libro es El eclipse de la fraternidad. Una revisión republicana de la tradición socialista, Barcelona, Crítica, 2004. Es el editor general de SINPERMISO.

5 siglos de crecimiento de la zona metropolitana del Valle de México...

De este artículo extraemos la siguiente imagen, que habla por sí sola:

Fuente: Are mega cities viable? By: Ezcurra, Exequiel, Mazari-Hiriart, Marisa, Environment, 00139157, Jan/Feb96, Vol. 38, Issue 1

La descripción del artículo:

This article describes the poor environmental and living conditions in Mexico City due to its huge size. Mexico City's size is a challenge to sustainability, and the outcome is unknown. Mexico City and the geographic basin surrounding it included about 18.5 million population in 1995. The basin and surrounding volcanic ranges include nine major environmental zones. Urban growth followed four stages. Different cultures applied different solutions to water supply problems. The basin shifted from self-sufficiency to reliance on 31% of supplies from external watersheds. The water table is declining and canals are polluted. Irrigated agriculture is disappearing. There is an average water deficit of over 800 million cubic meters per year. Mexico City is actually sinking due to groundwater exploitation. There is bacterial contamination of wells due to improper seals. About 75% of the population has access to wastewater treatment and sanitation, but sewage treatment plants operate at under 50% efficiency and treat only about 7% of the total wastewater. Atmospheric pollution from suspended particles has been a problem for decades. Ozone was the most significant air contaminant in 1994. Lead was the most harmful pollutant in 1986. Air pollutants may be the source of submucosal inflammations. Industrial areas are contaminated with suspended particles and sulfur dioxide. High traffic areas have high carbon monoxide levels. Atmospheric pollution has affected the quality of the rainwater. The city survives by importing food, energy, wood, water, building materials, and other products. The development model aims to improve quality of life. The city has been the center of political power since Aztec times, and its preeminent position forces government action. The author concludes that there are limits to urbanization, which the city is approaching rapidly.

Ufff... ¡Sin palabras!

Nobel, programación lineal y ciencia en la Unión Soviética...

Juan Dubra, de la Universidad de Montevideo, entrevista a Kenneth Arrow.

La entrevista es excelente.

Bueno, en algún momento (página 15) Dubra le pregunta sobre el caso de Koopmans y su indecisión respecto aceptar el Nobel. Aquí la respuesta:


Fuente: Dubra, 2005.

A Kantarovich lo pararon los oficiales soviéticos por trabajar con "precios capitalistas", como también se pueden entender las variables duales de un programa lineal (la misma cosa que un multiplicador de Lagrange, aunque enfocado en un programa lineal)[Ver primeras 10 páginas de esta presentación, de Sala-Garrido, de la Universidad de Valencia). Koopmans resolvió el problema del transporte (también, "shipping problem"), pero no ofreció algoritmo para resolver en términos generales cualquier programa lineal (de hecho, como Arrow cuenta en la entrevista, el algoritmo del transporte ya había sido inventado años antes por un tipo llamado Hitchcock). Dantzig, trabajando independiente de Kantarovich, inventó después el Simplex, lo que volvió a la programación lineal práctica.

El Comité Nobel decidió darle el Nobel a Kantarovich (por haber formulado el problema lineal general, con todo y los sub-problemas primal y dual) y a Koopmans (por redescubrir un algoritmo para una pequeña aplicación de programación lineal al asunto del transporte). Koopmans no quería aceptar el premio sabiendo que el verdadero merecedor era Dantzig, quien inventó el Simplex, el algoritmo que resuelve el programa lineal general. Arrow piensa que Koopmans se merecía el Nobel por otras razones, y al final lo convence de recibirlo. Koopmans dona el premio económico al International Institute for Applied Systems Analysis.

Agua en México

Inauguramos etiqueta. Bajo esta etiqueta se irán poniendo elementos para discutir lo que parece ser un problema crítico de la relación de la economía mexicana con su medio natural: la disponibilidad, el uso y el manejo del agua.

Por sus características, el agua resulta de interés en la literatura de la sustentabilidad, de la economía de los recursos naturales y ecológica.

Da ya mucho de qué hablar. Y seguro así seguirá.

De momento, del excelente portal http://www.aguaenmexico.org/ viene esta presentación de Luis Marín, Manuel Ortíz (de Geofísica-UNAM) y Víctor Martínez (ITESM), de la que extraemos esta imagen:


Fuente: Marín, Ortíz y Martínez.

La gráfica de la derecha representa la disponibilidad per capita medida en metros cúbicos. Hay que tener buen sentido del humor, pero también claridad, para transmitir un mensaje aproximando el comportamiento observado con una exponencial, como allí se hace. Excelente imagen.

Ahora, la gráfica muestra lo que ocurre naturalmente cuando tienes un recurso que se puede pensar como uno finito (aunque renovable, la disponibilidad es limitada) y una población creciente...Una gráfica similar obtendrías si en una fiesta calculas "el pastel por cabeza" conforme van llegando invitados que traen a sus amigos, que a su vez traen a sus amigos, que a su vez traen a sus amigos...es decir, ante una población que crece exponencialmente...

El problema está en que hay un mínimo de consumo per cápita establecido como necesario, y parece que en muchas zonas del país (señaladamente el Valle de México, que importa volúmenes astronómicos del líquido de las regiones circundantes vía el Cutzamala), ya estamos muy por debajo...

Y a todo eso hay que añadirle impactos potenciales de cambio climático...


El tema merece dedicarle tiempo

Las cosas suben de tono...

A riesgo de que se nos acumulen los documentos por comentar, esta entrada incluye los vínculos a dos textos. Los comentaremos en entradas posteriores...

Samuelson le sube el tono a su posición sobre la crisis financiera internacional:

Adiós al capitalismo de Friedman y Hayek

Aquí le responde Adrián Lavier, de la Fundación Hayek.

pero nos queda sentido del humor...Del Blog de Mankiw: Competing Alliteration

Greg Mankiw's Blog: Competing Alliteration

podríamos decir que el estímulo fiscal es oportuna oportunidad para oportunistas con agendas opuestas

Lo que se ve en estos días...

...en el contexto de la crisis financiera internacional

Una institución estadounidense débil y en problemas ve en su saludable filial mexicana la fortaleza necesaria para aplicar y pasar las condiciones para acceder a los recursos financieros que el gobierno estadounidense ofrece como parte del mega-rescate financiero...

La institución estadounidense es Citigroup, y su filial mexicana es Banamex.

Aquí la nota, extraída de El Universal.

Piezas sobre la crisis...

Nobeles, ni mas ni menos.

Via EconomistView.

Phelps
Lucas
Selten
Stiglitz
Samuelson

Las iremos comentando poco a poco, como ya hemos hecho antes. De entrada, me parece que la nota de Samuelson es la mejor por varias razones. Los "libertarios" anglosajones (Como los que se agrupan en el Cato Institute, pero hay entre ellos diversidad, incluso respecto la calidad de sus argumentos) tienen "enemigos" (entre los Nobeles mas visibles, estan Krugman y Stiglitz, por ejemplo). Pero el trabuco que les pone Samuelson (a quien estiman de manera distinta, me imagino) es de mayor calado, en mi opinion.

qué nos pasa...




Vía Reforma

Estas son fotografías de una carretera en SLP que tiene ¡6 meses de inaugurarse! Puff... ahí está la lana del erario, echada a perder...Y claro, el gobernador se llena la boca con la gran obra de infraestructura...Me parece que no habría pretexto para que a 6 meses la obra esté en estas condiciones...Se ve que la ingeniería fue una pachanga. El hecho de que la obra fue licitada sugiere que no se trata solamente de la ineficiencia pública, como le hubiera gustado a Sala-i-Martin argumentar aquí.

Aunque habría que ver la forma en que se licitó, pues no cualquier licitación es garantía de que se evita la ineficiencia pública.

Pigou, Smith y la microeconomia



Hace ya varios anios, el colectivo que editaba Intervenciones publico una reflexion sobre la ensenianza de la microeconomia en el plan de estudios de economia de la Facultad de Economia de la UNAM. Alli se lee:

Notas sobre teoría microeconómica contemporánea
Hace 33 años, la Journal of Economic Literature publicó, en el número 4 de su volumen
10, un artículo de Oskar Morgenstern titulado “Thirteen Critical Points in Contemporary Economic Theory: An Interpretation”. En dicho artículo, Morgenstern, quien formuló, junto con von Neumann, la teoría de la elección bajo incertidumbre, se lamenta que el vínculo entre matemáticos y economistas se hubiese dado tan tarde. Muy a la manera en que David Hilbert presentó en 1900 la famosa lista de 23 problemas no resueltos en la matemática, Morgenstern sugiere, no sin dejar muy en claro que él no es Hilbert, y que su empresa no es tan ambiciosa, 13 problemas no resueltos en teoría económica, listados a continuación: \
1. Control de variables económicas,
2. Teoría de la preferencia revelada,
3. Óptimo de Pareto,
4. Tâtonnement,
5. La equivalencia Walras-Pareto,
6. La asignación de recursos,
7. Bienes sustitutos,
8. Oferta y demanda,
9. Análisis de curvas de indiferencia,
10. Teoría de la firma,
11. Agregación (“de regreso a Cantillon”),
12. Distribución del ingreso personal y funcional,
13. Relevancia de la teoría.
A pesar de que 10 de los 13 problemas son claramente concernientes a la teoría
microeconómica, Morgenstern no tituló su trabajo como “Trece problemas críticos de la teoría microeconómica contemporánea…”. Esto obliga una reflexión sobre la trascendencia de la microeconomía en teoría económica, pues los que son problemas microeconómicos resultan, a final de cuentas, en problemas de la teoría económica. Por ejemplo, con respecto a los fundamentos de la teoría del consumidor, Jehle y Reny, en su texto Advanced Microeconomic Theory, sugieren que tal teoría “es un cimiento de roca sobre el que se construyen muchas estructuras de la teoría económica”. Además, estos autores advierten al estudiante que “[m]ás tarde, en tus estudios de la teoría económica, empezarás a darte cuenta cuán central es la teoría [del consumidor] en la forma de razonamiento particular de los economistas. De vez en vez escucharás el eco de la teoría de consumidor en virtualmente todas las ramas de la disciplina –cómo se concibe, cómo se construye y cómo se aplica” (Jehle y Reny, 1995). Desde hace ya varios años, hoy en día incluso, la teoría microeconómica resulta literalmente fundamental en la construcción de la teoría económica. No representa una rama de la economía, sino su estructura teórica principal. No obstante lo anterior, la relevancia de la teoría microeconómica para el economista se debe, además, a diversas razones. Entre ellas se encuentra un tema central, por siglos, del estudio de la economía, y que se puede ilustrar en la siguiente pregunta: ¿Asegura el mercado el bienestar social? Un acercamiento parcial, incompleto, y por demás erróneo, podría sugerir que la teoría microeconómica “clásica” respondería afirmativamente de manera general. De tal premisa pueden surgir desafortunadas expresiones que terminarán por acotar el potencial teórico de la microeconomía, y, por tanto, terminarán por revelar su desconocimiento. En efecto, la cuestión sobre el mercado es crucial en la teoría microeconómica, y sus resultados, que son estándar actualmente, podrían sorprender a más de uno.

Prestemos atención a lo que Jehle y Reny (1995) sugieren a este respecto: “Muchos
académicos ubican el nacimiento de la teoría económica con la publicación de La Riqueza de las Naciones de Adam Smith. Detrás del caos superficial causado por incontables acciones de agentes independientes y egoístas, Smith percibió una fuerza armonizadora al servicio de la sociedad. La ‘mano invisible’ guía al sistema de mercado al equilibrio, y Smith creyó que éste poseía ciertas características socialmente deseables”. La teoría microeconómica contemporánea no toma esto como premisa, mucho menos como axioma, sino que destina su aparato formal a probar no sólo la existencia de una mano invisible, sino también la existencia misma de cualquier equilibrio. Sigamos con Jehle y Reny: “Uno podría preguntarse mucho acerca de los mercados competitivos. Una cuestión fundamental que surge inmediatamente es si la visión de Smith sobre el funcionamiento del sistema de mercado, compuesto por muchos agentes egoístas comprando y vendiendo en mercados impersonales –sin importarles nada más que su beneficio personal, es, acaso, una visión coherente. Si es así, ¿existe un estado particular al que se dirija el sistema, o existen, más bien, muchos de ellos? ¿Tales estados son situaciones frágiles que puedan ser fácilmente perturbadas, o son situaciones robustas? Estas son cuestiones relativas a
la existencia, unicidad y estabilidad del equilibrio general competitivo, y todas son en extremo importantes…”.

La mano invisible smithiana, y, con ella, las bondades de los mercados competitivos, son puestos a la lupa de la teoría microeconómica contemporánea. Las conclusiones de la teoría al respecto son, a grandes rasgos, que, en efecto, existe el equilibrio general competitivo, aunque no es único, y que existe cierta evidencia a favor de la existencia de la mano invisible smithiana, toda vez que se acepte el criterio de Pareto como medida del bienestar social. Tales conclusiones pueden interpretarse a partir de dos de los teoremas más importantes en teoría económica, y que han sido denominados como “teoremas fundamentales de la economía del bienestar”. El primero
de ellos demuestra que cualquier equilibrio competitivo genera una distribución de recursos que representa un óptimo de Pareto, es decir, una situación en la que ningún agente puede incrementar su bienestar sin afectar negativamente el bienestar de alguno otro. El segundo teorema demuestra que cualquier asignación que es óptima en el sentido de Pareto podrá ser un equilibrio competitivo para algún vector de precios pertinente. Como se ve, los teoremas del bienestar constituyen el resultado principal del análisis de los mercados competitivos y una base sobre la que se ha construido una vasta literatura especializada. Sin embargo, a pesar de que ambos teoremas son precisamente eso, proposiciones demostradas dentro de un marco formal, no son un resultado general, pues requieren del cumplimiento de diversos supuestos, muchos de ellos demasiado fuertes. El reconocimiento de la particularidad teórica de los teoremas del bienestar representa uno de los avances más significativos de la teoría microeconómica contemporánea, pues implica, entre otras cosas, un reconocimiento de que la mano invisible smithiana no necesariamente lleva a situaciones Pareto-óptimas. Lo que es más, cuando el mercado funciona con fallas, como la presencia de externalidades, está demostrado que la búsqueda del bienestar individual genera un resultado ineficiente en el sentido de Pareto.
Pero esto no implica un desmantelamiento de la microeconomía, sino su fortalecimiento
en tanto teoría del sistema económico. Yerran tanto aquellos que suponen que la teoría microeconómica estándar es una defensa de los mercados competitivos como aquellos que los defienden, pues ni unos ni otros estarán tomando en cuenta varios de los resultados principales de la teoría microeconómica en cuanto a las fallas de mercado. Tras el reconocimiento, por demás serio, de la existencia de fallas de mercado, la teoría económica tiene en la microeconómica una fuente de herramientas analíticas poderosas para el análisis de situaciones diversas de la actividad económica, como aquellas contenidas en la rama de la economía pública, la
organización industrial y la economía experimental, por nombrar algunas de las sobresalientes.
Por ejemplo, ante la presencia de fallas de mercado y la resultante no equivalencia entre el equilibrio walrasiano y el paretiano, la teoría estándar justifica la intervención del estado en el sistema económico, y la economía pública representa un cuerpo analítico dedicado a su análisis. Cabría esperar, entonces, que los cursos de teoría microeconómica en un plan de estudios para la licenciatura recogieran con fuerza estos resultados, no sólo porque varias de sus herramientas resultan cruciales en la formación del economista, sino porque por sí sola representa un esquema formal de análisis de la realidad económica contemporánea.
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Ahora, Greg Mankiw, entre las labores de su Club de Pigou (en el que estan, entre otros, Volcker, Greenspan, Rogoff y varios mas), formaliza la promocion de los impuestos pigouvianos a la gasolina, pues en su vision representan el mecanismo "menos intrusivo" en la economia para promover eficiencia energetica y menor dependencia a los combustibles extrernos. Pues bien, en una seccion de la fundamentacion se lee:

Market Efficiency and Corrective Taxes
One big lesson of basic microeconomics is that under certain conditions, markets allocate resources efficiently. I think of this as the magic of Adam Smith’s invisible hand. In more advanced courses in economics, the efficiency of market outcomes is derived with extraordinary rigor, and it is called the “first fundamental theorem of welfare economics.”
The job of economic theorists is to prove theorems. The job of policy economists is to figure out which theorems to apply. All theorems are based on axioms, so when applying any theorem to the world, one has to evaluate whether the axioms assumed by the theorem are valid. In the case of the fundamental welfare theorem, one key axiom is the absence of externalities. If an economic transaction imposes costs or benefits on individuals who are not part of the transaction, this theorem will not apply, and Adam Smith’s invisible hand will fail to lead to an efficient outcome. This is a key lesson taught in introductory economics courses.

There is, however, a simple way to remedy the market failure and restore the optimality properties from the fundamental welfare theorem: Individuals can be charged for the external costs they impose on others (and subsidized for the external benefits they give to others). The solution goes back to Arthur Pigou, the British economist from the early 20th century, who was sometimes friend and sometime nemesis to his more famous colleague John Maynard Keynes. In his honor, these corrective measures are called Pigovian taxes.
For at least two reasons, Pigovian taxes are popular among economists. First, they are often the least invasive way to remedy a market failure. They can restore an efficient allocation of resources without requiring a heavy-handed government intervention into the specific decisions made by households and firms. Second, they raise revenue that the government can use to reduce other taxes, such as income taxes, which distort incentives and cause deadweight losses.
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La regulacion...Un asunto sucio...

Esa es la idea de Cooley y Ohanan en "Obamanomics". Aqui un extracto potente:


"The lesson here: be careful what you wish for. There is a familiar urge to restrict those who got us into this mess, but regulation is a nasty business—nasty because the law of unintended consequences is always there to show us how we got it wrong."


La ley de las consecuencias imprevistas de la accion regulatoria. Muy buena nocion para pensar el problema regulatorio. Con ella se puede abordar la actual crisis: los congresistas (democratas) que relajaron el sistema de credito a traves de Fannie Mae y Freddy Mac no se percataron de que esto creaba incentivos para que el sistema bancario creara activos "basura" (toda vez que dichas firmas los compraban si o si). Esa generacion de activos significaba vivienda para los que no accedian al mercado convencional (vivienda que ahora estan a punto de perder, por cierto).

Ahora, esas posibles consecuencias no eran secreto escondido: congresistas (republicanos) quisieron aumentar la regulacion en el mercado hipotecario (lease regular la intervencion publica en el), pero los democratas se opusieron. Por que no regular a los bancos en lugar de a Fannie Mae y Freddie Mac? Probablemente porque si se regula la actuacion de los bancos comerciales en las hipotecas se pierde eficiencia en otras areas (se pueden crear, por ejemplo, incentivos perversos que pueden contagiar el conjunto de la accion financiera bancaria)... Por eso los republicanos, acorde ademas con su vision de la economia, no proponian regular al mercado, sino al gobierno que opera en el mercado. Los democratas pudieron haber pensado que esa regulacion era una limitacion del actuar publico, y por tanto oponerse a ella.

Como sea, los incentivos perversos estaban alli: si yo soy un banco comercial y tu te llamas Fannie o Freddie, se que me compras cualquier activo que genere respaldado en deuda hipotecaria, independiente de su calidad. Entonces encuentro motivos para generar activos de mucho riesgo, rapidamente tu me los compras, y yo hago ganancias muy buenas.

Esta idea de las consecuencias imprevistas, sin embargo, estimo que tambien se aplica a la ausencia de regulacion, aunque es cierto que hay mas estudios sobre las consecuencias del "libre mercado" que sobre las de la regulacion.

Como sea, los autores no hablan en el aire: proveen evidencias. El asunto esta, entonces, en la refutabilidad de las evidencias.

Concuerdo con ellos cuando dicen que, en el fondo, el asunto no es "regular o no regular", sino "buena regulacion o mala regulacion". Alli donde se identifiquen consecuencias no intencionadas por la actuacion del mercado, una buena regulacion puede mejorar la situacion. Cuestion muy simple y nada novedosa (se incluye, por ejemplo, en los manuales modernos de microeconomia y economia publica)...

Dos materiales sobre la crisis...

1) Frydman y Goldberg abonan sobre la hipotesis de la existencia de conocimiento imperfecto en el mercado financiero. Via EconomistView
2) Paul Romer habla sobre el gremio y aventura la hipotesis de que la ruptura fundamental respecto a la crisis se explica en actitudes diferenciadas respecto a la modelacion en economia. Via El Blog de Mankiw.

¡Es simplemente al revés!

José Blanco escribe:

..."Sume a ello el sector de origen de la crisis, el inmobiliario, otro sector fuertemente multiplicador, a la positiva o a la negativa, originado a su vez en la “burbuja financiera” (léase en adelante estúpida irresponsabilidad desregulatoria) que originara el robo en despoblado que significó el surgimiento del mercado subprime."

Veáse aquí y aquí.

Si no le quieren creer a esos dos vínculos, vean el sitio de Fannie Mae (empresa "patrocinada" por el gobierno) y vean este discurso de su presidente sobre su "cuidadosa" entrada en el mercado subprime. No es ninguna falta de regulación. Sino todo lo contrario.

sobre la crisis financiera internacional...segunda nota de discusión

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Crisis financiera internacional

Una (muy) breve radiografía de la crisis

Carlos A. López Morales*


Quisiera decirles algo a Milton y a Anna con respecto a la Gran Depresión:

Ustedes estaban bien. Nosotros la creamos. Lo lamentamos mucho,

pero gracias a ustedes, no lo haremos de nuevo.”

Ben Bernanke, 2002.


Los economistas que han hecho pública su opinión ante la crisis se pueden clasificar en dos vertientes: aquellos que intentar dar una explicación más o menos detallada de lo ocurrido y aquellos que ofrecen explicaciones más generales sobre lo que puede significar. La primera parte de esta nota se basa en algunas reacciones del gremio para atender el primer objetivo. La segunda plantea brevemente una reflexión para aproximarse al segundo.

La burbuja hipotecaria. Si bien es cierto que ha habido un proceso desregulatorio en la economía estadounidense, también es cierto que éste se ha materializado en áreas especificas de la economía (telecomunicaciones, transportes, etc.). El sector financiero, en ese sentido, se encuentra rezagado. Los economistas suelen comenzar el recuento de la crisis actual mencionando la historia de intervenciones públicas en el sistema financiero, en especial a través de la dupla Fannie Mae y Freddie Mac (FyF). Como se sabe, ambas instituciones hipotecarias, aunque nominalmente privadas, se encuentran “patrocinadas” por el gobierno desde los años setenta. Durante la década de los noventa fueron obligadas por el gobierno a relajar los requerimientos de crédito para poder llegar a clientes marginales. En 1995, por ejemplo, el gobierno dio permiso a la dupla para que entraran en el mercado hipotecario llamado “subprime”, que aglutina a clientes con baja probabilidad de pago. El marco político de dicho mandato era el de un programa del Congreso que buscaba ampliar la disponibilidad de vivienda de bajo costo a sectores de la población que no calificaban normalmente al crédito en el mercado convencional.

La expansión resultante en el mercado de bienes raíces comenzó a operar frente a otro tipo de regulaciones, como la del uso del suelo en algunas ciudades (que hacían la oferta de lotes muy inelástica), provocando un aumento de los precios demasiado rápido (ver Figura 1). La sofisticación financiera permitió que aquellos cuya propiedad valiera más que la hipoteca generaran instrumentos financieros (llamados “equity”) que contribuyeron a la ola de recursos que inundaba el mercado. Mas aún, a la luz del “éxito” del programa, y como castigo ante algunas malas prácticas contables, en 2004 y 2005 el Congreso expandió la política de préstamos de FyF en un contexto de crédito de bajo costo, lo que elevo el riesgo y, por tanto, elevó los rendimientos. El sector bancario tuvo entonces incentivos para expandir el crédito hipotecario sabiendo que la dupla FyF adquiriría los activos así generados y sabiendo que existía una promesa implícita de rescate publico ante cualquier situación de colapso.

La diversificación de los portafolios hizo posible que el sector financiero estadounidense, y aun el internacional, se contagiara rápidamente. Dentro de poco, las instituciones financieras tuvieron muchos activos respaldados en promesas de pagos hipotecarios. Además, como consecuencia de la política financiera en FyF y de otras practicas de las calificadores, dichos activos solían ser calificados como “triple-A”, es decir, activos con un flujo de pagos estable y un riesgo mínimo de default. La buena calificación permitía que los activos se pudieran vender al valor presente del flujo prometido, lo que les otorgo liquidez. Con todo, esta situación representaba un negocio redondo para los bancos y los intermediarios. No obstante, con el tiempo surgieron dudas sobre la calidad de los activos respaldados con deudas hipotecarias, y con ellas comenzaba a operar un fallo de mercado elemental, el de la información asimétrica. Simplemente resultaba muy difícil discriminar los portafolios de acuerdo a su solvencia. Robert Shimer, de la Universidad de Chicago, ha notado que se trata del viejo problema de los “limones” del mercado de autos usados: los compradores no tienen información completa sobre la calidad de los productos que adquieren, mientras que los vendedores tienen incentivos para no revelarla. Cuando la desconfianza sobre la calidad de los activos se generalizó, lo cual ocurrió relativamente rápido, los precios de los activos se vinieron abajo alimentando los temores de que la calidad era mala por todos lados (ver Figura 1). Cuando la insolvencia y las pérdidas comenzaron a asomar la cabeza, la quiebra se veía en el horizonte. Y a pesar de que el gobierno dejó quebrar a Lehman Brothers, y de que “el mercado” se ocupó de Merrill Lynch, permitir la quiebra generalizada simplemente equivalía al colapso.

Figura 1

Fuente: Smith (2008).

El programa de rescate aprobado por el Congreso, que asciende a 700 mil millones de dolares (mmdd), busca resolver el problema en el balance de las empresas financieras inyectando liquidez en el sistema. Estos 700 mmdd, cabe decir, son adicionales a los 85 mmdd que el gobierno inyectó en el gigante de los seguros AIG para evitar su quiebra.1 Mientras que el rescate (que tuvo que sobrevivir dos rondas de discusiones en el Congreso, y una metamorfosis fundamental entremedio) ha detenido y controlado relativamente el aspecto financiero y de corto plazo de la crisis, todavía queda mucha incertidumbre respecto a sus resultados. El plan original de Henry Paulson, secretario del Tesoro, utilizaba los recursos públicos para comprar directamente los activos tóxicos y de esa forma eliminarlos de la hoja de balance de las firmas afectadas. No obstante, después de la enmienda en el Congreso, la Fed ahora tiene que llevar a cabo un proceso que se entiende mejor como una subasta convencional pero al revés. La Fed compra activos financieros (no necesariamente tóxicos) y los agentes financieros compiten por esos recursos sanos. Shimer, por ejemplo, no cree que esta subasta inversa resuelva el problema de los limones discutido arriba: ante la nueva demanda, el precio de los activos comenzara a subir, y las firmas tienen incentivos para vender primero los activos de la peor calidad y quedarse para ellas los mejores activos para venderlos en el futuro a precios más elevados. Por eso se ha señalado que el programa de rescate lleva un fuerte componente de riesgo, aunque esta vez se perciba por los contribuyentes, quienes no han tenido mucho que ver directamente con las malas prácticas financieras.2 En el mismo sentido, Anna Schwartz, coautora en muchas ocasiones de Milton Friedman, criticó el cambio en el plan de rescate: La Fed cambió el enfoque, y en lugar de salvar al sistema bancario está salvando bancos que deberían ser cerrados por malas prácticas. Schwartz concluye que Bernanke “esta peleando la última guerra” con la historia, sugiriendo que las medidas aplicadas ahora eran las adecuadas en la crisis de los treinta, de la que Bernanke mismo es reconocido estudioso. No obstante, dice Schwartz, es claro que esta crisis está muy lejos de parecerse a aquella.

¿Cómo aproximarse a la crisis? Todavía hay muchas dudas sobre la efectividad de mediano y largo plazo del rescate financiero, y la atención del gremio esta puesta en la pericia de las autoridades monetarias para implementarlo. Como es normal, la opinión suele dividirse conforme se van observando los fenómenos. Muchos economistas hacen pública su confianza en Ben Bernanke respecto a la administración de la crisis, y prefieren esperar a ver los primeros resultados. Otros, como ya vimos con los casos de Shimer y Schwartz, se aventuran un poco y emiten su juicio al considerar que el plan a implementar ha nacido con fallas fundamentales. Con todo, para decirlo rápido, el gremio esta dividido, lo que per se no es ninguna sorpresa. Es público, por ejemplo, que unos 300 economistas mandaron cartas abiertas dirigidas al Congreso apoyando o rechazando el plan de rescate (230 rechazando el plan,75 apoyándolo). Un mensaje importante de dichas cartas, y que trasciende un poco sus contenidos (que, si se ven de cerca, no son excluyentes ni necesariamente opuestos), es el reconocimiento de unos y otros en el contexto de la crisis con la mira puesta en debates más profundos y, si se quiere, más fundamentales, como el de la intervención del estado en la economía. Pero ese es un tema que requiere mayor atención que el que esta breve nota puede brindar.

Intentar ofrecer una explicación comprensiva de la crisis, o una reflexión sobre lo que puede significar, no es, a final de cuentas, tarea fácil. La diversidad de fuentes informativas, la complejidad de los contenidos y la pluralidad intrínseca del gremio eleva los costos de transacción y alimenta los incentivos para presentar historias convincentes de acuerdo al público al que están dirigidas. Habrá que llevar mucho cuidado y evitar congraciarse cuando uno ha escuchado de su economista favorito precisamente lo que quería oír. Una mejor actitud es reconocer que ante la crisis, como ante todo, nadie esta perfectamente informado. Schimer mismo sugiere en este sentido que si bien Ben Bernanke puede tener más información que cualquier otro economista individual que observa los hechos desde la comodidad de su cubículo, es muy difícil que tenga más información que el grueso del gremio. Es decir, ya no se está (tal vez nunca se ha estado) en situaciones en las que el conocimiento se centraliza en gurús a los que se podía acudir en busca de la explicación final. Hay que reconocer ahora que el conocimiento se distribuye en colectivos con cierto grado de dispersión, como el es caso del de los economistas. Eso lleva consigo mayores costos de transacción, como decíamos, pero también eleva la calidad del debate y de los argumentos.


*Profesor de la Facultad de Economía de la UNAM. Estudiante del programa doctoral en economía ecológica impartido en Rensselaer Polytechnic Institute, Estados Unidos. El autor agradece los valiosos comentarios de Carlos Faviel y de Hugo Contreras y los exime, como es natural, de cualquier responsabilidad sobre las opiniones y los posibles errores contenidos en esta nota.

1Adicionalmente, el gobierno estadounidense contempla un programa de rescate hipotecario a tres millones de familias que podria ascender hasta los 600 mmdd, y que comenzaría a operar utilizando recursos del plan original.

2Aunque la historia de rescates que les generan ganancias a los contribuyentes no está vacía. Un ejemplo es el rescate de 30 mmdd que el gobierno de W. Clinton le hizo a México en lo más álgido de la crisis de 94-95. Tres años después de recibir los recursos, México pagó generándo una ganancia a los contribuyentes estadounidenses de alrededor de 600 mdd, como el mismo W. Clinton reconoció recientemente.


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pongámonos de acuerdo...

...aunque sea tarea imposible....

La industria cosmetica del metrosexual. Una perspectiva microeconomica



La industria cosmética del metrosexual. Una perspectiva microeconómica

Javier Galán Figueroa*

En este trabajo se pretende busca dar una breve explicación sobre el comportamiento de los hombres metrosexuales como entes económicos a partir de la teoría económica y de esta manera no caer en perjuicios morales sobre las personas que integran este grupo social. Para lograr lo anterior el trabajo se compone en tres secciones; en la primera se describe al metrosexual como un ser social que busca encontrar un nivel de bienestar que vaya acorde a su vida cotidiana; en la segunda sección se explica el comportamiento de los hombres metrosexuales a partir de la teoría del consumidor haciendo hincapié que sus decisiones se basan en sus preferencias; en la tercera sección se proporcionan algunas cifras sobre el desempeño del mercado mexicano mostrando su importancia en la economía. Finalmente se dan algunos comentarios de tipo general.

I. El perfil del metrosexual

El arquetipo metrosexual es introducido por las agencias de publicidad y estudios de mercado para los hombres que quieren verse bien y que representan un sector de alto consumo para la industria cosmética. El hombre metrosexual, es metro porque en general se concentran alrededor de las grandes ciudades y sexual porque viven armoniosamente y sin complejos con su lado femenino.

El termino metrosexual se utilizó por vez primera por el ingles Mark Simpson[1] en el año de 1994, quien definió a este grupo social como los hombres del sigo xxi, más tarde, escribió un libro que lo tituló Meet the metrosexual donde describió las características y conducta del metrosexual definiéndola como el “narcisista que esta saliendo del closet”. Simpson recalca en su libro que la conducta sexual es muy independiente de esta clasificación, lo importante es el gusto de si mismo y de que los demás lo noten.

Entre las características más notables que definen a un hombre metrosexual estándar están: a) el gusto por la ropa o productos de firmas reconocidas, b) la preocupación por tratamientos para el cuidado de la piel o del cabello, c) uso de maquillaje para hombre, d) un cuerpo ejercitado, e) tener conocimiento de las tendencias actuales de moda, y f) originalidad y buen gusto. Con estas características se puede definir al metrosexual como el hombre de un nivel socio económico alto y que además resulta atractivo para las mujeres.

II. El comportamiento económico del hombre metrosexual

La conducta e influencia de la ola metrosexual en los hombres ha sido marcada por figuras públicas de gran impacto publicitario y de marketing, como es el caso del futbolista británico David Beckham, quien es considerado como el arquetipo del dandy contemporáneo, con una imagen que proyecta virilidad, seguridad, éxito, pero sobre todo, sin pena alguna por mejorar su apariencia rompiendo el tabú de que los tratamientos cosméticos son exclusivos para las mujeres.

Para la revista The Economist, en Estados Unidos aproximadamente entre el 30 y 35 por ciento de los hombres de entre 25 y 45 años tienen tendencias metrosexuales, mientras para la revista Mundo Ejecutivo, alrededor del 40 por ciento de los varones mexicanos de entre 20 y 40 años de edad utiliza al menos un producto cosmético.

El comportamiento del metrosexual como agente económico puede ser explicado a partir de la teoría del consumidor, donde se considera que todo individuo es racional en sus elecciones y de esta forma obtener la máxima utilidad de su función de utilidad, u(x), (ecuación 1) a partir de su restricción presupuestal (ecuación 2).

1)


donde 0 < θi <>iθi = 1 y i = 1, 2, …, n

2)

donde se supone que hay n productos en el mercado, por lo que i = 1, 2, …, n; p, es el precio del bien x, mientras m es el nivel de ingreso que tiene el consumidor. Lo anterior se puede expresar mediante la Figura 1a, donde se muestra la restricción presupuestal, mientras la Figura 1b indica el punto óptimo donde el consumidor elige la mejor opción que maximiza su función de utilidad.

Para ejemplificar la Figura 1a y el concepto de restricción presupuestal se considera la existencia de tres casos: el primero se ejemplifica con el Cuadro 1, donde se muestra el costo promedio que incurre un metrosexual mexicano para mantener su rostro “saludable” es alrededor de dos mil trescientos pesos ($2,300.00). Un segundo caso es aquel individuo que prefiere pagar un tratamiento básico trimestral que va desde los seiscientos pesos ($600.00) hasta los mil cien pesos ($1,100.00). Por ultimo sería el caso de un metrosexual que desea un tratamiento con productos especializados, entonces el costo va desde los mil quinientos pesos ($1,500.00) hasta los dos mil quinientos pesos ($2,500.00).

Cuadro 1

Precios promedio de los principales productos para el cuidado de la piel masculina

Producto

Precios en pesos

Crema o jabón limpiador

200

Gel hidratante

400

Exfoliante facial

350

Crema de día

480

Crema contorno de ojos

360

Crema antiarrugas

500

Total

2,290.00

Fuente: revista Mundo Ejecutivo (2006).

Nota: La duración aproximada de los productos es de tres meses en presentación estándar.

Para ejemplificar la Figura 1b, se considera que todo consumidor elige de acuerdo a sus preferencias la opción que maximice su función de utilidad con el menor costo posible, esto quiere decir, que un metrosexual elegirá aquel punto donde su elección le proporcione el mayor bienestar, por lo que en la Figura 1b, la intersección de la curva de indiferencia y de la restricción presupuestal representa la elección óptima.

III. La industria de los cosméticos en cifras

La explicación del porque el fenómeno metrosexual por el lado de la oferta se podría resumir como un verdadero negocio que genera grandes utilidades a las empresas que participan en este mercado. Por ejemplo, según cnnexpansión, la marca Biotherm quien produce productos para el cuidado de la piel (cremas anti-edad, geles hidratantes, correctores de imperfecciones, exfoliantes y limpiadores faciales, entre otras) sus ventas en México se pronostican en 2.6 mil millones de dólares para 2009, ya que el mercado mexicano representa 30 millones de hombres entre 20 y 75 años, 40 por ciento de ellos gastan 50 dólares mensuales en productos para su cuidado personal. Por otro lado, los hombres entre 25 a 45 años de edad que incurren al consumo de cosméticos para mejorar su apariencia personal son en promedio trabajadores, empresarios, de espíritu joven y dinámicos[2].

Para el cierre del año 2000 el valor mercado mexicano era alrededor de 3,700 millones de dólares y daba empleo directo a 27 mil personas, siendo el mercado metrosexual el más dinámico al crecer del 1996 al 2000 en un 55 por ciento y cuyas ventas pasaron de 176 millones a 273 millones de dólares, según datos de la Cámara Nacional de la Industria de la Perfumería, Cosmética y Artículos de Tocador e Higiene (canipec) y de Euromonitor International En el cuadro 2 se muestra la evolución del mercado de cosméticos y productos en México, en el cual es evidente su expansión y se puede afirmar que su evolución futura es de grandes expectativas.

Comentarios finales

El arquetipo metrosexual surge por la necesidad de la industria de la cosmetología para incrementar sus ganancias mediante la diversificación de sus productos, así como desarrollar nuevos mercados. El éxito de la moda metrosexual ha consistido en crear en la población objetivo (hombres de nivel intelectual y económico relativamente alto) una imagen de éxito profesional, seguridad varonil, pero sobre todo de una persona que ha dejado a un lado el tabú de que los cosméticos son exclusivos para las mujeres.

A nivel industrial, representa un mercado altamente lucrativo que podría generar más ganancias que el de las mujeres en el futuro, si se considera que las propias marcas ven al hombre tener más disciplina en iniciar y concluir tratamientos para mantenerse atractivos que las propias mujeres, entonces ante este supuesto, es de esperarse que el impacto publicitario de la industria tarde o temprano logre sacar al metrosexual que todo hombre lleva adentro.

Referencias

Varian, Harl (2006)/ Microeconomía Intermedia, Ed. Bosch, Barcelona, 7ª Edición.

Garcia de León, Veronica (2007)/ “El negocio de los metrosexuales”, revista cnnexpansión.com mayo, México.

Sandoval, Felipe (2004)/ “El negocio de los metrosexuales”, revista Denegocios, abril, México.

Yáñez, Roberto (2006)/ “Metrosexuales: de la cultura a los negocios”, revista Mundo Ejecutivo núm. 327, año XXVI, vol. XLIII, julio, México.


* El autor es profesor y miembro del Seminario de Credibilidad Macroeconómica de la División de Estudios de Posgrado de fe-unam.

[1] Mark Simpson fue quien acuño el término en un artículo publicado en el diario londinense The Independent en 1994.

[2] Hay hombres que consumen cremas denominadas “para el día después”, que prometen borrar todos los signos de una borrachera; también gotas que son utilizadas para borrar los síntomas de fumar marihuana u otra sustancia toxica.