"...el miedo a la verdad, a la manifestación de la realidad, es uno de los sentimientos más extendidos entre los sectarios, igual si son de derechas que si son de izquierdas..." Manuel Sacristán Luzón, 1978
La industria cosmetica del metrosexual. Una perspectiva microeconomica
Javier Galán Figueroa*
En este trabajo se pretende busca dar una breve explicación sobre el comportamiento de los hombres metrosexuales como entes económicos a partir de la teoría económica y de esta manera no caer en perjuicios morales sobre las personas que integran este grupo social. Para lograr lo anterior el trabajo se compone en tres secciones; en la primera se describe al metrosexual como un ser social que busca encontrar un nivel de bienestar que vaya acorde a su vida cotidiana; en la segunda sección se explica el comportamiento de los hombres metrosexuales a partir de la teoría del consumidor haciendo hincapié que sus decisiones se basan en sus preferencias; en la tercera sección se proporcionan algunas cifras sobre el desempeño del mercado mexicano mostrando su importancia en la economía. Finalmente se dan algunos comentarios de tipo general.
I. El perfil del metrosexual
El arquetipo metrosexual es introducido por las agencias de publicidad y estudios de mercado para los hombres que quieren verse bien y que representan un sector de alto consumo para la industria cosmética. El hombre metrosexual, es metro porque en general se concentran alrededor de las grandes ciudades y sexual porque viven armoniosamente y sin complejos con su lado femenino.
El termino metrosexual se utilizó por vez primera por el ingles Mark Simpson[1] en el año de 1994, quien definió a este grupo social como los hombres del sigo xxi, más tarde, escribió un libro que lo tituló Meet the metrosexual donde describió las características y conducta del metrosexual definiéndola como el “narcisista que esta saliendo del closet”. Simpson recalca en su libro que la conducta sexual es muy independiente de esta clasificación, lo importante es el gusto de si mismo y de que los demás lo noten.
Entre las características más notables que definen a un hombre metrosexual estándar están: a) el gusto por la ropa o productos de firmas reconocidas, b) la preocupación por tratamientos para el cuidado de la piel o del cabello, c) uso de maquillaje para hombre, d) un cuerpo ejercitado, e) tener conocimiento de las tendencias actuales de moda, y f) originalidad y buen gusto. Con estas características se puede definir al metrosexual como el hombre de un nivel socio económico alto y que además resulta atractivo para las mujeres.
II. El comportamiento económico del hombre metrosexual
La conducta e influencia de la ola metrosexual en los hombres ha sido marcada por figuras públicas de gran impacto publicitario y de marketing, como es el caso del futbolista británico David Beckham, quien es considerado como el arquetipo del dandy contemporáneo, con una imagen que proyecta virilidad, seguridad, éxito, pero sobre todo, sin pena alguna por mejorar su apariencia rompiendo el tabú de que los tratamientos cosméticos son exclusivos para las mujeres.
Para la revista The Economist, en Estados Unidos aproximadamente entre el 30 y 35 por ciento de los hombres de entre 25 y 45 años tienen tendencias metrosexuales, mientras para la revista Mundo Ejecutivo, alrededor del 40 por ciento de los varones mexicanos de entre 20 y 40 años de edad utiliza al menos un producto cosmético.
El comportamiento del metrosexual como agente económico puede ser explicado a partir de la teoría del consumidor, donde se considera que todo individuo es racional en sus elecciones y de esta forma obtener la máxima utilidad de su función de utilidad, u(x), (ecuación 1) a partir de su restricción presupuestal (ecuación 2).
1)
donde 0 < θi <>iθi = 1 y i = 1, 2, …, n
2)
donde se supone que hay n productos en el mercado, por lo que i = 1, 2, …, n; p, es el precio del bien x, mientras m es el nivel de ingreso que tiene el consumidor. Lo anterior se puede expresar mediante
Para ejemplificar
Cuadro 1 | |
Precios promedio de los principales productos para el cuidado de la piel masculina | |
Producto | Precios en pesos |
Crema o jabón limpiador | 200 |
Gel hidratante | 400 |
Exfoliante facial | 350 |
Crema de día | 480 |
Crema contorno de ojos | 360 |
Crema antiarrugas | 500 |
Total | 2,290.00 |
Fuente: revista Mundo Ejecutivo (2006). Nota: La duración aproximada de los productos es de tres meses en presentación estándar. |
Para ejemplificar
III.
La explicación del porque el fenómeno metrosexual por el lado de la oferta se podría resumir como un verdadero negocio que genera grandes utilidades a las empresas que participan en este mercado. Por ejemplo, según cnnexpansión, la marca Biotherm quien produce productos para el cuidado de la piel (cremas anti-edad, geles hidratantes, correctores de imperfecciones, exfoliantes y limpiadores faciales, entre otras) sus ventas en México se pronostican en 2.6 mil millones de dólares para 2009, ya que el mercado mexicano representa 30 millones de hombres entre 20 y 75 años, 40 por ciento de ellos gastan 50 dólares mensuales en productos para su cuidado personal. Por otro lado, los hombres entre
Para el cierre del año 2000 el valor mercado mexicano era alrededor de 3,700 millones de dólares y daba empleo directo a 27 mil personas, siendo el mercado metrosexual el más dinámico al crecer del 1996 al 2000 en un 55 por ciento y cuyas ventas pasaron de 176 millones a 273 millones de dólares, según datos de
Comentarios finales
El arquetipo metrosexual surge por la necesidad de la industria de la cosmetología para incrementar sus ganancias mediante la diversificación de sus productos, así como desarrollar nuevos mercados. El éxito de la moda metrosexual ha consistido en crear en la población objetivo (hombres de nivel intelectual y económico relativamente alto) una imagen de éxito profesional, seguridad varonil, pero sobre todo de una persona que ha dejado a un lado el tabú de que los cosméticos son exclusivos para las mujeres.
A nivel industrial, representa un mercado altamente lucrativo que podría generar más ganancias que el de las mujeres en el futuro, si se considera que las propias marcas ven al hombre tener más disciplina en iniciar y concluir tratamientos para mantenerse atractivos que las propias mujeres, entonces ante este supuesto, es de esperarse que el impacto publicitario de la industria tarde o temprano logre sacar al metrosexual que todo hombre lleva adentro.
Referencias
Varian, Harl (2006)/ Microeconomía Intermedia, Ed. Bosch, Barcelona, 7ª Edición.
Garcia de León, Veronica (2007)/ “El negocio de los metrosexuales”, revista cnnexpansión.com mayo, México.
Sandoval, Felipe (2004)/ “El negocio de los metrosexuales”, revista Denegocios, abril, México.
Yáñez, Roberto (2006)/ “Metrosexuales: de la cultura a los negocios”, revista Mundo Ejecutivo núm. 327, año XXVI, vol. XLIII, julio, México.
* El autor es profesor y miembro del Seminario de Credibilidad Macroeconómica de
[1] Mark Simpson fue quien acuño el término en un artículo publicado en el diario londinense The Independent en 1994.
[2] Hay hombres que consumen cremas denominadas “para el día después”, que prometen borrar todos los signos de una borrachera; también gotas que son utilizadas para borrar los síntomas de fumar marihuana u otra sustancia toxica.
cuando no se entiende lo que pasa....
Rayuela
El FMI ha quedado reducido al más abyecto de los papeles: el de agorero del desastre.
Crisis financiera internacional: ¿Buenos días, Mr. Keynes?
Aquí la captura de una primera versión de nota mía que saldría en la próxima edición de Cuartilla, publicación de la Facultad de Economía.
Crisis financiera internacional
¿Buenos días, Mr. Keynes?
Carlos A. López Morales*
En el portal del semanario británico The Economist apareció hace unos días una fotografía en la que Ben Bernanke pareciera estar rezando para que el reciente recorte en la tasa de los bonos federales, que la dejó en su valor nominal más bajo en 5 años, tenga resultados mejores a los esperados. Paul Krugman, apenas galardonado con el Premio Nobel en economía, ha sugerido que eso es ya indicio de ocurrencia de la trampa de liquidez. En otra imagen que seguramente será explotada hasta el hastío, Alan Greenspan, el antecesor de Bernanke, aparece acongojado ante el Congreso de Estados Unidos al reconocer que su visión del funcionamiento de la economía, arraigada por décadas de experiencia profesional en el diseño de la política monetaria de la primera potencia económica mundial, ha estado fundamentada, según dice, en una “creencia fallida” en la capacidad auto-reguladora de los mercados, en especial los financieros. Como en avalancha, la opinión pública internacional ha señalado al “Maestro” como el responsable de promover política monetaria (y de regulación financiera) muy laxa en el primer quinquenio de la presente década, en parte como respuesta ante la perspectiva de recesión después de los eventos de septiembre de 2001. La soltura en el crédito de bajo costo y la poca regulación, entre otros factores, pudieron contribuir al surgimiento de burbujas financieras (como la de bienes raíces, caracterizada por la multiplicación de “activos tóxicos”, como se le denominaron en el argot) que, ahora se ve, acabarían por desinflarse llevándose consigo la relativa estabilidad financiera internacional y ampliando las posibilidades de una recesión global para algunos comparable a la de la Gran Depresión.
Algunos académicos, como Dani Rodrik y Jeffrey Sachs, consideran que la situación financiera en Estados Unidos ya ha tocado fondo. Pero eso no es nada alentador: las repercusiones en la economía real apenas comienzan, y ya el diario español El País se ha aventurado a pronosticar una caída en el producto interno estadounidense de aquí al primer trimestre de 2009 que podría significar un aumento de la tasa de desempleo para ubicarse hasta en 8%. En el sentido de amortiguar el impacto en la economía real, el gobierno de Estados Unidos acaba de anunciar el diseño de un plan de apoyo hipotecario mediante transferencias que casi equipara en monto al rescate financiero mismo: 600 mil millones de dólares (mmdd). Pero el mayor riesgo no se corre en la mayor economía del mundo. Claudi Pérez, periodista de aquél diario español, lo resumió bien: “la globalización es para lo bueno y lo malo, y ha llegado la hora de lo malo.” Como si todo lo que se ha visto en septiembre y octubre fuera poco, tanto Rodrik como Sachs han advertido que, en efecto, lo peor aún puede estar por venir, pero manifestándose no en el epicentro de la debacle, sino en la periferia, sea esta desarrollada o no. Alemania, por ejemplo, anunció un plan de rescate y de apoyo a sus empresas que asciende a 50 mil millones de euros.1 Tres países ya han quebrado, y algunos más albergan crisis esperando ocurrir. El Fondo Monetario Internacional (FMI) otorgó en los últimos días de octubre 2 mmdd a Islandia, no necesariamente una economía en desarrollo, después de que sus autoridades económicas declararan la bancarrota (los préstamos bancarios ascendían a 9 veces el producto interno islandés). Días después, el parlamento ucraniano aceptó la recepción de 16.5 mmdd provenientes del organismo multilateral “con el fin de superar el escenario de la crisis”, según las palabras del presidente del parlamento. Casi al mismo tiempo, Hungría acreditaba la recepción de 25 mmdd con acreedores varios (15 mmdd provenientes del FMI, 8.5 mmdd de la Unión Europea y 1.5 mmdd del Banco Mundial).
A la hora de redactar esta nota, Turquía y Pakistán figuraban en la lista de próximos receptores. Las cosas con el FMI han cambiado, según asegura el mismo Fondo y algunos comentaristas, aunque no para todos los países. Para aquellos considerados bajo “buena administración” el FMI ofrece un nuevo producto: un préstamo de corto plazo con condiciones mínimas que asciende a 5 veces el monto de la cuota nacional. México figura dentro de la lista de países que podrían beneficiarse con esta nueva línea de crédito, y ya el gobierno mexicano ha anunciado que se encuentra analizándola. Para algunos, como Rodrik, la mínima condicionalidad de esta línea de crédito es algo positivo, pues muestra que el Fondo ahora sí asumió el carácter de prestamista de última instancia que el sistema internacional requiere en estos días aciagos. Aunado a éste nuevo producto financiero, la Reserva Federal estadounidense (Fed) ha anunciado la creación de una línea swap para contribuir a la disponibilidad de dólares para aquéllos países también considerados bajo buena administración. México, junto con Brasil, Corea del Sur y Singapur, aparece en la lista corta de Washington. Con todo, el mes de octubre culmina para México con una fuente potencial de recursos que ascienden a 50 mmdd (20 mmdd de la línea del Fondo, 30 mmdd de la línea de la Fed) y que equivalen a un 70% del volumen de reservas observado después de la intervención cambiaria.
Las razones que motivan la disponibilidad de dichos recursos son relativamente claras: la probabilidad de que las autoridades de economías emergentes tengan que implementar planes de rescate de índole varia (ya al sistema financiero en su conjunto o a empresas identificadas, ya a la moneda doméstica) no es cercana a cero. Y a diferencia de Estados Unidos o de la Unión Europea, las economías emergentes no cuentan ni con la estabilidad financiera ni con la capacidad fiscal para hacer frente a la turbulencia aún cuando, por esta vez, no lleve el sello de la casa. Por ejemplo, en el caso mexicano ya se sabe que, por un lado, el banco central gastó en pocos días el 10% de sus reservas (unos 8 mmdd) en intervenciones en el mercado cambiario que evitaron, según la institución, que el dólar llegara a subastarse hasta en 20 pesos. También se sabe, por otro lado, que Nacional Financiera otorgó a Comercial Mexicana una línea de crédito de unos 3 mil millones de pesos para que pueda hacer frente a sus compromisos de corto plazo. Otros corporativos, como Cementos Mexicanos y Grupo Soriana, podrían necesitar medidas similares para evitar el desencadenamiento de cualquier crisis en el sistema mexicano de pagos. Si los recursos domésticos para todo ello llegarán a faltar, el gobierno mexicano podrá acceder a los externos gozando de la mínima condicionalidad en las líneas disponibles. Argumentos similares pueden ser aplicables para los casos de otras economías latinoamericanas y de otras regiones del mundo. Sin embargo, como resulta natural, el impacto potencial no es el mismo para las economías emergentes, y acaso se pueda defender la aparente paradoja de que aquellas que tengan índices de integración mayor con la economía global (medidos, por ejemplo, por el cociente de comercio exterior a producto interno, por la diversificación de dicho comercio, o por el acceso a los mercados de capitales) estén en mejor situación para hacer frente a la crisis global.2
De la gran depresión a la gran moderación ¿y viceversa?
La serie de rescates financieros alrededor del mundo, incluyendo los que se pueden vislumbrar en algunos países en desarrollo, ha llevado a la opinión pública internacional a atizar el viejo debate sobre la intervención del estado en la economía. Los presidentes de Iberoamérica, por ejemplo, han anunciado en San Salvador el fin del pensamiento neoliberal, para usar las palabras de Rodríguez Zapatero, y el regreso del estado a la economía, como en las palabras de Lula da Silva. En el mismo tono polémico, pero del otro lado, el influyente semanario británico The Economist, si bien reconoce la necesidad de socializar la pérdida privada cuando de ello depende la sobrevivencia del sistema, se opone a que la crisis derive en una ola global de nacionalizaciones. Pero la posición es mucho más compleja: el semanario sugiere también que los gobiernos, para combatir la recesión que se avecina, tendrán que mostrar un “coraje fiscal”, en forma de estímulos, recortes de impuestos, etc., similar al “coraje financiero” mostrado para evitar el colapso. En una posición similar, y también sin oponerse a la existencia de rescates pagados por los contribuyentes, Kenneth Rogoff, ex-economista del FMI y ahora profesor en Harvard, sugiere que la mejor política posible es la de no bloquear con la intervención una “dinámica saludable y normal” de consolidación y poda en el mercado financiero, pero insiste en que una mejor regulación es parte de la solución de largo plazo.
Incluso el contenido de la campaña presidencial en Estados Unidos (que sitúa a unos, los republicanos, como anti-intervencionistas y pro-mercado y a otros, los demócratas, como regulacionistas y centralistas) alimentó el debate, aunque no necesariamente proveyendo argumentos sólidos.3 Paul Krugman, en uno de sus primeros textos sobre la crisis, concluye tajante que “las tomas de control estatal pueden ser la única vía para hacer funcionar al sistema financiero.” Veamos: control estatal, supervivencia del sistema, estímulo fiscal, regulación e intervención pública, fracaso del “neoliberalismo”, etc. No son pocos los que podrían pensar que todo esto es un nuevo día para el keynesianismo, sobre todo aquellos que gustarían de asegurar que estamos frente a una nueva Gran Depresión. Pero en el detalle se ve que no hay mucho sentido en todo ello, pues mientras el origen de la Gran Depresión se suele ubicar en la operación del sistema económico de entonces, a la sazón muy diferente al actual, tanto tirios como troyanos sitúan el origen de la crisis actual en la esfera del diseño de política económica. Incluso Paul Samuelson, a quien también le tocó observar la Gran Depresión, incluye la errada política monetaria que dio lugar a la crisis actual junto a otras pifias de la política pública estadounidense (como el “asegurar” la victoria militar en Afganistán y en Iraq, o como la misma guerra de Vietnam). La crisis financiera es, en su opinión, un caso más de ese patrón (de éxitos seguidos de fracasos aún peores): al éxito en evitar la recesión después de septiembre de 2001 le sigue el fracaso asociado a la crisis actual.
Pero Samuelson está muy lejos de afirmar que las crisis no se presentan si el sistema funcionara en su forma “pura”, es decir, en ausencia de regulaciones e intervenciones públicas de índole variada. Samuelson dice que dos de las lecciones que obtuvo de la Gran Depresión son, por un lado, que “el capitalismo no puede evitar los ciclos económicos” y, por otro, que “no puede contarse con que los mercados curen por sí solos sus males.” Hay que decir que ambas cosas son ya muy sabidas en macroeconomía contempóranea. De hecho, después de décadas de experiencia de administración macroeconómica, y a la luz del éxito de la misma en muchos sentidos, Samuelson rescata la noción de la “Gran Moderación”, presente en la literatura desde hace ya algún tiempo y entendida como un amortiguamiento del ciclo de negocios (de suerte tal que sus altibajos “son menos pronunciados.”) Ben Bernanke mismo ha sostenido la hipótesis de que dicha moderación se debe a la pericia en el diseño de la política macroeconómica, en especial la fiscal y la monetaria, cuyo análisis y teoría se han exactificado enormemente en las últimas décadas. El debate del gremio, por tanto, no es únicamente sobre términos generales (“intervención o no intervención”), sino sobre la naturaleza concreta de la relación de la entidad pública con los agentes privados (que ahora simula más un juego dinámico de estrategia que un sistema determinista de operación mecánica). Así, viendo las características de las tuberías del sistema económico contemporáneo, por así decir, en las que la interacción entre estado y mercado se encuentra ya enraizada, se puede avanzar la hipótesis de que esta crisis, por cierto ya bajo control relativo, no significa tanto una regresión paradigmática hacia esquemas relativamente superados (tanto teórica como históricamente) como la reafirmación de la vigencia de la analítica particular con la que se analizan dichas características.
De esta forma, por ejemplo, la crisis se hace mas entendible con la hipótesis que Kenneth Rogoff ha presentado recientemente, que da por descontada la importancia de la regulación publica y enfatiza su problemática en ambientes estratégicos. Rogoff, siguiendo a su vez al economista ingles Willem Buiter, sugiere que el caso de la crisis del sistema financiero estadounidense se puede caracterizar por exhibir “captura reguladora”, es decir, una situación en la que la agencia que regula (la Fed) establece reglas que atienden los intereses no del conjunto del sistema, sino de algún grupo particular (los bancos de inversión). Una vez reconocida la importancia de la interacción entre economía y política ya mencionada, el análisis resulta más rico, más potente y más preciso si se enfoca a la filigrana de los fenómenos observados y se trasciende por tanto el ámbito de las generalidades poco concretas, siempre imprecisas, de las campanadas de la historia.
*Profesor de la Facultad de Economía de la UNAM. Estudiante del programa doctoral en economía ecológica impartido en Rensselaer Polytechnic Institute, Estados Unidos. El autor agradece los valiosos comentarios de Carlos Faviel y de Hugo Contreras y los exime de cualquier responsabilidad sobre las opiniones y los posibles errores contenidos en esta nota.
1Aunque algunas de esas empresas no quieren tocar esos recursos públicos, por ser estos “fuente” de comportamientos ineficientes que puedan dañar su reputación, según la opinión de algunos de sus directivos. No obstante, con el paso de los días, uno a uno los bancos alemanes comenzaban a acceder a los recursos disponibles: a principios de noviembre, el Commerzbank, segundo en importancia, solicitó 8.2 mmde del fondo de rescate. Al mismo tiempo, se espera que el BayernLB reciba 5 mmde, y recién se hizo publico que el HSN Nordbank ha solicitado a las autoridades fondos de hasta 30 mmde.
2Casos de mayor vulnerabilidad relativa en la región latinoamericana son los de Venezuela, Bolivia y Argentina. Los primeros dos tienen enfrente un panorama nada alentador, pues las previsibles caídas en precios y cantidades de bienes primarios (dependientes, esos sí, del mercado internacional) afectarán a los ingresos por exportaciones y, por el régimen de propiedad, a los ingresos públicos. El caso argentino enfrenta tanto problemas por el lado de los precios de bienes primarios (que representan sus exportaciones principales y de las que depende gran parte de sus ingresos públicos) como problemas de acceso a los mercados de capital. En el contexto de acceso limitado a los flujos financieros internacionales, diversos analistas critican la intención del gobierno de Kirchner de nacionalizar el fondo de pensiones debido a que consideran que se utilizaría para hacer frente a las obligaciones de deuda de los próximos años.
3Aunque la contradicción discursiva de la campaña republicana, favoreciendo la no-intervención en el contexto de un rescate público de magnitudes épicas, no ayudó a contrarrestar el deterioro de las preferencias electorales por la dupla McCain-Palin en las semanas previas a la votación.
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allí viene...
Como dijo Jack el destripador....
atizando el fuego
como si dijeran "ese gol lo meti yo"... si asi fuera, me parece, seria mas un autogol que un gol que define campeonatos...
lo que van a lograr con eso es que los seguidores de AMLO, y a lo mejor el propio AMLO, le digan al gobierno que no, que ese gol es de ellos: asi, atizando el fuego, gobierno y movimiento se van a entrampar en una serie de dimes y diretes sobre a quien hay que colgarle el milagrito de la reforma....le verdad es que me parece que no habria santo cuerdo que lo reclame...
una vez mas, aumentaran los tamanios de AMLO como lider politico y de opinion, dandole de nuevo todo aquello de lo que el se ha deshecho...por de pronto, como se ve, ya fija otra vez la agenda nacional....