"...el miedo a la verdad, a la manifestación de la realidad, es uno de los sentimientos más extendidos entre los sectarios, igual si son de derechas que si son de izquierdas..." Manuel Sacristán Luzón, 1978
allí viene...
Como dijo Jack el destripador....
atizando el fuego
como si dijeran "ese gol lo meti yo"... si asi fuera, me parece, seria mas un autogol que un gol que define campeonatos...
lo que van a lograr con eso es que los seguidores de AMLO, y a lo mejor el propio AMLO, le digan al gobierno que no, que ese gol es de ellos: asi, atizando el fuego, gobierno y movimiento se van a entrampar en una serie de dimes y diretes sobre a quien hay que colgarle el milagrito de la reforma....le verdad es que me parece que no habria santo cuerdo que lo reclame...
una vez mas, aumentaran los tamanios de AMLO como lider politico y de opinion, dandole de nuevo todo aquello de lo que el se ha deshecho...por de pronto, como se ve, ya fija otra vez la agenda nacional....
Banca central en turbulencia...
TRIBUNA: Laboratorio de ideas KENNETH ROGOFF
El reto de los bancos centrales
KENNETH ROGOFF 21/09/2008
Después de un año de crisis financiera mundial, varios bancos centrales clave siguen extraordinariamente expuestos a la flojedad de los sectores financieros privados de sus respectivos países. Hasta ahora, la estrategia de mantener los sistemas bancarios con la sonda de alimentación del crédito a corto plazo garantizado por el contribuyente tenía sentido. Pero con el tiempo, los bancos centrales tienen que desenchufar la máquina. De lo contrario acabarán ellos también en cuidados intensivos, cuando las pérdidas crediticias arrollen a sus balances de situación.
La idea de que las mayores economías del mundo sólo se enfrentan a un pánico poco duradero parece cada vez más forzada. Por el contrario, está quedando claro que tras un periodo de beneficios y crecimiento épicos el sector financiero necesita experimentar ahora un periodo de consolidación y poda. Hay que permitir que los bancos débiles se hundan o se fusionen (indemnizando a los depositarios ordinarios con los fondos de garantía estatales) para que los fuertes puedan resurgir con fuerza renovada.
Si éste es el diagnóstico correcto de la crisis financiera, los esfuerzos por bloquear una dinámica saludable y normal no harán más que prolongar y exacerbar el problema. No permitir la consolidación necesaria es debilitar los mercados crediticios, no fortalecerlos.
La Reserva Federal de Estados Unidos, el Banco Central Europeo y el Banco de Inglaterra están particularmente expuestos. Colectivamente han concedido cientos de miles de millones de euros en préstamos a corto plazo a bancos tradicionales y a complejos bancos de inversión no regulados. Muchos otros bancos centrales observan el movimiento con nerviosismo, perfectamente conscientes de que pronto podrían encontrarse en la misma situación, porque la economía mundial sigue debilitándose y las tasas de morosidad en todo tipo de préstamos siguen aumentando.
Si los bancos centrales se enfrentan a un enorme golpe contra sus balances de situación no será necesariamente el fin del mundo. Ha sucedido antes, por ejemplo, durante la crisis financiera de la década de 1990. Pero la historia da a entender que recuperar el balance de situación de un banco central nunca es agradable. Enfrentado a las pérdidas crediticias, el banco central puede optar por la inflación o por esperar a que los contribuyentes lo recapitalicen. Ambas soluciones son extremadamente traumáticas.
Una inflación desatada causa todo tipo de distorsiones e ineficiencias. (Y no crean que los bancos centrales han descartado el impuesto de la inflación. De hecho, la inflación se disparó durante el año pasado, facilitando oportunamente la necesaria corrección del precio real de la vivienda). Los rescates fiscales, por su parte, rara vez son tranquilos, e inevitablemente ponen en peligro la independencia del banco central.
Está también el tema de la equidad. El sector financiero ha obtenido beneficios extraordinarios, en especial en los países anglohablantes. Y aunque calcular el tamaño de este sector es extremadamente difícil debido a su opacidad y complejidad, las estadísticas oficiales estadounidenses indican que las empresas financieras obtuvieron aproximadamente un tercio de los beneficios empresariales estadounidenses en 2006. Dividendos multimillonarios en Wall Street y en la City londinense se han vuelto algo habitual, y las empresas financieras dominaban las listas de donantes a los principales candidatos políticos a las elecciones presidenciales estadounidenses de 2008.
¿Por qué entonces iban los contribuyentes ordinarios a pagar para rescatar al sector financiero? ¿Por qué no al automovilístico o al siderúrgico, o a cualquiera de los otros sectores que han sufrido recesión en años recientes? Este argumento tiene más fuerza si los bancos centrales recurren al impuesto de la inflación,que recae de manera desproporcionada sobre los pobres, con menos medios para protegerse de los aumentos de precios que debilitan el valor de sus ahorros.
El economista británico Willem Buiter acusa sin rodeos a los bancos centrales y a las autoridades de las haciendas públicas de "captura reguladora" por parte del sector financiero, en especial en Estados Unidos. Es una acusación fuerte, sobre todo si tenemos en cuenta las enormes incertidumbres a las que se enfrentan los bancos centrales y las autoridades de las haciendas públicas. Pero si dichas autoridades no realizan ajustes a medida que avanza la crisis, la acusación de Buiter tal vez parezca menos extrema.
¿Cómo pueden entonces los bancos centrales salir de este profundo agujero? La clave es precisar la distinción entre las empresas financieras cuyas dificultades están causadas verdaderamente por el pánico (y por lo tanto son temporales) y los problemas que son más fundamentales.
Tras un periodo de expansión masiva durante el cual el sector de los servicios financieros casi duplicó su tamaño, lo natural y lo normal es que se produzca una reducción. El problema de los préstamos hipotecarios subprime ha provocado una caída en las líneas de negocio principales de algunas instituciones financieras, en especial sus actividades de derivados, opacas pero extremadamente rentables. Es inevitable que se produzca una contracción del sector. Los bancos centrales tienen que empezar a fomentar la consolidación, en lugar de ampliar indiscriminadamente el crédito.
En principio, el sector financiero puede reducir su tamaño haciendo que cada institución se contraiga de manera proporcional, pongamos, un 15%. Pero éste no es el patrón típico de ningún sector económico. Si los fondos de riqueza soberana quieren entrar y mantener a flote empresas hambrientas de capital con la esperanza de una gran recuperación, debería permitírseles. Pero dichos fondos deberían también comprender que los grandes accionistas extranjeros en empresas financieras pueden ser mucho menos efectivos que los locales a la hora de coaccionar a los bancos centrales para que concedan enormes líneas de crédito sin condiciones.
Es hora de hacer inventario de la crisis y reconocer que el sector financiero está experimentando cambios fundamentales y no es una simple víctima del pánico especulativo contra las hipotecas. Sin duda, una mejor regulación forma parte de la respuesta a largo plazo, pero no es la panacea. Los actuales propietarios de bonos y acciones de empresas financieras deben pagar el precio mayor o habrá pocas esperanzas de que se comporten de manera más responsable en el futuro. -
Agricultura en Mexico....
ahora veremos la historia sobre los vegetales...
sd
El Nobel a Krugman...cuando el sistema está que se cae, espaldarazo a los liberales (en sentido anglosajón...)
Siempre es interesante ver las tendencias que marca la asignación del premio Nobel. En el colectivo que editó la Carta de Políticas en la FE-UNAM, y que luego editaría Intervenciones y Otros Artificios, siempre estaba la convicción de mirar de cerca y prestar atención a las implicaciones del Premio Nobel en Economía. Este año, rompiendo alguna suerte de tradición de otorgar premios conjuntos, se lo han dado a Krugman, a quien ya hemos prestado atención en esta bitácora...
Krugman es uno de los economistas estadounidenses más influyentes, no sólo a través de su texto sobre comercio (que se utiliza en la enseñanza universitaria en muchos, muchísimos, programas de economía), ni de sus "papers" de investigación, sino a través de su columna en el NY Times y en su blog (cuyo vínculo se incluye en la columna de la derecha de esta bitácora). Igualmente influyentes son sus textos más políticos, como su reciente libro "La conciencia de un liberal", donde se ve que si la balanza se tiene que inclinar entre el "fundamentalismo de mercado" (término que él mismo usa) y la intervención estatal, él prefiere ésta última. Krugman apoya publicamente la agenda demócrata en EUA, y en particular apoyó la candidatura de H. Clinton por sobre la de B. Obama, a quien ha criticado, de hecho, muy fuerte...
En fin, el hecho de que Krugman es ahora un Nobel es bueno, me parece, para darle variedad al conjunto de economistas "Nobeles" que andan por allí, y para darle seriedad a las críticas que algunos de ellos (i.e., Joseph Stiglitz) hacen al mainstream... Es así que, por donde se le vea (ya sea por la vertiente académica, ya por la política), el otorgamiento es algo positivo...
Agricultura en México...
Hectáreas sembradas en México. 1995-2005. La tendencia es decreciente. ¿Por qué?
Que dice Banxico que siempre sí...
De El Universal.com.mx Interviene Banxico para frenar alza del dólar |
Ixel González El Universal Ciudad de México Miércoles 08 de octubre de 2008 |
Subastará hoy el Banco de México 2 mil 500 millones de dólares a fin de frenar el aumento del precio de la divisa frente a la moneda nacional |
El Banco de México anunció que subastará 2 mil 500 millones de dólares a partir de hoy a las 12:30 horas. En respuesta, el dólar mayoreo bajó casi 3% a 12.62 pesos por dólar, desde un máximo de 13.20 pesos reportado en la mañana. Además a partir del 9 de octubre y hasta nuevo aviso el Banco de México ofrecerá diariamente 400 millones de dólares mediante una subasta a un tipo de cambio Aunque, esta subasta debería resultar en asignaciones únicamente cuando el tipo de cambio presentara una depreciación superior al 2%. "Ante las condiciones de incertidumbre y falta de liquidez en el mercado cambiario, la Comisión de Cambios ha decidido instrumentar estas medidas", señaló en un comunicado Banxico. El nerviosismo resultante de la crisis financiera mundial está afectando más a los países en desarrollo como los de América Latina, en especial México, que está muy ligado a Estados Unidos. "Esto se explica por los movimientos globales hacia instrumentos de calidad, hacia refugios seguros, que traen como consecuencia pérdida de valor para las monedas de los mercados emergentes", señalaron analistas. Para frenar la incertidumbre los bancos centrales más grandes del mundo han intervenido con el fin de dar liquidez al sistema financiero. "Estos movimientos continuarán mientras el sistema financiero mundial siga sin operar y es posible que sigamos observando a los bancos centrales operar directamente en los mercados, saltándose el sistema financiero", indicó Raúl Feliz, investigador del Centro de Investigación y Docencia Económica. fllq |
La intervención en el mercado cambiario...mjum, mejor dicho... el hecho de hacer pública la intervención en el mercado cambiario sugiere algunos puntos:
- Que la subida del dólar no era nada más un comportamiento de sobrerreacción...Pues si sólo era sobrerreacción, entonces nomás habría que esperar a que las aguas se calmaran y el dólar se estabilizara...
- Que de verdad hay una tendencia por debajo de la depreciación de la moneda, y que el Banxico estimaba que se iba a prolongar, por lo que no quedó de otra más que actuar, interviniendo de entrada con 2.5 mmdd, luego con 4oo mdd cada vez que el peso pierda 2%...
- Que "el miedo a flotar" se transforma rápidamente en "pánico a flotar"...
- Que por fin harán uso de las reservas internacionales que tanta plata le cuesta al país...
- Y bueno, ya en estas, conviene una calificación al comentario de Raúl Feliz: los bancos centrales llevan mucho tiempo "operando directamente en los mercados", pues ya sea que fijen cantidades (agregados) o precios (tasas) en el mercado monetario, o bien, que metan la manopla en el mercado cambiario, como ahora, para influir en precios y cantidades de dicho mercado (y, de nuevo, ahora lo hacen público, pero ya lleva rato la acumulación de reservas en el banco central...)
Comentarios a Paul Samuelson y el lunes negro
Ya habíamos incluído el vínculo a este artículo de Samuelson sobre la crisis. Fue publicado en El País, en la fecha que aparece abajo. Ahora comentamos, en rojo...
ANÁLISIS: Primer plano
Y vendrán nuevas debilidades
PAUL A. SAMUELSON 21/09/2008
La humanidad es más ostra que búho sabio. Tanto en la macroeconomía contemporánea como en la geopolítica contemporánea, los optimistas piensan demasiado pronto que distinguen el comienzo de mejores tiempos.
Antes, Estados Unidos y sus aliados derrotaron a los talibanes en Afganistán. ¿De verdad? Los enemigos extremistas resucitan, como el ave fénix, con mucha frecuencia. Una y otra vez.
Consideren también que el envío de más tropas estadounidenses a Irak parece correcto ahora que ha suscitado esperanzas racionales de que un Irak cooperador (a tres partes) avanza hacia el autogobierno, algo que podría justificar una futura retirada del Ejército estadounidense de ese país. Sin embargo, a los estrategas experimentados no les sorprenderá que los beneficios del creciente aumento de tropas se evaporen de aquí a seis meses.
De Gaulle aprendió por las malas los altibajos franceses en Argelia y Vietnam. Los presidentes Eisenhower, Kennedy, Johnson y Nixon aprendieron lecciones similarmente graves en Vietnam. Al final, sin victoria ni honor vanaglorioso, toda la sangre y la hacienda sacrificados para derrotar al Gobierno izquierdista vietnamita no valieron para nada. [Palabras fuertes. "Para nada".]
Un patrón muy similar a este patrón geopolítico -éxitos seguidos por derrotas cada vez peores- podría hacerse patente en el actual caos financiero. [Planteamiento que refuerza la importancia de la política. Siempre la política. La crisis no es tanto resultado no deseado, proceso emergente, de la interacción de multitudes, como sí lo son otras variables económicas (i.e., precios y cantidades de infinidad de mercados), sino que es más consecuencia de una serie de medidas de política que enmarca, a final de cuentas, esa interacción. Pero la interacción, por sí misma, queda en un segundo plano. Concuerdo con esta visión preliminar de Samuelson. La misma posición, es decir, de reivindicación de la política, se la leí recién a Jeffrey Sachs, en su libro Economía para un planeta abarrotado, que podríamos comentar cuando sea momento. Sachs critica al Banco Mundial y a los que él llama "ideologos del mercado" por suponer que toda la fabulosa infraestructura de comunicaciones en Estados Unidos es resultado de esa interacción masiva en los mercados. No. Es resultado de una medida de política, de un plan organizativo, de una intervención estatal directa, a veces construyendo propiamente la infraestructura, a veces determinando el marco y las reglas que gobiernan esa interacción masiva en el mercado. Él dice que al Banco Mundial y a esos ideólogos se les olvida ese detalle a la hora de sugerir la privatización de la infraestructura de comunicaciones en los países emergentes. Como sea, la política, en este caso de la crisis, levanta su fea cabeza] La Reserva Federal estadounidense y los bancos centrales extranjeros se vieron forzados a ampliar la oferta de crédito. No lo hicieron para proteger a los prestamistas hipotecarios temerarios y a los prestatarios temerarios de sufrir pérdidas de inversión y ejecuciones de hipotecas. Por el contrario, recordando lo gravemente que se hundieron las economías mundiales durante la gran depresión de 1929-1939, los Gobiernos modernos han actuado con rapidez para inclinarse contra los vientos adversos de la recesión.
Cuando la Reserva Federal ayudó al fondo de cobertura Long Term Capital Management mediante una ayuda financiera diseñada en 1998, la motivación fue mantener viva la prosperidad comercial de 1995-2000. Los seguidores de las actuaciones del presidente Herbert Hoover y del secretario del Tesoro Andrew Mellon en 1929 critican estas ayudas estatales porque fomentan el "riesgo moral", es decir, un aumento de la inversión arriesgada en el futuro debido a las expectativas de un rescate inmerecido.
La mayoría de mis compañeros macroeconomistas son en su mayoría demasiado jóvenes para recordar la gran depresión. Siendo alumno de la conservadora Universidad de Chicago, yo la percibí ampliamente dentro y fuera del aula. Y saqué varias lecciones permanentes:
1. El capitalismo puro no puede evitar algunos ciclos económicos. Y tampoco puede contarse con que los mercados curen por sí solos sus males. [Así, en menos de dos líneas, se percibe la madurez de la comprensión de Samuelson... ¿Qué se concluye de estas dos frases? La necesidad de la regulación y la intervención... Les haría bien a quienes piensan que Samuelson es uno de esos "ideólogos del mercado" leerle, ya sea en esta nota de diario, ya sea en este artículo, en el que pone a muchos de esos "macroeconomistas jóvenes" que piensan acríticamente en las bondades de la globalización en su lugar...]
2. Las medidas adoptadas por la Reserva Federal de subir y bajar los tipos de interés a corto plazo en una inclinación contra el viento pueden definitivamente amortiguar la volatilidad de la macroactividad comercial real. Éste no es un mero deseo académico. Desde 1989, nosotros y el mundo hemos disfrutado de hecho de una especie de gran moderación: ciclos empresariales con altibajos menos pronunciados. [La Gran Moderación. Demasiado interesante...¿A qué se debe? ¿A agentes más prudentes que han domado su espíritu animal? Ya vemos que en el mercado hipotecario de EU no había mucha prudencia...como no la hay en muchos otros lados... No, esa gran moderación, una suerte de "achatamiento" del ciclo de negocios se debería más a la regulación macroeconómica, a las políticas monetaria y fiscal, cuyo análisis y teoría se han exactificado enormemente en las últimas decadas... Ben Bernanke, el de la Fed, tiene la idea de que esa moderación se debe al aprendizaje de los "policymakers", y es probable que lleve mucha razón...]
3. Sin embargo, en momentos de alteraciones más graves -1929-1933 o 2007-2008-, las alteraciones por parte de los bancos centrales de sus objetivos de tipo de interés a largo plazo se vuelven cada vez más impotentes. Los tipos de interés cercanos a cero sólo sirven para fomentar la acaparación, no para gastar dinero.
4. Por último, en tiempos de severas crisis relacionadas con la oferta -como ahora y en la década de 1970-, cuando los precios del petróleo de la OPEP se cuadruplican de la noche a la mañana al mismo tiempo que las cosechas y la producción mundial de metales sufren y los precios de las materias primas se encuentran en una burbuja ascendente, una economía sufre una estanflación maligna: aumento del desempleo al mismo tiempo que la inflación total se desboca. [un momento...¿dijo 1970?]
Por desgracia, el mismo zigzag entre el optimismo y el pesimismo es endémico en la batalla entre las paridades del dólar estadounidense y las del euro, el yen japonés o el won coreano. Hace un mes, la ligera mejora de las exportaciones estadounidenses revitalizó el nivel del dólar respecto al euro y otras monedas principales.
Genial, quizá, para los especuladores de gatillo fácil. Sin embargo, el gráfico a largo plazo de los déficits de la balanza de pagos total de Estados Unidos sólo muestra contoneos en su crónica tendencia ascendente. Si esto le produce pesadillas a Warren Buffett, quizá las masas de estadounidenses que gastan en exceso se percaten también.
Si a los economistas nos hubiesen dicho en 2007 lo dura que sería la tormenta perfecta de los mercados financieros que se ha producido de hecho en 2008, creo que habríamos predicho racionalmente una recesión económica global en Estados Unidos mucho peor de lo que ha sido hasta ahora. ¿Pero cuánto va a durar? No contengan la respiración.
Temo que debemos esperar nuevas debilidades macroeconómicas, y probablemente persistirán durante todo 2009. A mediados de septiembre nos llegaba la noticia de la quiebra de Lehman Brothers, el cuarto mayor banco de inversión estadounidense. Tengo que aprobar la decisión de no avalarlo como se había hecho antes con Bear Sterns.
De nuevo sufrieron golpes duros sociedades gigantes como Citigroup y American Investment Group (seguros). Cuando nadie salió en ayuda de Merrill Lynch, la mayor casa de corretaje minorista estadounidense, Bank of America la engulló.
Alan Greenspan, ex presidente de la Reserva Federal, admitía públicamente que la tormenta perfecta sufrida por Wall Street a mediados de septiembre es un suceso peor, de esos que se dan "una vez en un siglo" [bueno... a ver... esta afirmación debiera ser tomada más como una broma que como conclusión del análisis... en primera, la frase "una vez en un siglo" carece de significancia estadística, y, si a esas vamos, pues ya tuvimos el '29, el '73 y ahora el '08...sí, todo en menos de 100 años...] . Por eso es extraño que el 16 de septiembre el Comité de Mercado Abierto de la Reserva Federal se negara a reducir un poco sus tipos de interés y dijera que no a un nuevo crédito de apoyo. Aunque éste sea un pecado venial, no mortal, me sigue pareciendo que el mayor fallo del gobernador Ben Bernanke es el de no recordar que, ante todo, la razón de ser de los bancos centrales es la de constituirse en prestamista de último recurso cuando una sociedad de mercado democrática se ve golpeada por la calamidad más grave.
Espero que Bernanke acabe teniendo razón y que yo me haya equivocado. [Pues no...como se ve ahora, fácilmente, a dos semanas del lunes negro...los bancos centrales del mundo han anunciado reducciones a las tasas...aunque hay bancos centrales "atípicos", como el Banxico, que incluso podrían elevarlas...siempre a contracorriente, como acostumbran...]
¿Qué le pasa a la presidencia de la república?
Vean la justificación legal con tecnicismos que, ante el hecho evidentemente político y cultural, demuestran inmadurez e incompetencia de esa índole, es decir, política y cultural.