Superfriqueado

En una entrada previa vinculamos a una discusión electrónica sobre el capítulo de cambio climático de la nueva edición de Freakonomics, Superfreakonomics.

Brad DeLong posteó un scan pdf del tal capítulo, que por alguna razón no encuentro ahorita (actualizaré el vínculo cuando aparezca. Actualización: ya lo encontré). Para actualizarse en la discusión, recomendaría ir a la entrada previa e ir a los blogs para ver lo dicho desde entonces, que no es poco, ni poco relevante. A los incluidos allí, incluiría el excelente blog de Yoram Bauman, muy celebrado por sus 10 principios de economía.

El asunto de fondo entre los autores de Superfreakonomics y el resto es el tipo de solución propuesta ante el cambio climático. La convención hoy es mitigar y adaptar. Mitigar la emisión de gases y adaptarse al cambio.

SuperFreakonomics favorece explorar el conjunto de soluciones conocido como "geoengineering" desestimando explícitamente el poder de la modificación a los incentivos y a las soluciones descentralizadas sobre las cuales se fundamentan la mitigación y la adaptación. Desestima el poder de las señales de mercado que la economía estándar se ha encargado (exitosamente) de establecer. Desestima el poder de las preferencias (y el reconocimiento generalizado de que son dinámicas, que cambian) y, de a una, el poder del mercado, asignando la solución a uno o dos experimentos.

Pero los sistemas climáticos son complejos. Muy complejos. ¿A poco sabríamos las reacciones sistémicas que se producirían del geoengineering? Por ejemplo, uno de los mecanismos propuestos para evitar otro Katrina es el de establecer millares de tubos de plástico (como si fueran popotes, con el extremo superior del popote justo en la superficie del mar) en el Golfo de México para mandar el agua caliente de la superficie hacia el fondo. Menos temperatura en el agua superficial se traduce en huracanes con menos fuerza. ¿Pero a poco sabemos que con eso no se alterará el de por sí frágil sistema de corrientes que le da a Europa el clima que tiene? ¿Estamos seguros que conocemos el rango probabilístico de los estados posibles?

Ellos dicen que es muy costoso promover cambios en el comportamiento generalizado de suerte tal que se produzcan las magnitudes requeridas de mitigación para combatir el calentamiento. No me creo esta posición [y extraña un tanto, pues los autores vienen de Chicago!!]. Habría que informarles que el comportamiento de la gente ya está cambiando para adaptarse al cambio climático en muchos lados [aquí el abstract a un paper que documenta algunos ejemplos...]

Por otro lado, en un programa de televisión (disponible en capsulas a través de su blog) los autores dijeron que sus cálculos demostraban que varias medidas ahora populares para reducir la huella de carbón (como la de adquirir alimentos producidos localmente, en lugar de que vengan del otro lado del mundo) se basan en fundamentos falsos! Ellos dicen que ocurre lo contrario (!!!). Sobre eso no comento más, pues habrá que ver sus cálculos. Pero las reacciones, y el simple hecho de que son 2 economistas (por demás talentosos) que producen best-sellers discutiendo campos fuera de su especialidad que se enfrentan a centenares (millares???) de científicos que trabajan sobre el asunto, y que se lanzan a minar los 2 o 3 consensos que (tan costosa y tardíamente) se han producido, me hace más escéptico.

Pero en aquella cuestión me parece que están eligiendo el principio equivocado. Implica decir que las preferencias no cambian (como de hecho lo dicen en el programa de TV), implica decir que las soluciones centralizadas son en este caso menos costosas y más efectivas que las soluciones descentralizadas. No se trata de no explorar lo que la ciencia y la técnica puedan realizar (aunque los ejemplos que ellos dan en el programa de TV, como la victoria ante la polio, no me convencen), pero no se puede apostar todos los huevos a una canasta.

Tal vez eso es lo que están buscando: mayor atención a los proyectos de "geoengineering", y hacen el punto favoreciendo por completo esa opción por sobre la mitigación estandar. En un analogía numérica, puede ser como si estuvieran buscando un promedio tal que para alcanzarse tienen que añadir valores muy extremos...

Actualización: Steve Levitt es economista y Stephen Dubner es periodista. Asumí que los dos eran economistas cuando escribí la entrada.

Ojalá estuviera mas tiempo y más frecuente entre nosotros...

Todos los derechos: Quino
Mafalda a Berlusconi
Vía
El Universal.

Consolidación y régimen fiscal

Hay que decirlo todo.


La discusión del foro alegra y contrasta como claro en oscuro con los foros electrónicos de ya saben qué diario (y, dijimos que hay que decirlo todo, de otros también).


PS: dijimos que habría más artificios para equilibrar las refutaciones. Andamos en esa, namás que hay mucho en la mesa.

Cordera y el sindicalismo

Al SME hay que tenerlo como cualquier otro sindicato. Por tanto, su lucha es la de los trabajadores, y hay que defenderse. Además, dice RC, el discurso antiSME no es democrático. Sigamos, pues, alimentando el maniqueísmo y negando la diversidad de opiniones.

No concuerdo. Al sindicalismo que se enfrenta al patrón público, cuyo capital viene de todos, hay que medirlo diferente que al sindicalismo que se enfrenta al patrón privado. Si no fuera así, tendríamos que celebrar acríticamente "las conquistas sindicales" (como las del SME) aún cuando éstas van en detrimento del interés del patrón, el Estado, todos. No se trata que no haya sindicatos públicos. Muy lejos de allí, lo que hay que discutir es qué sindicalismo necesita el país cuando el patrón somos todos. Indignarse con Cordera ante "el sueldo decente" que unos pocos trabajadores han "conquistado" olvida ver que esos trabajadores lo son de una empresa que opera en números rojos, cuya existencia no va de acuerdo al interés público, y con cargo a los impuestos, esos que andan muy muy escasos. Mejor pidamos democracia y transparencia sindicales en todos los sindicatos publicos.

La Sheimbaum da 5 ptos, los 5 no son precisos

La Sheimbaum da 5 ptos, los 5 no son precisos y me permito comentar largamente aquí.

1. Los abogados que he visto y que han distutido el punto, como el que sale en el Reporte índigo de esta semana, han coincidido con que el decreto no es ilegal. Ese abogado en particular es mucho mas honesto al decir que el asunto, si acaso, está abierto a interpretación, y que él pensaba que el decreto no es ilegal. En honor a la verdad y a la honestidad, la Sheimbaum debería decir que su versión es sólo una, no la única.

2. También es cierto que si LyFC le paga a CFE el precio de cualquier industrial se debe a una intención de no descapitalizar a CFE (si eso es exitoso o no, admito, lo desconozco ahora, y necesitaría informarme, pero entonces, si pensamos que eso no es aceptable, preparémonos para un aumento sustancial al costo de la luz -todos, uso doméstico, uso empresarial, y uso gubernamental). De mientras, se puede decir muy bien que está desde hace décadas en el interés público el tener una industria eléctrica integrada en una sola empresa pública. A LyFC la llevan liquidando décadas, y si no han podido es por el espíritu de sobrevivencia del SME (que lo llevó a darle la espalda al movimiento democrático del STERM en los 70 y a apoyar al mismo Salinas, y luego a Colosio, en 1988 y 1994.) Si LyFC estaba descapitalizada es que estuvo décadas en liquidación, hasta que Salinas le dio vida de nuevo. La situación financiera de la empresa es sólo testigo de su redundancia. Lo dicho, desde hace mucho se sabe que al Estado le conviene una sola empresa pública.
Sobre este punto cabe decir que el SME tenía un régimen de co-gestión de la empresa que pocos sindicatos, si es que alguno, disfrutan. No son sólo "los trabajadores", sino en parte "administradores" de la empresa. Es cierto que en la junta eran minoría, pero no estaban ausentes del todo.

3. Sheimbaum no menciona que el SME creó 4 mil plazas en los últimos años "que no servían para nada", en las palabras (no exactas) de Muñoz, quien ahora marcha al lado de Esparza. Muñoz atacó con versiones que no han sido discutidas, ni desmentidas, sobre la venta de plazas. Para entrar al SME tenías que tener un familiar, recibir una recomendación, y pagar la plaza. Tal vez no fueron o son todos, pero las prácticas allí están. Entonces opera un mecanismo perverso: el SME decide quién entra a trabajar y quién no. Cada que entra alguien, entra con compromisos políticos (que se traduce en votos) y pagando una cuota. ¿Qué importa si la plaza era necesaria o no? La pagaban nuestros impuestos, pues la empresa no generaba riqueza. Se comparan los sueldos de 6mil pesos contra los de los funcionarios públicos. Adelante, que a nadie se le olvide la desigualdad que hay en este país, pero también hay que recordar que esa plaza sindical, aun sea de 500 pesos al mes, no se necesitaba. Ese arreglo sindical, por ejemplo, obligaba a LyFC comprar los medidores que el mismo SME arreglaba, a pesar de ser mucho más caros que los que hay en el mercado, y criticaba la instalación de computadoras pues desplazaba a trabajadores. Todo, con cargo a los impuestos y en detrimento del servicio. Es bien plausible que el sindicato no es el único responsable, pero de verdad que no ayudó ni tantito. Si todo es falso, que lo desmientan. Las pruebas en contra allí están, aunque demasiado dispersas.
Mejor haría esa lana pública apoyando, por ejemplo, a las PyMEs, que son las que verdaderamente crean empleo en el país. El Estado no puede ser el empleador de última instancia. Si el gobierno no atacó la red de venta de plazas y la corrupción al interno (que, insisto, el mismo Muñoz criticó, y que muchos trabajadores han mencionado en entrevistas de calle, pero que, por alguna razón, no publica La Jornada) es porque el SNTE y los petroleros no salen bien librados de lo mismo. Eso puede explicar porque callan tirios y troyanos. Si esa fuera la moneda, se tendrían que ir contra ellos, y no pueden abrir tantos frentes al mismo tiempo (además ya el Mont dijo que de momento no se enfrentan a ellos). Pero si el SNTE y el STPRM hacen lo mismo, no hace defendible, ni tantito, al SME. Y si para la izquierda esa son prácticas deleznables, con todo, sin cuartel, contra la Gordillo y Deschamps, hasta que los destituyan y limpien esos sindicatos. La izquierda salió en defensa de las clase trabajadora. A mi me parece que la mayoría de la clase trabajadora no tiene la causa del SME. La clase trabajadora está vulnerable, empleada en las pymes y en otras áreas del gobierno, vulnerables como nadie al ciclo económico. Se perdieron cientos de miles de empleos con la crisis. Es una lástima que nadie hizo vaquita para ayudarles a llegar a fin de mes, que nadie salió en marcha para demandar su reinstalación. Ojalá me equivoque en esto.

4. Claudia dice que los vicios del SME hay que corregirse. Tan tán. A mi no me parecen vicios menores, cuya defensa vaya en el interés público o de las mayorías.

5. Esa es la verdadera cuestión. La izquierda debería estar pidiendo a Calderón que salga a explicar los contratos en las oficinas de Lozano, y la visión de mediano plazo que tienen para CFE (a esos contratos, no lo menciona Sheimbaum, el SME no se opuso de entrada, pues tenían concesiones espejo que los hacía prestadores del servicio). Lo que hay que ver es dónde radica el interés público. El gobierno esta convencido en que hay que licitar, y muy probablemente lo van a hacer. La cuestión es ver si la concesión va de acuerdo al interés público (sin respuestas preconcebidas), y ver qué arreglo institucional hay que poner entre la empresa pública o la privada. En efecto, nadie quiere otro Slim, ni otro Salinas Pliego. Hay que evitarlo a toda costa, pero tampoco queremos otra LyFC.

La blogósfera y la economía del cambio cimático

Los tiempos de los blogs y el internet. Debate sobre un capítulo que no ha sido publicado...