La Jornada, 8 de mayo 2008
Boicotean alumnos acto en la UNAM para conmemorar nacimiento de Carlos Marx
Nota de Laura Poy Solano. [vínculo]Al conmemorar el 190 aniversario del nacimiento de Carlos Marx, catedráticos e investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) destacaron que “hoy más que nunca es indispensable leer a los clásicos, y Marx es uno de ellos, al ser uno de los críticos más radicales de las injusticias sociales que genera el capitalismo salvaje, cuya única meta es la acumulación de riquezas y plusvalía, sin importar las consecuencias para los humanos”.
[Karl. No Carlos. Si yo viajo a Alemania pediría que me llamaran Carlos, que es mi nombre, y no Karl. A los anglosajones les pediría que me llamaran Carlos, no Charles. Marx se llamó Karl, no Carlos]
Reunidos en el auditorio Antonio Caso de la máxima casa de estudios, Ambrosio Velasco Gómez, director de la Facultad de Filosofía y Letras; John Saxe Fernández, catedrático del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades, y Enrique Dussel, filósofo e investigador de la UNAM, afirmaron que desde la lucha de clases y el análisis de los efectos del capitalismo podemos encontrar “las claves que desentrañan muchas de los efectos devastadores del capitalismo”.
Dussel destacó que Marx mostró por qué el obrero, “aun trabajando, es pobre. Señala que genera más de lo que recibe, y a eso le llamó plusvalor, pues toda la ganancia es proporcional a la pobreza, como establece en la ley de la acumulación. Se trata, pues, de un pensamiento científico, pero, al mismo tiempo ético, porque vio el sufrimiento de la gente y encontró una teoría que lo explicaba”.
Saxe Fernández destacó que ante un momento de inflexión como el actual, la reflexión histórica y geográfica, así como el análisis de clase que propone Marx, son “centrales”, pues aseguró que las categorías de neoliberal y neoporfirista “dejan muchas aristas fuera para entender lo que pasa entre las oligarquías, en este caso, de Estados Unidos y México, para explicar el motivo central de la actual propuesta de reforma energética planteada por el presidente Felipe Calderón”.
[Sólo puedo dar un comentario parcial, pues no estuve presente en el evento para escuchar en su totalidad los planteamientos expuestos y me tengo que conformar con la nota periodística, que puede dejar mucho fuera. Los comentarios parecen ir en tres sentidos: 1) destacar aspectos analíticos de la obra de Marx (reduciéndose a lo que hay en El Capital), como son la plusvalía y anexas. Una anotación sobre el carácter ético del asunto, que debería apuntar al hecho de que la totalidad del esfuerzo intelectual de Marx no es especialmente analítica, sino mucho más amplia, aunque también muy analítica. Luego hay asuntos más generales, como el asunto de la lucha de clases, y la necesidad de leer a los clásicos de las ciencias sociales. A mi parecer lo más relevante que se puede decir en un momento como ese, de conmemoración, con el objetivo de ser recogido en una nota de periódico como esta, es que más allá de los aspectos analíticos en la obra de Marx lo trascendental es su intención transformadora. Esa intención transformadora, de emancipación, tiene (o tuvo, por lo que se ve con muchas expresiones "de izquierda") una vocación científica muy clara, orientadora de todo lo demás. De allí viene la necesidad del carácter analítico. Enfocarse en los aspectos analíticos (conceptos como plusvalía, tasa de ganancia, etc.) o apuntar nomás en el carácter ético de su obra, reduce, a mi juicio, el alcance y la importancia del "pensamiento" de Marx, por decirlo de alguna forma, pues la unicidad de su esfuerzo intelectual es, de entrada, asunto de debate. Es mejor decir que la de Marx es una obra que tiene como objetivo central la transformación, y que tiene, para decirlo en la interpretación de Sacristán, tres elementos centrales: los filosóficos, los analíticos y los políticos. No es sólo la ética de la explotación, como lo expuso Dussel, a decir de la nota, sino la liberación, la emancipación.]
Por su parte, estudiantes de la Facultad de Economía (FE) impidieron la inauguración formal del encuentro, tras denunciar que autoridades de esa institución “pretenden borrar de la currícula el pensamiento marxista, y es una incongruencia que hoy pretendan hablar de su obra”, por lo que exigieron que José Antonio Ibarra Romero, secretario general de la FE, se retirara del lugar, lo que propició que la mesa inaugural concluyera de forma abrupta.
[Como dice un buen amigo mío, aquí es donde la puerca tuerce el rabo, pues esto es ni más ni menos que un absurdo. Un grupo de estudiantes impiden un evento que busca promover el cultivo de la obra de Marx. ¿Cuándo se ha visto? Pero el asunto es que el grupo de estudiantes no piensa que a Marx no hay que leerlo (que los hay), sino que son estudiantes que toman su obra como inspiración de su actitud política (y académica, pues en esa Facultad de Economía esa actitud puede ser el mejor pretexto para no ponerse a estudiar economía y matemáticas, pues son "neoliberal" una, y "burguesa" la otra...). Sobre semejante pretensión (la de borrar a Marx de la currícula) sólo puedo decir que esa es una percepción política (muy cómoda, por cierto, pues no hay mejor motivación para ejercer sus acciones, como la de impedir este evento) equívocada y no fundamentada objetivamente. Yo no puedo defender ni un momento la manera en que se enseña a Marx en la Facultad. Es urgente una transformación en la manera de leer a Marx. Pero ante cualquier señal de que se les quiere tocar "su quesito", se autonombran los herederos de esa tradición, se igualan con "el barbón", como le han dicho, y se ponen a clausurar eventos. La razón dada (de que es un "agravio" que las autoridades de la Fac. participen en el evento, lo que a mi juicio se me hace un acierto de esas autoridades) muestra una intolerancia que no debiera existir en la tradición de la que dicen participar, pues deja ver que ellos deciden quién sí y quién no puede hablar sobre Marx, en lugar de que lo vean como una excelente oportunidad de discutir con ellas "el campo teórico", como lo perciben, que ellos dicen dominar y defender... Y esos son los estudiantes que dicen tener la razón. Permítanme disentir fuertemente con ellos]
Afirmaron que el cuerpo directivo y los integrantes del consejo técnico de la facultad no han abierto un “espacio plural” para discutir un nuevo plan de estudios, por lo que continuarán demandando a las autoridades que cualquier reforma que se aplique sea integral e incluyente.
[Esa demanda del "espacio plural" es falaz. Me parece que los espacios institucionales están abiertos (tal vez como nunca en mucho tiempo). E incluso, si dichos espacios no estuvieran abiertos, ¿no es característica de la tradición de izquierda abrirse los espacios que requiere? Es un círculo vicioso el de ellos. Yo no les conozco ninguna posición académica sustantiva, ningún trabajo de investigación con el cual fundamentar sus posiciones. Les conozco, sí, cartas y "manifiestos" llenos de personalizaciones, insultos y mentiras. Por tal motivo no participan del debate sustantivo. Como no participan, pues no se sienten incluídos. Como no están incluidos entonces cualquier reforma no será "integral", a su juicio. Como no hay reforma "integral", pues entonces hay "resistir", como ellos dicen, y cerrar este tipo de eventos.]
En entrevista, Ibarra Romero, aseguró que “no se trata de una imposición vertical de nuevos contenidos; se han discutido y estamos abiertos al diálogo”, por lo que rechazó que con la creación de una nueva licenciatura de economía y negocios se pretenda borrar el pensamiento de Marx, “cuando ha sido uno de los pilares en la formación de nuestra facultad, pero eso no implica que dejemos a un lado nuevos conocimientos”.
[No sólo no lo implica, sino que lo ímpide, diría yo. La comprensión o la interpretación fructífera de la obra de Marx alienta la adquisición de esos nuevos conocimientos. Al entender la necesidad de actualizar la analítica de cualquier proyecto de transformación (la analítica de Marx es, ahora, más "hija de su tiempo". Muchos de sus conceptos analíticos están caducos, por decirlo así. Lo que no ofrece ningún problema en el esquema marxista. Los conceptos analíticos son caducos por definición, y ni qué decir sobre esa caducidad en ciencias sociales) los estudiantes que quieran abrazarse a uno deberían ser los primeros en las filas para inscribirse a los cursos de teoría economíca y matemáticas. También, ¿por qué no?, en los cursos de esa nueva carrera que tanta picazón en la conciencia les provoca.]
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