Veo que 70 de 700 estudiantes de la clase de Mankiw salieron de la clase como protesta por los contenidos, dicen ellos, ideológicos. Aquí algunos materiales. Los comentarios vienen después, en entrada próxima.
El blog de Mankiw
La carta abierta de los que protestan
En defensa del curso
Otros
http://www.thecrimson.com/article/2011/11/3/ec-walkout-occupy/
http://thedp.com/index.php/article/2011/11/occupy_movement_protests_econ_textbook
http://www.cornellsun.com/section/opinion/content/2011/11/08/we-didnt-go-harvard
http://www.thecrimson.com/article/2011/11/2/students-protest-Ec-10/
Moraleja: Están confundidos.
Actualización. En esta entrada pongo algunas reflexiones.
http://refutacionesyartificios.blogspot.com/2011/11/sobre-el-oportunismo-anti-economia-raiz.html
"...el miedo a la verdad, a la manifestación de la realidad, es uno de los sentimientos más extendidos entre los sectarios, igual si son de derechas que si son de izquierdas..." Manuel Sacristán Luzón, 1978
Sobre la tenencia
Gerardo Esquivel ha publicado un elogio de la tenencia (aquí y aquí) en el que dice que ese impuesto es tal vez el mejor y más noble del sistema mexicano. Da 4 razones. En algunas estoy más de acuerdo que en otras, pero no creo que sean suficientes para defender el impuesto. Sigo pensando que es mejor que lo quiten. Veamos primero el texto de Esquivel, entero, y pongo mis comentarios en rojo después de la línea.
Aquí ya habíamos hablado sobre le tenencia, precisamente cuando el Nobel Molina se lamentaba la posibilidad de que lo quitaran. Allí ya se adelantan algunas ideas que se exponen aquí, y dábamos cuenta y crédito a la documentación que muy bien hace Esquivel para tirar aquello de que la tenencia estaba puesta para financiar los olímpicos del 68.
Aquí desde Animal Político el elogio a la tenencia.
Mi posición es que estas cuatro razones no son suficientes para defender al impuesto, mucho menos para decir que es tal vez el mejor del sistema fiscal. Vayamos primero con estas cuatro razones, y luego examinemos la literatura (aunque el elogio de Esquivel no cita nada) para otras ideas
1. Correspondencia. La tenencia es buena, dice el argumento, porque otorga beneficios a los que pagan. Yo no soy fiscalista, pero lo que sé de economía del bienestar y de economía pública me lleva a pensar que este no es motivo de defensa. Para dar el mensaje pensemos un ejemplo extremo: pongamos un impuesto a los jugadores de golf para financiar la construcción de campos de golf. Este impuesto y el uso a los recursos tiene la correspondencia que menciona Esquivel. Pero si no se toma en cuenta el impacto de las obras de infraestructura en el resto de la sociedad no se puede evaluar el impacto en bienestar. La infraestructura vial que menciona Esquivel bien puede estar provocando pérdidas de bienestar en el resto de la sociedad, sobre todo cuando no hay planes claros de ordenamiento territorial y de urbanización. No hay necesidad entre correspondencia y mejoras de bienestar.
2. Progresividad. No hay mucho desacuerdo aquí. Esquivel pone datos, y allí están. Si acaso, estos datos pueden hacer la crítica a la correspondencia más clara: ¿por qué defender un esquema que beneficia a los que más tienen con una infraestructura vial que no todos podrán disfrutar pero cuyos efectos negativos, ante la mala planeación urbana, son para todos?
3. Reducción de externalidades. Sonamos. Aquí es donde yo me cuelgo de la lámpara. Puede argumentarse que la tenencia reduce el parque vehicular al elevar los costos. Hay evidencia en otros lados sobre que así sucede, como en Singapur. Pero Esquivel no ofrece cuantificaciones ni referencias sobre eso para nuestro caso. Ahora, el efecto de la tenencia en reducir la congestión es más bien fracaso estrepitoso, tan obvio en el DF que me extraña que se diga que la tenencia ha internalizado externalidades. ¿Por qué? El efecto en la tenencia en reducir el uso cotidiano del auto es una cuestión bien sabida en economía: un costo fijo no altera las decisiones cotidianas como sí lo hace un costo variable. La empresa del manual de micro no cierra cuando no puede cubrir los costos fijos, sino cuando no puede cobrar los costos variables. Entonces este efecto puede contrarrestar en los hechos el efecto (asumamos que existe) de reducir el parque vehícular: al pagar la tenencia los usuarios sienten que tienen todo el derecho de usar el auto todo lo que quieran, como de hecho lo hacen en la Cd de México, pudiendo dar como resultado el mismo número de viajes (o más) que podría resultar ante la ausencia de tenencia. Es decir, la tenencia no reduce el uso cotidiano, sino que acaso puede aumentarlo. La misma fuente sugiere que este efecto existe, aunque Esquivel no lo menciona. Si quieres internalizar externalidades causadas por una actividad, pon costos que dependen de la intensidad de esa actividad. La tenencia es un costo que no depende de la intensidad de uso del auto, lo pagas igual usando el auto o no. Dado que lo pagaste, no hay nada relativo a la tenencia que reduzca el uso cotidiano, por lo que no puede internalizar externalidades. Esquivel menciona al impuesto pigouviano y dice que la tenencia no lo sustituye. Allí tiene toda la razón: El impuesto bueno, el que internaliza, es el pigouviano. Ahora, si quieres tener un impuesto progresivo, mejora el ISAN.
4. Baja evasión. Esquivel escribe: " La tenencia es un impuesto que, bien aplicado, podría ser prácticamente imposible de evadir". Cosa casi de perogrullo, pues con esa frase se puede defender cualquier impuesto. Podemos decir, con la misma certeza, que los impuestos a las ventanas de Santa Anna, bien aplicados, son prácticamente imposibles de evadir. Eso no nos dice nada sobre la eficiencia económica del impuesto en sí. Ahora, tal vez estemos leyendo demasiado. Esquivel se refiere a que hay varios procesos que dependen de la tenencia (verificación, emplacamiento, etc.) que hace que la tenencia no pueda ser evitada. Ok. Pero si nos vamos por la baja evasión, sería mejor un impuesto no personalizado. Es similar a la discusión del ISR contra un impuesto al consumo. Las eficiencias económica y de recaudación mejoran cuando pones un único impuesto al consumo en lugar de un complicado sistema de ISR. Algo similar pasa aquí. Pon un impuesto a la gasolina (en lugar del subsidio!!!). Ese no se puede evadir, por más que le busques.
Así que repetimos lo mismo que pusimos comentando a Mario Molina: no es la tenencia, es la gasolina!!!
No hay mucha literatura relevante (o, mejor dicho, no hay mucho tiempo para desenterrarla). Pero encontré este estudio que discute la eficiencia entre impuestos que establecen costos variables contra impuestos fijos como la tenencia. La frase que me interesa poner es esta:
Este artículo es importante porque señala que una combinación impositiva es lo mejor. Reducir la tenencia lleva a una renovación del parque pero hay que balancear pues incentiva adquirir autos pequeños. Reducir el ISAN también aumenta la propensión a retirar cacharros. Las emisiones de CO2, que pueden ser interpretadas aquí como un proxy a la congestión y al uso, se ven mayormente afectadas por impuestos al uso. Es decir, este artículo sugiere evidencia de que ni el ISAN ni la tenencia tienen efectos significativos en el uso cotidiano, sino un impuesto que depende de la intensidad del uso cotidiano. Esto no sorprende. Es consistente con principios económicos básicos.
Moraleja: Lo que hay que hacer es no defender o atacar la tenencia nada más. Hay que pedir que se reduzca la tenencia (acaso eliminándola) pero esto debe acompañarse con una eliminación al subsidio a la gasolina (acaso un impuesto positivo) y una reclasificación del ISAN. El objetivo que se debe buscar es reducir el parque vehicular al mismo tiempo que renovarlo, y reducir la congestión y el uso cotidiano. Ni la tenencia ni el ISAN ni un impuesto a la gasolina pueden lograr esto por separado. Va todo junto.. Esa, en mi opinión, debe ser la posición de los economistas.
Aquí ya habíamos hablado sobre le tenencia, precisamente cuando el Nobel Molina se lamentaba la posibilidad de que lo quitaran. Allí ya se adelantan algunas ideas que se exponen aquí, y dábamos cuenta y crédito a la documentación que muy bien hace Esquivel para tirar aquello de que la tenencia estaba puesta para financiar los olímpicos del 68.
Aquí desde Animal Político el elogio a la tenencia.
---------------------------------------------------------------------------------------------------El Vaso Medio Vacío
Gerardo Esquivel
Mi posición es que estas cuatro razones no son suficientes para defender al impuesto, mucho menos para decir que es tal vez el mejor del sistema fiscal. Vayamos primero con estas cuatro razones, y luego examinemos la literatura (aunque el elogio de Esquivel no cita nada) para otras ideas
1. Correspondencia. La tenencia es buena, dice el argumento, porque otorga beneficios a los que pagan. Yo no soy fiscalista, pero lo que sé de economía del bienestar y de economía pública me lleva a pensar que este no es motivo de defensa. Para dar el mensaje pensemos un ejemplo extremo: pongamos un impuesto a los jugadores de golf para financiar la construcción de campos de golf. Este impuesto y el uso a los recursos tiene la correspondencia que menciona Esquivel. Pero si no se toma en cuenta el impacto de las obras de infraestructura en el resto de la sociedad no se puede evaluar el impacto en bienestar. La infraestructura vial que menciona Esquivel bien puede estar provocando pérdidas de bienestar en el resto de la sociedad, sobre todo cuando no hay planes claros de ordenamiento territorial y de urbanización. No hay necesidad entre correspondencia y mejoras de bienestar.
2. Progresividad. No hay mucho desacuerdo aquí. Esquivel pone datos, y allí están. Si acaso, estos datos pueden hacer la crítica a la correspondencia más clara: ¿por qué defender un esquema que beneficia a los que más tienen con una infraestructura vial que no todos podrán disfrutar pero cuyos efectos negativos, ante la mala planeación urbana, son para todos?
3. Reducción de externalidades. Sonamos. Aquí es donde yo me cuelgo de la lámpara. Puede argumentarse que la tenencia reduce el parque vehicular al elevar los costos. Hay evidencia en otros lados sobre que así sucede, como en Singapur. Pero Esquivel no ofrece cuantificaciones ni referencias sobre eso para nuestro caso. Ahora, el efecto de la tenencia en reducir la congestión es más bien fracaso estrepitoso, tan obvio en el DF que me extraña que se diga que la tenencia ha internalizado externalidades. ¿Por qué? El efecto en la tenencia en reducir el uso cotidiano del auto es una cuestión bien sabida en economía: un costo fijo no altera las decisiones cotidianas como sí lo hace un costo variable. La empresa del manual de micro no cierra cuando no puede cubrir los costos fijos, sino cuando no puede cobrar los costos variables. Entonces este efecto puede contrarrestar en los hechos el efecto (asumamos que existe) de reducir el parque vehícular: al pagar la tenencia los usuarios sienten que tienen todo el derecho de usar el auto todo lo que quieran, como de hecho lo hacen en la Cd de México, pudiendo dar como resultado el mismo número de viajes (o más) que podría resultar ante la ausencia de tenencia. Es decir, la tenencia no reduce el uso cotidiano, sino que acaso puede aumentarlo. La misma fuente sugiere que este efecto existe, aunque Esquivel no lo menciona. Si quieres internalizar externalidades causadas por una actividad, pon costos que dependen de la intensidad de esa actividad. La tenencia es un costo que no depende de la intensidad de uso del auto, lo pagas igual usando el auto o no. Dado que lo pagaste, no hay nada relativo a la tenencia que reduzca el uso cotidiano, por lo que no puede internalizar externalidades. Esquivel menciona al impuesto pigouviano y dice que la tenencia no lo sustituye. Allí tiene toda la razón: El impuesto bueno, el que internaliza, es el pigouviano. Ahora, si quieres tener un impuesto progresivo, mejora el ISAN.
4. Baja evasión. Esquivel escribe: " La tenencia es un impuesto que, bien aplicado, podría ser prácticamente imposible de evadir". Cosa casi de perogrullo, pues con esa frase se puede defender cualquier impuesto. Podemos decir, con la misma certeza, que los impuestos a las ventanas de Santa Anna, bien aplicados, son prácticamente imposibles de evadir. Eso no nos dice nada sobre la eficiencia económica del impuesto en sí. Ahora, tal vez estemos leyendo demasiado. Esquivel se refiere a que hay varios procesos que dependen de la tenencia (verificación, emplacamiento, etc.) que hace que la tenencia no pueda ser evitada. Ok. Pero si nos vamos por la baja evasión, sería mejor un impuesto no personalizado. Es similar a la discusión del ISR contra un impuesto al consumo. Las eficiencias económica y de recaudación mejoran cuando pones un único impuesto al consumo en lugar de un complicado sistema de ISR. Algo similar pasa aquí. Pon un impuesto a la gasolina (en lugar del subsidio!!!). Ese no se puede evadir, por más que le busques.
Así que repetimos lo mismo que pusimos comentando a Mario Molina: no es la tenencia, es la gasolina!!!
No hay mucha literatura relevante (o, mejor dicho, no hay mucho tiempo para desenterrarla). Pero encontré este estudio que discute la eficiencia entre impuestos que establecen costos variables contra impuestos fijos como la tenencia. La frase que me interesa poner es esta:
La tenencia lleva a comprar coches mas pequeños, lo que es bueno, pero puede llevar a un envejecimiento del parque vehicular, al reducir la propensión a retirar y renovar. El incremento en el ISAN también lleva a un envejecimiento del parque. Un impuesto variable (el usage tax) es el más efectivo en reducir CO2.
The sensitivity analysis identified car usage tax as the most significant parameters in reducing CO2. An increase in ownership tax, on the other hand, significantly results to a shift to smaller cars, while the propensity to decommission and repurchase can be reduced by increasing the purchase tax and can be decreased by increasing the ownership tax.
Este artículo es importante porque señala que una combinación impositiva es lo mejor. Reducir la tenencia lleva a una renovación del parque pero hay que balancear pues incentiva adquirir autos pequeños. Reducir el ISAN también aumenta la propensión a retirar cacharros. Las emisiones de CO2, que pueden ser interpretadas aquí como un proxy a la congestión y al uso, se ven mayormente afectadas por impuestos al uso. Es decir, este artículo sugiere evidencia de que ni el ISAN ni la tenencia tienen efectos significativos en el uso cotidiano, sino un impuesto que depende de la intensidad del uso cotidiano. Esto no sorprende. Es consistente con principios económicos básicos.
Moraleja: Lo que hay que hacer es no defender o atacar la tenencia nada más. Hay que pedir que se reduzca la tenencia (acaso eliminándola) pero esto debe acompañarse con una eliminación al subsidio a la gasolina (acaso un impuesto positivo) y una reclasificación del ISAN. El objetivo que se debe buscar es reducir el parque vehicular al mismo tiempo que renovarlo, y reducir la congestión y el uso cotidiano. Ni la tenencia ni el ISAN ni un impuesto a la gasolina pueden lograr esto por separado. Va todo junto.. Esa, en mi opinión, debe ser la posición de los economistas.
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