The idea of comparative advantage -- with its implication that trade between two nations normally raises the real incomes of both -- is, like evolution via natural selection, a concept that seems simple and compelling to those who understand it. Yet anyone who becomes involved in discussions of international trade beyond the narrow circle of academic economists quickly realizes that it must be, in some sense, a very difficult concept indeed.
Así que se trata de un concepto muy díficil para los no economistas. Pero Krugman luego relata algunos ejemplos en que economistas (de mas o menos poco peso, de seriedad ligerita, diríamos) muestran que no comprenden la idea.
Pues bueno. Investigando sobre la relación de los patrones de comercio mundial, agua virtual, y ventaja comparativa, me encuentro el siguiente pasaje de A. Hoekstra, ni más ni menos uno de los multicitados proponentes del concepto deagua virtual:
Further removal of trade barriers as foreseen for the future, particularly in the case of agricultural commodities, will facilitate increased international trade in water-intensive commodities. Virtual water import as a tool to release the pressure on domestic water resources can thus become attractive to an increasing number of watershort nations (Zehnder et al., 2003). Disregarding political objectives that might work in a different direction, according to international trade theory the people of a nation will seek profit by trading products that are produced with resources that are (relatively) abundantly available within their country for products that need resources that are (relatively) scarce. This theory, known as the theory of comparative advantage, has recently been proposed as a useful analytical tool to study the economic attractiveness of virtual water import for nations that have comparatively little water and of virtual water export for nations that have comparatively abundant water resources (Wichelns, 2004).
Fuente: http://doc.utwente.nl/58371/1/Report_20.pdf (pags 13-14)
Pues me parece que Hoekstra nomás no la pilla. Tanto así, que mal-cita a Wichelns, quien en ese paper precisamente prueba que las dotaciones relativas son solo parte de la historia, pero no determinan por sí solas el patrón de especialización. ¿Qué falta? ¡La tecnología! Wichelns, en ese mismo paper, da un ejemplito numérico en el que la ventaja comparativa determina un patrón de especialización en el que un país con poca agua se especializa en productos intensivos en agua, precisamente el caso contrario a lo que dice Hoekstra!!
Moraleja: La idea díficil de Ricardo sigue siendo díficil. Ysi vamos a andar hablando de cómo debe ser el mundo, pues conviene comprender las cosas que decimos. De todas formas, este desliz (que lleva un rato en la lit. de agua virtual) no invalida las aportaciones analíticas del tremendo Hoekstra, titán como es en la lit. del agua. No obstante, incluir la ventaja comparativa sí que pone el dedo en la llaga de la relevancia política de dichos cálculos... pues quedan un poco cojos.