Concuerdo en la visión del artículo. Aquí las lecciones más importantes
- El agua es muy barata y muy pesada, por lo que resulta un commodity de prácticamente nula liquidez (economicamente hablando, claro está)
- Por tal motivo, los mercados de agua tienen que ser locales, en función del grado en que en alguna región el sistema hidraulico esté integrado (es decir, en función en que haya verdadera competencia por el recurso, en la que el agua tenga costos de oportunidad positivos)
- La ausencia histórica de precios ha evitado el desarrollo de mercados en el pasado
- La innovación tecnológica ha hecho un by-pass con los sistemas de manejo de agua.
- Lo anterior ofrece muchas oportunidades de mejora en la eficiencia de uso
- La escasez, señalada por precios observables o precios sombra, motiva la innovación (en mi tesis de doctorado pruebo si el scarcity-pricing o la imposición de cuotas permite la adopción de tecnologías alternativas de irrigación que de otra forma no se adoptan, con respuesta positiva).
Moraleja: La economía del agua enseña su fea cabeza.
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