Abel Barajas
Ciudad de México (30 de agosto de 2008).- Para José Antonio Zúñiga Rodríguez, un chavo de uno de los barrios violentos de Iztapalapa, vigilar su juicio penal con cámaras de video, fue la diferencia entre pasar más de 20 años en la cárcel y estar libre.
El 11 de diciembre de 2005, en la Colonia Polvorilla, asesinaron a balazos a Juan Pablo Reyes; poco después, una patrulla capturó lejos del lugar de los hechos a José Antonio, quien vendía controles de juegos de video en un puesto de tianguis.
Víctor Daniel Reyes, primo del occiso, lo acusó de ser el homicida, y con eso bastó para que el Juez 26 Penal, Héctor Palomares, lo condenara a 20 años 5 meses y 18 días de prisión, sentencia que ratificó la Quinta Sala del Tribunal Superior de Justicia del DF.
Una de las amigas de José Antonio cuenta que para entonces el dinero se había acabado. Pagaron mil 900 pesos en el Reclusorio Oriente, para que no lo golpearan y se ahorrara la fajina --hacer el aseo--, el abogado se llevó 40 mil pesos por litigar el juicio y 30 mil por la apelación.
"La verdad ya no teníamos dinero y se nos ocurrió hacer fiestas de reggaeton para conseguir dinero", dice Yovana Negrete.
Una tarde, Yovana necesitaba llevar el equipo de sonido para una fiesta y buscó rentar una camioneta.
Tuvo suerte: el dueño del vehículo resultó ser el protagonista del documental "El Túnel", una cinta que expone todas las anomalías del sistema de justicia penal y que dirigen los académicos del CIDE, Roberto Hernández y Layda Negrete.
Marco Antonio le dio a Yovana los números de los directores del filme. De ese contacto nació otra película para Hernández y Negrete. Le titularon "El Externante" y en algo se parecía al documental anterior.
Gracias al pedido de Hernández y la diputada Layda Sansores, la defensa de José Antonio la asumió Rafael Heredia, quien presidió el Comité de Derecho Penal de la Barra Mexicana de Abogados.
El 7 de noviembre de 2007 el Poder Judicial Federal canceló la condena de 20 año y ordenó reponer el juicio.
La primera irregularidad que descubrieron es que el anterior defensor falsificó su cédula profesional, además salió a la luz que José Antonio había sido condenado aunque la prueba de Harrison resultó negativa.
Víctor Daniel Reyes, quien le imputaba el homicidio, aceptó que no conocía a Juan Antonio, que desconocía a su media filiación y que nunca vio que dispara un arma contra su primo.
A pesar de todo el juez repitió la sentencia de 20 años al joven.
Fue el TSJDF quien esta vez decidió liberarlo, tras observar los videos de la diligencia.
"La filmación total del juicio son 20 horas, ¡el juicio dura 106 putos días, para una cosa que dura 20 horas! Si le quitaras el dictado y pusieras un micrófono y una cámara, el juicio duraría 6 horas y Toño estuvo 100 días en la cárcel con una cosa que pudo haber durado una tarde", dice Roberto Hernández.
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