"...el miedo a la verdad, a la manifestación de la realidad, es uno de los sentimientos más extendidos entre los sectarios, igual si son de derechas que si son de izquierdas..." Manuel Sacristán Luzón, 1978
"si no pueden, renuncien"
Cuando las masas no van en la misma dirección...La Jornada se comporta como lo que durante mucho tiempo criticó...
Las imágenes de la marcha hace pensar que fueron centenares de miles...Pero La Jornada se refiere nomás al dato oficial (como si fuera el bueno) y dice que fueron 80 mil personas. Cuando la huelga de la UNAM recuerdo que La Jornada misma se mofaba de los cálculos oficiales de los asistentes a una marcha estudiantil. Por ejemplo, cuando los organizadores calculaban 80 mil, la SSP del DF decía 20 mil... Pero ahora, como a La Jornada le gustan algunas posiciones del PRD, y como al PRD no le gusta que marchen "los fresas", pues entonces asume esa posición oficialista, e incluso se mofa de los asistentes (por ejemplo, porque no saben cómo tomar el metro). [Ver nota]
La marcha contra la inseguridad se llevó a cabo no solo en el DF, sino en muchas ciudades del país (88, dicen los organizadores; 21, la SSP y La Jornada) y aun en el extranjero. La marcha de blanco, como se le conoce. Es la secuela de una marcha similar con el mismo motivo que ocurrió en la segunda mitad del sexenio de Fox (y que fue caricaturizada ridículamente por el PRD y y el GDF cuando AMLO era jefe de gobierno a través de panfletos de dibujos animados por ser la marcha de "los fresas").
Hay dos características de estas marchas: la composición social de sus integrantes (los críticos señalan que "hasta van artistas de Televisa y gente de Polanco, Interlomas, etc.") y su pretendido apartidismo. En mi opinión, la primera no es relevante: darle relevancia a esa condición social es discriminar. Punto. A mi me da pena cuando quienes se dicen de izquierda gastan saliva y el hígado minimizando eventos como este por ser "de clase media pa' arriba"...como si por eso cualquier manifestación política fuera menos importante. Y lo que es más, al revisar las crónicas de la marcha aparece el hecho de que al final de cuentas había diversidad ("había de todo, como en botica", escribe Ricardo Alemán), y que es La Jornada y los "de izquierda" quienes se cuelgan de la lámpara por el hecho de que las clases medias-altas y altas ahora sí participaron en una manifestación, y que la sola presencia de estas clases (y "sus fenotipos", como La Jornada le llama, con tufo racista) hace pensar que es "la marcha de los pirruris"... Con todo, no hay que pasar por alto que las televisoras han montado un espectáculo mediático, lo que para algunos refuerza el tufo clasista del evento...
La segunda es muy relevante. Si hubiera estado en México, probablemente hubiera ido no sólo por la demanda por seguridad (que es una demanda burguesa, cierto, pero que en México en estos momentos equivale a la sobrevivencia como sociedad y como país) sino por el carácter apartidista que tuvo, por el espíritu crítico hacia toda la clase política que mal gobierna el país (la misma que se indignó por el "si no pueden, renuncien" de Martí). Ayer, esa frase, "si no pueden, renuncien", se convirtió en consigna espontánea en miles de voces. Ojalá la presión social hacia la clase política no quedara nomás en este tipo de marchas. Ojalá varios de los integrantes de esa clase política estuvieran temblando y temiendo por su puesto. Pero no. A pesar de la legitimidad de la marcha, a pesar de su fuerza y espontaneidad, la clase política ha probado tener resiliencia ante este tipo de manifestaciones... Lo que no es suscribible de la marcha es que la desesperación social se traduce en regresiones como la de la pena de muerte. No fueron pocas las mantas y consignas que pedían pena de muerte a los secuestradores. Eso pone el debate en otro terreno. Yo no suscribo esa demanda ni por error, y mucho menos con el sistema de justicia mexicano. Más bien este tipo de marchas son más valvula de escape que mecha que inicia movimientos. Muchos de los participantes llegarán satisfechos a sus casas pensando que han hecho bien (y sí, hicieron bien) y que han puesto su granito de arena. Pero es precisamente por eso que estos eventos se dan cada 4 años, y no con mayor frecuencia e intensidad. Serán muy pocos los que lleguen a casa con las ganas de activarse políticamente. Ojalá fuera la gota que derrame el vaso para un verdadero movimiento social, que no sea corporativo, que no esté exclusivamente orientado explícita o implícitamente a cuestiones electorales y partidistas, como otros...
Sobre reformas estructurales....
Aquí una nota del diario Reforma sobre el sistema judicial mexicano. Tiene varias aristas que se comentarán de a poco en esta entrada... Aquí el vínculo al original.
Documentan en video anomalías en proceso, y echan abajo sentencia de 20 años
Abel Barajas
Ciudad de México (30 de agosto de 2008).- Para José Antonio Zúñiga Rodríguez, un chavo de uno de los barrios violentos de Iztapalapa, vigilar su juicio penal con cámaras de video, fue la diferencia entre pasar más de 20 años en la cárcel y estar libre.
El 11 de diciembre de 2005, en la Colonia Polvorilla, asesinaron a balazos a Juan Pablo Reyes; poco después, una patrulla capturó lejos del lugar de los hechos a José Antonio, quien vendía controles de juegos de video en un puesto de tianguis.
Víctor Daniel Reyes, primo del occiso, lo acusó de ser el homicida, y con eso bastó para que el Juez 26 Penal, Héctor Palomares, lo condenara a 20 años 5 meses y 18 días de prisión, sentencia que ratificó la Quinta Sala del Tribunal Superior de Justicia del DF.
Una de las amigas de José Antonio cuenta que para entonces el dinero se había acabado. Pagaron mil 900 pesos en el Reclusorio Oriente, para que no lo golpearan y se ahorrara la fajina --hacer el aseo--, el abogado se llevó 40 mil pesos por litigar el juicio y 30 mil por la apelación.
"La verdad ya no teníamos dinero y se nos ocurrió hacer fiestas de reggaeton para conseguir dinero", dice Yovana Negrete.
Una tarde, Yovana necesitaba llevar el equipo de sonido para una fiesta y buscó rentar una camioneta.
Tuvo suerte: el dueño del vehículo resultó ser el protagonista del documental "El Túnel", una cinta que expone todas las anomalías del sistema de justicia penal y que dirigen los académicos del CIDE, Roberto Hernández y Layda Negrete.
Marco Antonio le dio a Yovana los números de los directores del filme. De ese contacto nació otra película para Hernández y Negrete. Le titularon "El Externante" y en algo se parecía al documental anterior.
Gracias al pedido de Hernández y la diputada Layda Sansores, la defensa de José Antonio la asumió Rafael Heredia, quien presidió el Comité de Derecho Penal de la Barra Mexicana de Abogados.
El 7 de noviembre de 2007 el Poder Judicial Federal canceló la condena de 20 año y ordenó reponer el juicio.
La primera irregularidad que descubrieron es que el anterior defensor falsificó su cédula profesional, además salió a la luz que José Antonio había sido condenado aunque la prueba de Harrison resultó negativa.
Víctor Daniel Reyes, quien le imputaba el homicidio, aceptó que no conocía a Juan Antonio, que desconocía a su media filiación y que nunca vio que dispara un arma contra su primo.
A pesar de todo el juez repitió la sentencia de 20 años al joven.
Fue el TSJDF quien esta vez decidió liberarlo, tras observar los videos de la diligencia.
"La filmación total del juicio son 20 horas, ¡el juicio dura 106 putos días, para una cosa que dura 20 horas! Si le quitaras el dictado y pusieras un micrófono y una cámara, el juicio duraría 6 horas y Toño estuvo 100 días en la cárcel con una cosa que pudo haber durado una tarde", dice Roberto Hernández.
Abel Barajas
Ciudad de México (30 de agosto de 2008).- Para José Antonio Zúñiga Rodríguez, un chavo de uno de los barrios violentos de Iztapalapa, vigilar su juicio penal con cámaras de video, fue la diferencia entre pasar más de 20 años en la cárcel y estar libre.
El 11 de diciembre de 2005, en la Colonia Polvorilla, asesinaron a balazos a Juan Pablo Reyes; poco después, una patrulla capturó lejos del lugar de los hechos a José Antonio, quien vendía controles de juegos de video en un puesto de tianguis.
Víctor Daniel Reyes, primo del occiso, lo acusó de ser el homicida, y con eso bastó para que el Juez 26 Penal, Héctor Palomares, lo condenara a 20 años 5 meses y 18 días de prisión, sentencia que ratificó la Quinta Sala del Tribunal Superior de Justicia del DF.
Una de las amigas de José Antonio cuenta que para entonces el dinero se había acabado. Pagaron mil 900 pesos en el Reclusorio Oriente, para que no lo golpearan y se ahorrara la fajina --hacer el aseo--, el abogado se llevó 40 mil pesos por litigar el juicio y 30 mil por la apelación.
"La verdad ya no teníamos dinero y se nos ocurrió hacer fiestas de reggaeton para conseguir dinero", dice Yovana Negrete.
Una tarde, Yovana necesitaba llevar el equipo de sonido para una fiesta y buscó rentar una camioneta.
Tuvo suerte: el dueño del vehículo resultó ser el protagonista del documental "El Túnel", una cinta que expone todas las anomalías del sistema de justicia penal y que dirigen los académicos del CIDE, Roberto Hernández y Layda Negrete.
Marco Antonio le dio a Yovana los números de los directores del filme. De ese contacto nació otra película para Hernández y Negrete. Le titularon "El Externante" y en algo se parecía al documental anterior.
Gracias al pedido de Hernández y la diputada Layda Sansores, la defensa de José Antonio la asumió Rafael Heredia, quien presidió el Comité de Derecho Penal de la Barra Mexicana de Abogados.
El 7 de noviembre de 2007 el Poder Judicial Federal canceló la condena de 20 año y ordenó reponer el juicio.
La primera irregularidad que descubrieron es que el anterior defensor falsificó su cédula profesional, además salió a la luz que José Antonio había sido condenado aunque la prueba de Harrison resultó negativa.
Víctor Daniel Reyes, quien le imputaba el homicidio, aceptó que no conocía a Juan Antonio, que desconocía a su media filiación y que nunca vio que dispara un arma contra su primo.
A pesar de todo el juez repitió la sentencia de 20 años al joven.
Fue el TSJDF quien esta vez decidió liberarlo, tras observar los videos de la diligencia.
"La filmación total del juicio son 20 horas, ¡el juicio dura 106 putos días, para una cosa que dura 20 horas! Si le quitaras el dictado y pusieras un micrófono y una cámara, el juicio duraría 6 horas y Toño estuvo 100 días en la cárcel con una cosa que pudo haber durado una tarde", dice Roberto Hernández.
De los archivos de Sala-i-Martin...
Xavier Sala-i-Martin es conocido entre los economistas por su libro de crecimiento económico que tiene con Barro....por su particular página web, o por los sacos que usa, como el de la foto.
Como sea, su trabajo de investigación sobre crecimiento económico es indispensable...por lo menos eso piensa el gremio, pues el catalán se ubica entre los primeros en la lista de los economistas más citados.
Aquí ahora traemos algunas imágenes de su aplicación animada de distribución del ingreso. Aquí el vínculo a su aplicación desde su página. Aquí el vínculo al paper donde Sala-i-Martin discute los datos.
Los datos son para México, década a década desde 1970 hasta 2000:
Primero notemos que una distribución del ingreso equitativa se vería como un pico: El mayor número de personas con el mismo nivel de ingreso. En el '70 vemos tres grupos. Una clase alta con un ingreso elevado ($10,000+), un porcentaje elevado (la clase media) entre $5000 y $10,000, y un porcentaje elevado por debajo de los $1000. A lo largo de las décadas aquí mostradas se ve que la gráfica muestra tres tendencias: una, a convertirse en un pico, lo que sería señal de una mejora tendencial en la distribución del ingreso; dos, a moverse poco a poco a la derecha, lo que quiere decir que la media (el ingreso per cápita) ha aumentado poco a poco; y tres, que los tres grupos se fusionan en dos, una gran clase media-baja con un ingreso per capita que va desde los $2000 usd hasta arribita de los $10,000 usd, y una clase alta (más numerosa en 2000 que en 1970, como se ve) con un ingreso por ahi de los $30,000 usd - $50,000 usd o más.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)