Manejo sustentable de ciudades


NYC en la noche. Foto mía desde el Rockefeller Ctr. Verano 2010.

Entre los conceptos de "ciudades sustentables" y "manejo sustentable de ciudades" prefiero el segundo. Creo que es más preciso para enviar el mensaje necesario: hay que cambiar el manejo de ciudades tradicional.

¿Por qué las ciudades, con su concreto, autovías, edificios, pueden ser, de hecho, muy ecológicas y, al mismo tiempo, muy poco ecológicas? En este show de Radiolab, uno de los mejores de la radio pública de EUA, dan el ejemplo de NYC haciendo analogía con un monstruo que todo se lo come. La ciudad de Nueva York, en su desarrollo, primero comenzó con la oferta de agua local de la isla de Manhattan. Cuando casi por completo quedó cubierta con concreto, esta oferta desapareció, obligando a la ciudad a buscar más allá. Hoy, el agua de la ciudad se genera unos 150 km al norte, el la región de los Catskill, y es trasladada por un sistema de acueductos hacia la ciudad. La huella de la ciudad, por tanto, deja de ser local, y se convierte en regional, afectando más y más ecosistemas. Lo mismo se puede decir de otros bienes y servicios, sobre todo los que provienen del comercio regional, nacional, o internacional. ¿Cómo el crecimiento del impacto ecológico de la ciudad puede ser cosa buena? Bueno, vamos a decir: "contrafácticamente".

Si todos los habitantes aglutinados en NYC se dispersaran en ambientes rurales, en localidades de pocos habitantes, se requerirían más recursos, muchos más, para que pudieran mantener el mismo nivel de vida. Dicho de otra forma, y es una forma muy entendida en economía, las ciudades generan economías de escala en las que los requerimientos de recursos per cápita son decrecientes. Es decir, si se dobla la población no se requiere que se doble el flujo de recursos, por ejemplo del agua, para satisfacer la mayor demanda. Bastará un aumento menos que proporcional. Por eso, por lo que no es, es que las ciudades son una solución más ecológica.

Así que la aglomeración es cosa buena. Y no sólo por el ambiente, sino por las economías de escala y de red que surgen cuando andamos codo a codo. Y esto, que es cosa muy buena al reducir costos de transacción de todo tipo, también genera un feedback no muy bueno: las ciudades alimentan el crecimiento. Mientras puede ser cierto que las economías de escala de las ciudades reducen los requerimientos de recursos per cápita, por lo que ahorran recursos ante una reconfiguración espacial menos aglomerada de la población, también es muy cierto que esas economías de red promueven que las ciudades crecen y crecen y crecen, y ese crecimiento es muy malo cuando se hace de forma desordenada, puesta de cabeza, como en el DF. De allí que siento más preciso decir que lo que hay que hacer es el manejo sustentable de las ciudades, potenciar lo que tienen de muy bueno y mitigar lo que tienen de muy malo.


Fuente: http://noticierostelevisa.esmas.com/df/369492/transmitira-sspdf-reportes-viales-vivo/


Moraleja. Todo lo que es bueno de las ciudades viene de su asunto colectivo. No es posible manejarlas desde la ilusión del espacio y movilidad privados.

Más elementos de economía del espacio urbano

Aquí una nota sobre el colapso de la movilidad en la Ciudad de México.

http://www.excelsior.com.mx/index.php?m=nota&seccion=seccion-comunidad&cat=10&id_nota=833667#.T6_2Vrv6iSU.twitter

Aquí pasajes interesantes:

"...el ingeniero ambiental indicó que en Nueva York o en Tokio, cuando sus vialidades comenzaron a saturarse, se tomó la decisión de encarecer el transporte privado y fomentar el uso de transporte púbico masivo. “En estas ciudades, ni los altos ejecutivos andan en sus autos privados, es carísimo, no se puede y eso es lo que tiene que pasar aquí”, dijo el investigador.

Algunas de las medidas para moderar el uso del automóvil es a través de incremento del costo de los combustibles, los espacios de estacionamiento y el cobro de impuestos más altos como la tenencia, derogada en el DF."


"“Pelear contra la congestión es pelear contra un monstruo al que jamás se la va a ganar, por eso hay que tomarlo como una oportunidad para mejorar”, aseguró el especialista.
Usar la congestión como aliado implica establecer políticas de restricción del automóvil como la tarificación de las vialidades o la instalación de parquímetros que encarezcan el uso de un bien público."

 Moraleja: El espacio público es finito. La demanda, cuando su uso es gratis, es excesiva. Su uso debe ser moderado por los costos sociales, por lo que hay que fijar precios.

Elementos para una economía del espacio urbano















Una cosa es obvia al andar por las calles de la Ciudad de México: la tradegia de los espacios comunes. Cada vez noto con más claridad que aquí existe un mercado gritando por aparecer: el del uso del espacio público. Aquí algunos elementos:
  • De los 22 millones de viajes que se llevan a cabo diariamente en la ZMVM, 14.8 (70%) son en transporte público, 10 millones de los cuales exclusivamente en microbús,  6.8 en automóvil privado (30%), y el resto son mixtos. (Encuesta de movilidad del DF, aunque de algunos años atrás)
  • No obstante, el 71% del parque vehicular en la ZMVM corresponde a los autos particulares. Los microbuses representan el 0.98%.



    dale click para ir a la fuente.
  • Veamos: el 70% del parque vehicular da el 30% de los viajes, unos 6.8 millones, mientras que el 1% del parque vehicular hace alrededor del 50% de los viajes, unos 10 millones.
  • Pero el uso del espacio en vialidades es desproporcionado. Aquí un visual de este documento, del colectivo http://www.taller13.com/. Comparen el espacio que ocupan 240 personas en su auto particular contra el espacio que ocupan en un metrobús.

  • La infraestructura vial, las reglas de tránsito, y los mecanismos de incentivos favorecen a los tenedores de autos y a su uso. Recordemos el subsidio a la tenencia en el DF. Le significó un boquete al GDF de 5 mil mdp. De forma paralela, la admón local interrumpió los planes de la línea 5 del metrobús (de 1 mil mdp) porque se quedaron sin lana. Como que algo no está bien ¿verdad?
  • Existe una sobreutilización por los autos de las calles en la ciudad. Esta sobreutilización se debe, entre otras cosas, a
    • Manejar un auto es muy barato. La expedición de licencias está sub-valorada: no hay exámenes de manejo, e incluso hubo períodos en que eran permanentes.
    • Subsidio a la gasolina mantiene artificialmente por debajo el costo económico de los combustibles.
    • Estacionamiento gratuito en aceras o muy barato en estacionamientos privados. La promesa de encontrar un espacio en la acera es suficiente para que la gente decida llevar el auto, aunque tenga que pasar 30 minutos dando vueltas, haciendo tráfico, para encontrar un lugar. También, la ausencia de regulación (con, por ejemplo, parquímetros) hace que las personas dejen sus autos sobre la calle, en lugar de en sus estacionamientos, disminuyendo el espacio disponible.
    • La ausencia de un sistema de transporte público eficiente. Es un circulo vicioso que se romperá cuando las clases medias ruidosas comiencen a exigir con mayor ahínco la mejora del sistema de transporte público. 
  • La creación de infraestructura urbana no ayuda. El tráfico, dicen los que saben, es como un gas que ocupará cualquier espacio que lo contenga. Si ampliamos la superficie pavimentada, con el esquema de incentivos presente, en poco tiempo esa superficie estará saturada. Puentes, dobles pisos, supervías, etc., no son la solución al problema de movilidad.
  • El espacio público urbano no es nada más las calles. Sino la atmósfera. ¿Cómo? La sobreutilización del auto no solo satura las calles, sino que las emisiones asociadas sobrepasan la capacidad de asimilación de contaminantes de la atmósfera, aumentando la contaminación local, y provocando daños en todos. Los estándares mexicanos de contaminación están por debajo de la norma internacional y, de acuerdo con algunos, se mueren al año casi 15000 personas en el país por problemas asociados a la contaminación. En la Cd. de México es muy evidente la saturación cotidiana de la capacidad atmosférica por diluir contaminantes.
Así que hay que comenzar a defender la nada popular agenda de elevar el costo de manejar el auto en espacios urbanos, ya sea por mayor precio de gasolina, mayor precio del espacio de estacionamiento, o mayor costo de utilización de calles y vialidades, o todo junto. Ir en carro al centro histórico es una aberración que le debe costar al que se le ocurre. Se trata de avanzar la agenda de que el espacio público en el DF se recuperará, y con eso la calidad de vida, cuando el uso del auto disminuya considerablemente. ¿Cómo? Hay dos modos, no excluyentes: el aumento del costo ya mencionado, y la estrangulación física de las vialidades disponibles para los autos.