Marilyn Baptiste organizó a su comunidad para oponerse a la mina (que era abierta, que drenaba el lago). La minera presionaba y mandaba equipo a la zona, y en ocasiones era Marilyn la única que bloqueaba la carretera. (A one-woman road block). Al final, ella y su comunidad ganaron! Claro que es muy admirable y aleccionador! Como lo es también la plataforma institucional que permitió a Marilyn y su comunidad elevar su voz y ser escuchados.
En países como los nuestros no sé si tendrían tanta suerte, como atestiguan los activistas ambientales asesinados o encarcelados... (Recuerden el Goldman Prize de 2000, me parece, a Rodolfo Montiel y Teodoro Cabrera, campesinos defensores de bosques en México, que recibieron el premio encerrados en alguna cárcel rural mexicana... Y recuerden a Juventina Villa y Fabiola Osorio, activistas ambientales defensoras de bosques y manglares asesinadas en guerrero, cuyos crímenes siguen impunes.)
Moraleja: “Nosotros tenemos que ganar siempre, ellos sólo tienen que ganar una vez” David Brower, ambientalista estadounidense, sobre la defensa de los ecosistemas ante los desarrolladores de infraestructura