Sobre los blogs en economía y la participación del respetable


Hace ya varios años que comprendí que la famosa web 2.0 es una maravilla. Por ello me animé a abrir esta bitácora desde entonces (ya transitamos el 4o año), y ha sido excelente idea.

Alejandro Villágomez y Genevieve Signoret hace poco discutieron sobre el papel de los blogs en el debate económico en México. Quisiera ofrecer algunas opiniones. Pero antes recuperemos algunos documentos que contextualizan:

  1. Alejandro discute acá opiniones de Krugman sobre el papel de la blogósfera en Estados Unidos. K pregunta si el surgimiento de los blogs ha disminuído la calidad del debate de políticas en EEUU debido a que no hay peer-review, como con los papers. La cuestión, dice K, es que dicho debate de hecho se ha dado, por lo menos en su experiencia, sin peer-review: en los working papers del IMF o del NBER, y que el peer-review opera bien en literatura más académica, no necesariamente interesada en el debate de políticas. Incluso argumenta que el debate de esa literatura más académica se solía hacer sin peer-review, en los working papers mencionados pero también en las reuniones de élite de algún grupo académico prestigioso en alguna Ivy Leaguer. Ja! No estoy de acuerdo con K cuando dice que las journals no son medio de comunicación entre pares. A lo mejor eso me pasa por no pertenecer a la élite, como sí lo hace K, así que yo me he estudiado los avances de la ciencia a través de las journals. Con todo, el punto de K es que los blogs han reducido los costos de transacción a la hora de contrastar ideas, y que han democratizado la discusión académica (para bien o para mal, añadiría yo).  Nada qué decir. Lo que yo creo, sin embargo, es que un blog académico no sustituye a la investigación publicada bajo peer-review, y que no puede sustituirlo; además, creo que no es necesidad que en una blogósfera sana no haya acciones de pulling-rank para desprestigiar a algún comentarista incómodo, como sugiere K. Esas acciones, como cuando se presumen códigos postales, son estilos de convivencia que quienes los tienen los expresan en cualquier medio, incluída la blogósfera: ¿por qué tendría que ser diferente?
  2. Aquí la opinión del famoso semanario inglés. Acá mencionan algo interesante. Puede haber auto-selección para seguir los blogs con los que uno estará más de acuerdo. Aquí yo creo que piensan en Krugman mismo, tan celebrado por quienes lo siguen pero tan criticado por quienes no coinciden con él. Si mi memoria no me falla, creo que es Thomas Sargent quien llegó a decir que sólo lee el blog de Krugman cuando ya le llegó el chisme de que se lanzó indecentemente a desprestigiar a algún otro colega (tengo la idea que más bien fue Robert Barro, así que tómese el dato con cautela). Esto de la autoselección es cierto pero ¿cómo es eso diferente de todo lo que ocurre en otros foros? También mencionan que los académicos con historiales de publicación similares se valoran más cuando hay blog que cuando no lo hay. Así que hay un incentivo para tener blog. Cierto. Yo empecé a incluir esta bitácora en mi CV como un activo, ya sin miedo a que se leyera como si mal gastara mi tiempo en la web 2.0, pues no es así. Estoy convencido que esto es una inversión con altos rendimientos, pero como ya mencioné, no sustituye la publicación tradicional...
  3. Genevieve sugiere que el papel de los blogs es el de generar debate  y conversaciones entre pares sobre temas particulares. Alejandro comenta que sí, pero que eso no es lo único, pues él utiliza su blog como foro para contrastar ideas y participar al público lector de materiales varios. Yo creo que ambos tienen razón, y que las tareas que asignan al blog no son excluyentes. Sirven para lo uno y para lo otro. El problema que vería generalizado es el del debate, el de generar comentarios del público lector. En efecto, Genevieve acierta cuando dice que mucho de lo rico de los blogs se da en la sección de comentarios --a menos de que seas Greg Mankiw y tengas que cerrar la sección so pena de colapsar el servidor. Yo estudio economía y agua, así que ha sido estupendo ver los tremendos agarrones que David Zetland y Peter Gleick se han dado en el blog del primero (aquí un ejemplo ya muy violento). De esos agarrones hemos aprendido todos. Tuve la fortuna de inmiscuirme en una conversación con Gerardo Esquivel y otros de sus lectores sobre su "Elogio de la Tenencia". Fue un buen "back-and-forth", aunque breve, del que yo aprendí mucho. Mi visión sobre la tenencia después de ese debate es diferente a la visión con la que llegué. De eso se trata.
¿Por qué hay poco intercambio? Yo creo que no es un problema de tráfico. Es decir, hay volumen suficiente para estar obteniendo una discusión interesante con los lectores y con otros blogueros. Es un problema que tiene que ver, creo, con la cultura del debate y de la participación. Como cuando uno da clase y tiene que arrancarle a los alumnos las palabras para que mencionen algún comentario. Me parece que podría ser algo similar. Me encantaría, ¿a quién no?, que se diera más debate en la sección de comentarios, tanto como me encantaría que se diera más debate en la vida colectiva no cibernética... Creo que en la blogósfera estamos importando esa característica de la vida pública... Lo que podríamos hacer los que mantenemos bitácoras es comprometerse un poco y conversar más seguido, interactuar más. Tal vez los lectores se contagien y otros colegas se animen a abrir el propio...

Moraleja: Si hay que resumir la blogósfera en una palabra probemos con "generosidad".

Moraleja II: Compartiré la gran lista de blogs que sigo, tanto de economía y de agua como de otras cosas no menos importantes....

Economía ambiental y ecológica para no economistas

Mañana daré esta presentación a alumnos de biología de la Facultad de Ciencias de la UNAM.

¿Es o no es un rato hablar de economía ambiental y ecológica a no economistas? Mañana veremos...



Moraleja: Sobre lo sano de divulgar y hablar fuera de la zona de comfort...

Intereses de todos, acciones de cada uno: los balances que no hacemos


[[Tomo prestado el excelente título del todavía mejor libro de Félix Ovejero para hablar de activismo político ciudadano sobre aspectos muy fundamentales de la vida colectiva, que tienen que ver con la vida cotidiana y las reglas mínimas de convivencia...]]

No puede haber dinero tirado en el suelo, decía el chiste, pues ya alguien lo habría recogido. Llevado el punto a términos más generales, en una sociedad abierta, de competencia y flujo de información, no puede haber dinero en la mesa sin tomar. Tal es la eficiencia de los mercados. No hay oportunidades de mejora que no se hayan tomado. ¿O sí?

Es obvio que sí. Un trabajo que yo dejaría en el curso de microeconomía o de teoría de juegos para licenciatura que no estoy dando es que los alumnos identifiquen dos o tres mejoras de Pareto en la vida cotidiana. ¿Por qué no tomamos acciones que evidentemente dejarían a todos un poco mejor sin perjudicar a nadie? 

Así pasa con el asunto de la propaganda electoral que el Partido del Trabajo tiene ya colgada en varias avenidas del centro-sur de la Ciudad de México. Para decirlo rápido: es insultante. Y no hablemos del desperdicio, muy a pesar de ser plásticos "reciclables". 

Realmente no creo que haya vecinos o transeúntes que defiendan el cómo se ven esas avenidas. ¿Por qué no lo paramos? ¿Por qué no hacemos manifiesta a los del PT nuestra molestia? Si es generalizada, como creo que lo es, bien puede ser que reviren y retiren su propaganda pues les sale contraproducente. Tenemos redes sociales suficientes como para que eso pueda suceder. En el FB del PT hay varios mensajes que hacen explícita la molestia (varios son míos). De menos, contestaron que llevarán el mensaje a "las autoridades del PT". Estas autoridades son las mismas que sacaron su mensajito lamentando la muerte del dictador norcoreano y celebrando "los logros" de su dictadura, así que poco se puede esperar. Pero yo me pregunto ¿por qué no hubo más mensajes de molestia? ¿por qué la gente no hace explícita su opinión en un asunto tan elemental como éste? El punto es que los costos de hacer pública una opinión son mínimos y los beneficios potenciales son bastantes. La gente juega a la lotería muy insistentemente a pesar de que el balance costo beneficio es muy probablemente negativo (o, dicho al revés, muy positivo con probabilidad casi nula). ¿Por qué la gente no realiza acciones que tienen un costo beneficio de entrada balanceado y cuya probabilidad de volverse positivo crece a medida que más gente lo hace? Uno pensaría que los incentivos están puestos para que seamos más ciudadanos, más preocupados por el espacio público, mejores vecinos, etc., y que jugaríamos los juegos que tienen una ratio costo-beneficio positiva con probabilidad positiva, pero evidentemente no es así. 

La razón, tal vez, es que simplemente no queremos ver que hay dinero en la mesa, que hay juegos muy ganables que tienen ratios costo/beneficio que simplemente no examinamos...


Foto: Narvarte. Yo mero, cerca de casa.

Moraleja: Si estas pancartas fueran correos electrónicos cualquier servidor de correo las mandaría a la carpeta de spam. Si fueran tweets, la cuenta ya estaría suspendida por ser spammer. ¿Por qué no se puede frenar en la vida no cibernética? 

El Sistema Cutzamala y los sapos


La literatura anglosajona llama "low hanging fruit" a las opciones de política menos costosas, las más fácil de llevar a cabo. La metáfora es obvia. Primero te comes las manzanas que alcanzas con la mano, antes de trepar al árbol para comerte las de arriba. No se me ocurre de momento una traducción cómoda al castellano, pero lo traigo a colación para sugerir que con respecto al agua en la Cd de México podría haber "low hanging fruits" que no queremos tomar por necios (bueno no, es más bien por restricciones políticas, pero que resultan mas costosas en términos económicos). Hablemos del Sistema Cutzamala, de sus recurrentes crisis, para ponerlo en su contexto. Primero veamos una imagen para fijar la magnitud del sistema intercuencas. La imagen muestra 5 presas importantes del sistema. De Oeste a Este son Tuxpan y El Bosque, en Michoacán; e Ixtapan del Oro, Valle de Bravo y Villa Victoria, en el Estado de México. Luego el agua se traslada a la mancha urbana, donde se mezcla con agua de otras fuentes para drenarse hacia el Norte alimentando al distrito de riego más grande del mundo que depende de flujos de agua residual. Yikes! Vean la mancha verde alrededor del pin verde y comparen con la mancha gris alrededor del pin morado. De ese tamaño es el distrito de riego. 



Aquí un croquis detallado del sistema y de sus elementos. Hay presas, tubos, plantas de bombeo, plantas de potabilización, etc (Fuente: Estadísticas del Agua en México. CNA, 2011)


El 2009 fue un año muy movidito en términos de la operación del Cutzamala. La sequía de ese año puso en jaque al sistema, llevando las presas a 47% de su capacidad, y a la provisión de agua a la zona metropolitana, con cortes varios. Aquí, por ejemplo, un abánico de noticias sobre el Cutzamala en 2009. Como se ve, la situación fue muy crítica. De lo perdido lo que se encuentre: los níveles bajos de presas y canales fueron aprovechados por la CONAGUA para desazolvar parte de la infraestructura, pues sale más barato así que teniendo que desahogar a propósito.

Ahora, ya en 2012, la cuestión se repite. La tremenda sequía de estos meses está reduciendo el nivel de las presas (actualmente en 69%) alertando a los administradores que ya anunciaron recortes preventivos. Esta estrategia es muy interesante, pues el objetivo de tales recortes es reducir el impacto que un corte abrupto puede tener en la ciudadanía, somo si fuera una forma de promover vía oferta el suavizamiento temporal del consumo de agua (Me pregunto si no es mejor suavizar vía demanda, con precios, y me respondo que sí, pero es políticamente inviable en época electoral -y no electoral, pa que nos hacemos?).  

En la literatura ya se barajan algunas opciones adicionales para asegurar la provisión en el futuro para hacer frente a la demanda esperada. Este es el nuevo capítulo en la centenaria historia de intervenciones ingenieriles (desde el Albarradón de Nezahualcóyotl, los acueductos prehispánicos, el Tajo de Nochistongo, el mismo Cutzamala y los grandes emisores de los S. XX y XXI)  para alterar la hidrología de la zona, ahora involucrando a varias cuencas alrededor. El siguiente mapa muestra las opciones consideradas. Las flechas azules muestran los flujos actuales del sistema Cutzamala hacia la ciudad. La flecha naranaja corresponde al desagüe hacia Hidalgo. Las flechas rojas indican los proyectos alternativos. De Oeste a Este: del río Temascaltepec hacia Valle de Bravo, de la Presa Taxhimay hacia la ZMVM, del río morelense Amacuzac hacia la ZMVM, del veracruzano Tecolutla y, por último, del poblano río oriental. 

Fuente: Carrera-Hernandez, J.J & Gaskin, S.J.(2009) Water management in the Basin of Mexico: current state and alternative scenarios. Hydrogeology Journal, 17:1483-1494. (DOI 10.1007/210040-009-0442-2)

Pero preguntemos, pues ¿qué tan importante es el sistema Cutzamala para la ZMVM? La siguiente tablita expone las fuentes de provisión y sus magnitudes. El Cutzamala, con 15m3/s (unos 0.5 km3/año), representa el 25% del volumen suministrado. Casi el 70% de dicho volumen viene de explotación interna, mayoritariamente subterránea, mientras que el resto lo provee el sistema del Lerma. Ese 70% consiste de ~40m3/s que se extraen de diversos pozos del acuífero de la ZMCM, cuya zona de recarga principal está en el llamado bosque del agua, en particular en la zona de Contreras y en la Sierra Chichinautzin-Ajusco. 


Me pregunto si ayudar en la provisión tanto teniendo una mejor administración de las extracciones como aplicando diversas medidas de conservación y restauración no es menos costoso que hacer malabares hidráulicos en el Cutzamala. Por ejemplo, se sabe que alrededor del 40% del volumen suministrado se pierde por fugas en la red de distribución. Yo primero pensaba, optimista, que estas fugas infiltraban hacia el acuífero, ayudando un tanto a la recarga. A pesar de lo absurdo que sería traer agua de 300 km solo para echarla al subterráneo chilango, eso no sería tan grave como lo que realmente parece suceder. El asunto es que esas fugas se dan no tanto en las tuberías profundas como lo hacen en las tomas domiciliarias y en el baño (!!!) de tu casa y de la mía. O sea que las fugas no infiltran, sino que se combinan en el desagüe, representando pérdidas desde el punto de vista del sistema interno. De un estudio del Centro de Capacitación de Agua y Saneamiento, reportado en este artículo:


O sea que traemos agua de Michoacán, la potabilizamos en el EdoMex en una de las 10 plantas de potabilización más grandes del mundo (la de Berros), le damos un viaje por las tuberías del DF, visita tu casa, se cuela por un sapo defectuoso, se suma al agua residual, y termina regando maíz o alfalfa en algún municipio de Hidalgo. ¡¡¡Las cosas que hay que ver!!!

Autoridades del Sistema de Aguas de la Ciudad de México, por ejemplo, han dejado en claro lo que cambiar el sapito del excusado puede hacer para disminuir estas fugas. ¿No es esta una fruta que cuelga muy abajo? ¿No saldría más barato invertir en un programa que reparta o promueva el cambio del sapito del excusado cada cuanto e intentar reducir esos 12% o 15% de la tablita de arriba? Si se miden contra la provisión total de arriba (63m3/s), esto correspondería a entre 7 y 9 m3/s, que son equivalentes a las segunda o tercera etapas del Cutzamala (ver aquí). Si promovemos esos cambios tan sencillos, y tal vez más con adicionales medidas de demanda, ¿no podríamos hacer innecesaria la construcción de infraestructura adicional de trasvase intercuencas? 
 El otro día escuchaba este estupendo programa de WNYC sobre agua. Allí mencionan brevemente el caso de NYC, y de cómo una renovación de la infraestructura sanitaria (ie, excusados de menor capacidad, regaderas eficientes, control de fugas) ha mantenido practicamente constante el consumo de agua de la ciudad, a pesar de que la población se ha casi-duplicado. ¿No es esto mejor y más barato que construir mas trasvases con vida útil limitada y que generan costos elevados en las zonas donde se ubican? Esa ciudad también es botón de muestra de que la conservación y el enfoque de cuencas tiene dividendos económicos enormes. Geofrrey Heal les llama "los retornos financieros de la biósfera". Pero sobre eso escribo después.

Moraleja: Es hora de pasar de lo que Peter Gleick llama "el camino duro" (ie, tubos y presas) a "el camino suave" (ie, administración de demanda). Dicho de otro modo, en lugar de actualizar hardware para un software caduco, hay que actualizar software para usar mejor el hardware que tenemos. Leer historia ayuda. Y uno sólo puede esperar que los de CNA y del SACM estudien el Cadillac Desert que narra qué pasa cuando la visión ingenieril (construir, construir, construir presas y más presas y más presas) domina a la integral... Ahora EEUU comienza a desandar el camino con la reoperación de presas o, de plano, con su remoción. Como nos vemos se vieron y como se ven nos veremos. Ojalá no dentro de mucho...


¿El estudio de la sustentabilidad como ciencia dura?

Pues por lo menos la Society for Industrial Ecology tiene una Gordon Research Conference, que por lo general están organizadas para diversas disciplinas de las ciencias de la naturaleza.


Las preguntas y la lista de speakers están de lujo. Uno no va a presentar un trabajo a estas conferencias como sí se hace en otras conferencias. Para hablar aquí uno tiene que ser invitado. Uno puede aplicar y asistir, y uno puede competir por un lugar para la sesión de posters. Sale carísimo, pero veré qué hago para poder asistir, ojalá con un poster.

Moraleja. ¿Por qué la economía no tiene su Gordon Research Conference? Es pregunta...

Chávez en la sociedad a-científica

Hugo Chávez y sus líos por no entender ni una media de estadística...

http://goo.gl/g8sgt

Moraleja: ¿Ya ven por qué es importante que los presidentes lean?

Sobre el oportunismo anti-economía a raíz de la mini-protesta en Harvard

Realmente, el evento en el que 1 de cada 10 estudiantes del curso de Mankiw en Harvard hayan protestado saliéndose del curso es casi irrelevante sino fuera por que los que mantienen una posición de descalificación hacia la economía, muchas veces infundada y basada en desconocimientos, han hecho de eso un escándalo.

En la entrada previa están algunos vínculos al respecto, que son el trasfondo de esta reflexión. Solo se puede añadir esta breve entrevista de Mankiw en NPR en la que habla del asunto en cuestión.

http://www.npr.org/2011/11/03/141969009/economics-class-protests-perceived-bias

Sobre el evento en sí, valga solo leer primero la carta abierta de los que protestan y luego la respuesta estupenda que otro estudiante hace. Pone los argumentos en su lugar. Sin aceptar 100% lo que Jeremy Patashnik escribe, poco se puede añadir. Habla del curso, de los objetivos, de preguntas normativas y positivas, del papel de los libros de texto, tan odiados por quienes no los estudian. Vaya, no voy a repetir los argumentos.

Lo que motiva seguir poniéndole atención a un asunto que queda ya resuelto en sí mismo por los documentos ya vinculados es la algarabía que esto trae ante quienes mantienen una posición de descalificación de la economía contemporánea, una gran mayoría no-economistas, aunque también hay egresados de escuelas de economía (no necesariamente practicantes de la disciplina en sentido positivo). Es decir que no es el evento en sí, sino lo que los observadores hacen del evento en sí. Las descalificaciones a la economía contemporánea suelen ocurrir, desde el conjunto muestral que es mi propia experiencia, con amigos y conocidos, ya por mera pose de estar siempre en contra de algo, por corrección política o, los menos, por alguna fundamentación epistemológica (aunque, pienso yo, mal localizada). El primer y el segundo motivos caen por su peso, no vale la pena detenerse. Sólo decir que todos ellos tienen en este evento, que ocurre "en la tripa del imperio", "muy desde dentro", "incluso en Harvard hay tremenda indignación", un aliciente para posiciones que cumplen una agenda desconectada de lo ocurrido (y por tanto oportunistas). ¿Por qué es desconectada? Porque los argumentos de los que protestan son débiles, tanto que otro estudiante recién egresado o por egresar (no lo tengo claro) puede responder a ellos con soltura y precisión. Vale la pena tener en mente que la única vinculación de este acto de protesta con el movimiento de ocupas es el mero hecho de que los estudiantes que protestan así lo dicen. Pero para repetir esa sabiduría mexicana "así como dicen una cosa dicen la otra". No hay una transversalidad decidida centralmente entre las acciones de protesta, como es normal en un movimiento descordinado y descentralizado como éste. Si ante eso los críticos escuchan el tolón-tolón de las campanadas de la historia, pues allá ellos.

Lo anterior deja entonces para reflexión la crítica oportunista que se basa en algunas consideraciones epistemológicas que ya se tenían anteriormente, y que se relanzan con oportunidad ante el evento. Pues es un debate que hay que dar, pero no a propósito de lo ocurrido en el salón de Harvard, sino por mérito propio. Ante eso, pues, el hecho de que la descalificación metodológica de la economía (pongo metodológica para distinguirla de la descartada en el párrafo previo) tenga que recurrir a este evento, más bien débil metodológicamente, al punto tal de que el estudiante Jeremy les dice a los que protestan que simplemente no leen, habla mucho de la pobreza de argumentaciones precisas sobre la supuesta debilidad teórica de la economía contemporánea. Es decir, antes que un golazo de escándalo, es más un autogol. Suelen criticar los supuestos, los modelos, lo términos, sin hacer una valoración de su poder analítico, de teoría positiva, sin mostrar, por ejemplo, cómo las teorías alternativas que tanto defienden son mejores a la hora de rechazar o no rechazar hipótesis, digamos, sobre la detención de las hiperinflaciones, sobre las variables significativas en el crecimiento económico, o sobre la preferencia de un impuesto al CO2. La crítica se suele hacer en términos mucho más generales. Y está bien, sirve para depurar, pero no se meten al detalle del asunto, a criticar en el mismo terreno. Si lo hicieran se darían cuenta que la economía contemporánea no es un monolito, y que hay debates con alta precisión, numérica, matemática, entre diferentes escuelas. Se darían cuenta, vaya, que Mankiw, quien ahora aparece como el neoliberal, neoclásico, mainstream de mala calaña y demás adjetivos, está en verdad bastante inclinado al ala keynesiana, y que está mucho más cerca de a quien ponen como faro en la oscuridad, Krugman, a pesar del pleito cotidiano, que de otros académicos como Barro, Sargent, y anexas. Si lo hicieran, se darían cuenta que no están todos en el mismo saco, y acaso entenderían lo desubicado de la protesta de los estudiantes. Pero no lo hacen. Ni modo.

¿Habrá respuesta de los economistas que hacen economía positiva? No creo. Parte del asunto es que están en otra cancha, en otro estadio, luchando en su labor cotidiana contra las preguntas que motivan su investigación. Es decir, creo que con esto se hace evidente que la crítica que quiere ser metodológica no lo es por la simple razón de que están en canchas distintas, en terrenos distintos. Esto se explica por la reticencia de los críticos precisamente a practicar la disciplina, a en verdad mantener vivo el carácter positivo de la ciencia del que habla el estudiante Jeremy. Esa reticencia se expresa, no sólo pero sí decididamente, en su renuencia y descalificación a los libros de texto con los que se enseña economía en todo el mundo.

¿A quién prefiere? A un conjunto de herramientas teóricas que pasan cotidianamente por el escrutinio de cientos (miles?) de profesores y de miles (decenas de miles?) de estudiantes (que tal eso como arbitraje??), por tanto depurándose, o a un conjunto de argumentaciones que no se someten a escrutinio alguno en publicaciones o foros, pero que es bien políticamente correcto mantener, y que implican que la mayoría de los economistas viven (y también me toca, aunque hago economía ecológica, pero tal es el grosor de su coladera) en una suerte de delirio de masas. ¿Por qué los críticos se fascinan ante el hecho de que 70 estudiantes que más bien no han hecho su tarea protestan, y no se escandalizan ante el hecho que el 90% del curso se quedo en el auditorio para la clase? ¿Por qué no se escandalizan por las miles de ocasiones en que un acto de protesta así no ha ocurrido? Ḿi posición, creo yo, es clara.