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El abandono gubernamental de los compromisos ecológicos del Estado

Hace un par de meses escribí este textito sobre los días aciagos de la política ambiental mexicana. Aunque le hace falta una edición que lo aclare, lo pongo por aquí para que no se quede archivado sin ver siquiera la luz.
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El abandono gubernamental de los compromisos ecológicos del Estado

Carlos A. López Morales

Mayo 2022


En fecha reciente, titulares del poder ejecutivo federal, particularmente Presidencia y Semarnat, han usado los espacios públicos de difusión para señalar que las críticas al llamado “Tren Maya” carecen de validez porque quienes las elaboran son “pseudoambientalistas”, dando lo mismo si se trata de artistas pop, académiques con probadas carreras de investigación o colectivos de diversa escala y carácter en defensa del medio ambiente y del territorio. Lo que debe quedar claro es que el descrédito al interlocutor es una trampa para no hacerse cargo del contenido de la crítica, cuya validez depende del mérito propio, con independencia de quién la esgrime. Este infortunio solo empeora cuando se acompaña de la gastada frase con la que el oficialismo corriente intenta esquivar responsabilidades: el famoso “¿y dónde estaban cuando…?” A final de cuentas, detener el deterioro ecológico generalizado, incluyendo los impactos negativos en la salud y el bienestar de las familias mexicanas, es responsabilidad del gobierno, no del ambientalismo más consecuente o más oportunista, y es el gobierno, con su política ambiental, el que ha estado en falta.


Este episodio no resulta en sí mismo sorpresivo en tanto que es consistente con la manera en la que Presidencia atiende la urgencia de los asuntos públicos: esquivando, tergiversando, negando. La novedad, acaso, consiste en haber sumado a las instancias federales encargadas de la política ambiental para distraerse de sus responsabilidades sustantivas con ese jueguito de intrigas. Tal vez como premio, una mayoría morenista en el Congreso de la Unión impidió que la titular de medio ambiente compareciera ante esa tribuna a propósito de la destrucción que aquél “proyecto de desarrollo” puede implicar para los ecosistemas y las comunidades de la Península. En suma, este triste espectáculo es uno más con el que la presente administración profundiza en el abandono de los compromisos ecológicos del Estado mexicano. Dicho abandono es visible en la ocurrencia combinada de cuatro procesos: el declive de los presupuestos ambientales, el diseño inconsistente de política ambiental, el aumento del riesgo climático y ambiental y la ausente procuración de justicia ambiental, que debiera incluir no solo el castigo a la destrucción ecológica por parte del capital público o privado, que casi nunca ocurre, sino las diligencias para llevar justicia a activistas ambientales (y a sus familias y comunidades) que han sido asesinades por defender bosques, selvas y ríos, incluyendo los que han ocurrido en este sexenio y que se mantienen también en la impunidad. 

El compromiso ecológico del Estado no es un recurso retórico: está implicado en el Art. 4 de la Constitución, que establece los derechos de toda persona a un medio ambiente sano y al acceso al agua potable y al saneamiento. De ese documento se derivan tres leyes generales de materia ambiental promulgadas en diversos momentos: la del equilibrio ecológico y protección ambiental, promulgada en 1988, que busca la preservación y restauración de los ecosistemas mexicanos al tiempo de definir los principios rectores de la política ambiental, incluyendo la procuración de justicia; la del cambio climático, promulgada en 2012, que articula las acciones de mitigación y adaptación climáticas con dicha política; y la general de aguas nacionales, de 1992, que establece el marco legal e institucional de la administración de los recursos hídricos nacionales. En respuesta a esa legislación, la administración pública federal ha construído durante las últimas cuatro décadas un andamiaje legal e institucional de cierta complejidad y especialización que brinda al Estado herramientas y presupuestos para atender sus compromisos ecológicos establecidos en ella. Y mientras ese proceso ha traído cierto liderazgo internacional en la materia, ha sido claramente insuficiente a la luz del pésimo desempeño ambiental del capitalismo mexicano.

Pero la respuesta del gobierno corriente a dicha insuficiencia no ha sido el fortalecimiento de la política ambiental y de las instituciones que la implementan, sino su tránsito hacia la irrelevancia, cuando no su práctico desmantelamiento, operado tanto a nivel presupuestal como de diseño de política y enmarcado en la tergiversación discursiva característica de las narrativas oficialistas de este sexenio. La vertiente presupuestal de dicho abandono es muy visible en la Figura 1, que muestra el presupuesto ambiental federal durante las cuatro administraciones que son posteriores a las modificaciones de 1999 al Artículo 4 Constitucional. Como se ve, la clara tendencia creciente de los tres primeros lustros se rompe abruptamente en la segunda mitad del sexenio de Peña Nieto que, al finalizar, representó un retroceso presupuestal de una década. El sexenio de López Obrador no solo no ha significado la recuperación de los presupuestos ambientales, sino lo contrario: la pérdida adicional de casi una tercera parte respecto del último presupuesto ambiental peñanietista. Así, el presupuesto ambiental de 2021 (21 mmdp a precios de 2013) es el más bajo en dos décadas, y es apenas la tercera parte del presupuesto más elevado (63 mmdp, en 2014). 

Figura 1. Evolución del presupuesto ambiental federal 2000-2021
Nota: precios constantes de 2013.
Fuente: elaboración propia con datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.

La tergiversación de la política ambiental por diseño se refiere a la pretensión del gobierno actual de que su mayor compromiso ecológico se recoge en el programa Sembrando Vida, “el mayor programa de reforestación en el mundo”, como le gusta presumir. Sus presupuestos son considerables: para 2022 llegan a 30 mil millones de pesos (a precios corrientes), que son equivalentes a dos tercios de los del Ramo 16 (el de medio ambiente y recursos naturales) para ese mismo año. Existen al menos dos problemas centrales para considerar a este programa como parte de la política ambiental. Primero, es un programa de transferencias monetarias a poseedores de tierra con cierta vocación forestal que, sin embargo, no tiene los objetivos de conservación o restauración de vegetación primaria o secundaria, sino el de producción y valorización de sistemas agroforestales. A pesar de la epopéyica narrativa oficial, este no es el primer programa de reforestación masiva impulsado desde el gobierno federal, ahora con el concurso descentralizado de medio millón de beneficiarios en 20 estados de la república (en 2022), y la experiencia indica (pues muchos de los esfuerzos de reforestación en el pasado han fracasado) que existen varios retos de concepto e implementación, incluyendo la elección de árboles frutales y maderables y su sobrevivencia e impacto en socio-ecosistemas diversos, su pertinencia ecológica, la convergencia con la conservación de la biodiversidad, el carácter clientelar y la durabilidad de los apoyos, etc. 

El segundo problema consiste en que el programa Sembrando Vida no está sectorizado en medio ambiente, sino que está a cargo de la Secretaría del Bienestar. Una revisión a las reglas de operación para 2022 muestra que sus considerandos no están sujetos a los objetivos del plan sectorial de medio ambiente, y que apenas ofrecen un vínculo débil con los objetivos de desarrollo sustentable, sobre todo con los objetivos de desarrollo social, pero no con los de conservación o recuperación de ecosistemas. ¿Cómo es que este programa, que no está sujeto a los objetivos ni implementado por las instituciones del sector ambiental, dará los resultados que busca la política ambiental? Todo un misterio. Pero aun con todo ese misterio y opacidad, por lo demás característicos de los programas “bandera” de la administración obradorista, es posible ver que Sembrando Vida ha sido confuso desde el inicio, sobre todo para los potenciales beneficiarios. Aunque las magnitudes precisas están aun por determinarse, esa confusión provocó la destrucción de vegetación primaria o secundaria para poder destinar el suelo ahora descubierto a la producción forestal subsidiada. Es decir, en su premura, el programa ofreció incentivos perversos de inicio, y queda pendiente determinar si las correcciones posteriores, que ahora incluyen el requerimiento explícito de que no se aceptan parcelas con la práctica de quema, han sido capaces de restituir la cobertura forestal perdida, aunque el recambio de especies forestales pueda ser contraproducente para la conservación de la biodiversidad, al tiempo de ofrecer los incentivos adecuados para ya no deforestar coberturas primarias o secundarias.

Figura 2. Cambio de temperatura en México 1901-2021.
Fuente: elaboración propia.

Esta suerte de retirada del Estado respecto de sus responsabilidades ecológicas contrasta con las mayores anomalías de temperatura en México observadas en el último siglo (ver Figura 2). Las manifestaciones presentes del cambio climático en México ya incluyen mayor probabilidad de incendios forestales (como de hecho ha sucedido en los últimos cinco años), de sequías (ya se anuncia en el norte del país las dificultades que 2022 podrá traer en la disponibilidad de los recursos hídricos, y en Monterrey se anunció el “día cero” para Junio), y de otros fenómenos hidrometeorológicos. Tampoco se han revertido las tendencias de degradación de ecosistemas o agotamiento de recursos, cuyo costo económico supera con creces a los beneficios del crecimiento económico, según reporta la contabilidad ambiental mexicana. Ante todo ello, como se ve, la respuesta del gobierno consiste en menores recursos y menos herramientas, cuando no en un aumento directo de las cargas ambientales, como sucede con la deforestación ya comentada, o con los impactos del giro energético obradorista, que incluye mayor contaminación por el uso termoeléctrico del combustóleo o por el mantenimiento de históricos subsidios a las gasolinas. Ante este panorama, la política ambiental federal, lejos de fortalecerse y expandir sus ámbitos de acción, ha transitado en cuatro años prácticamente hacia la irrelevancia, lo que imposibilita no solo la obtención de resultados positivos en la conservación de los ecosistemas y su biodiversidad, sino en el cumplimiento de las responsabilidades constitucionales de garantizar a toda persona un medio ambiente sano. 

"privatizacion" del agua en el DF

Moralejas:
  1. ¡ZAZ! Bueno, pues, aqui va: el diputado Romo tiene razón -descentralizar no es privatizar. 
  2. Y aun si lo fuera, diríamos, ¿cuál es el problema? Hay que hacer de lado los clichés de propiedad y centrarse en lo verdaderamente importante, la regulación al proveedor, sea público o privado.
  3. A los diputaditos locales (como a todos los demás) les vendría bien unas clases de principios de economía... Bueno, mejor no, porque es probable que entonces se apoyen en sus profes preferidos que la dan muy mal.... 

Percepción pública, libertad de prensa, y censura gubernamental


Primero lean la nota:

Por cada crimen en México hay 10 en Venezuela... [y 4 en Colombia]


Larga Moraleja: Ante el papel de la percepción y de la censura gubernamental, datos y estadísticas. "Libertad de prensa" es un término lleno de complicaciones y demás. Pero uno puede ver que en Mx los diarios publican lo que sea... sí sí, siempre de acuerdo a líneas editoriales, aunque relativamante independientes, afines o no al gobierno, pero al menos no hay una sóla versión, la oficial, y sí un poco de diversidad, aunque no suficiente. Y aunque se puede decir que tenemos grados de censura, auto-impuesta o no, bien estamos enterados de lo que pasa en el país, con todo y contaderos electrónicos de ejecutados en los portales de los diarios, y tal vez sea mucho más preferible una percepción de violencia en Mx que no va junto con lo que se ve en las estadísticas, como sugiere el artículo anexo, pues lleva a no tolerar ningún grado de violencia en el futuro, a hacer como que no pasa nada con el presidente diciéndo cínicamente que publicar la situación de violencia es como publicar pornografía...

Moraleja segunda parte:
el título es mediático y falso, y se me escapó cuando leí el artículo y comenté: no es cierto que por cada crimen en méxico haya 4 en colombia o 10 en venezuela. El asunto es por cada 1000 habitantes. Así que ese título solo aplica en términos per cápita. Ahora, México tiene ~110 mill. habitantes, Colombia tiene 45 y Venezuela 28. Si tengo mis multiplicacioncitas bien, el título debería ser que, en valores absolutos, por cada crimen en México hay 2.4 en Venezuela y 1.6 en Colombia... Aunque todo eso no cambia mi opinión...

nosotros y la historia

Nicolás Alvarado en El Universal.

Cuando Nicolás Alvarado aparece en la tv, luego luego uno se da cuenta que el tipo sabe todo de todo, y que sabe que es así, y puede parecer un poco payasón. Aún así, es agradable verlo/escucharlo.

Ahora tiene columna en el El Universal (no sé desde cuándo), y recién uno lleva 4 líneas se ve lo payasón que es. Aún así, seguí leyendo. Y valió la pena. Buena columna, bien pensada (no como las de Loret, que escribe como va), muy literaria.

Pues ahí la dejo caer. A ver qué jeta ponen....

¿Libro batallas? (¿o mejor ya ni le muevo?)


Si yo fuera rico –que cantaba Manolo Fábregas sintiéndose Zero Mostel (referente que resultará completamente inescrutable para cualquier menor de 45 años, cosa que me tiene absolutamente sin cuidado y que no hace sino reafirmarme en mi marginalidad gerontofílica)–, renunciaría a todos mis trabajos salvo a uno. Ante la solvencia económica absoluta y eterna, presentaría mi dimisión a la televisión pública y a la privada (lo mismo a mi trabajo a cuadro que fuera de él), a los medios impresos en que colaboro (incluido, mucho me temo, éste: a fin de cuentas ya puedo preciarme de una vez y para siempre de haber sido columnista de EL UNIVERSAL) e incluso a la obligación estética / moral / ética / neurótica de publicar un libro de cuando en cuando (muchas veces lo he dicho: detesto escribir; lo que me gusta es haber escrito). De uno, sin embargo (me repito ya sólo para reiterar y, con ello, para refrendar), nunca abjuraría: de la escritura de crónicas de viaje que cada tantos meses me comisionan algunas revistas especializadas. Lo dicho: no me gusta escribir… pero tanto me gusta viajar que estoy dispuesto a pagar por ello el alto precio que es la ofrenda literaria. Y concedo al lector que, si yo fuera rico (yaja diri diri buba / buba diri diri dom), no necesitaría que revista alguna me invitara a escribir para poder viajar, pero concédaseme también que incluso en tan próspera y feliz situación me resultaría igualmente irresistible la idea de tomar unas vacaciones más o menos lujosas, más o menos gratuitas, y que encima me pagaran por presumir de ellas.

Todo esto para confesar que en este preciso momento (en el que escribo como en el que se publica esto) me encuentro en Santiago de Querétaro (o, puesto en buen pocho, en Querétaro City) entregado a la investigación de campo de un texto que todavía no tiene título pero que ha de estar dedicado a algo así como El Querétaro de la Corregidora (señora que, pese a su mote, no era una dominatrix… o, en todo caso, sí pero más de la política que del sexo). Ignoro todavía por qué me fue encargada tal encomienda, y es que de la Corregidora (quiero decir de Doña Josefa, no de la que vive conmigo ayer hace 13 años) no sé sino lo que cualquiera que haya pasado por el sexto de primaria. Pero soy un buen chico, diligente y disciplinado, por lo que siempre hago la tarea. Así, me precipito a una gran librería del Estado (no sólo es la más cercana a mi casa sino que imagino que, al tratarse de una empresa pública, su catálogo tendrá un especial interés en la divulgación de la Historia Patria, más en este año) y pido todo lo que tengan sobre Josefa Ortiz de Domínguez. Imagino biografías, ensayos históricos, alegatos feministas… pero nada; la búsqueda “Josefa Ortiz de Domínguez” en el catálogo de esta librería (como, por cierto, en el de su competencia directa de propiedad privada) arroja dos resultados: un ensayito de divulgación de una centena de páginas chiquitas editado por Grijalbo, un texto de divulgación histórica para niños con el sello de Selector. Y ya. Bonita manera de festejar el bicentenario.

Termino por comprar un par de ensayos históricos sobre la Independencia. Mientras aguardo mi turno para pagar, contemplo los títulos que la sucursal más vistosa y mejor ubicada de una de las dos cadenas libreras del Estado mexicano considera dignos de exhibición prioritaria. El nuevo de Stieg Larsson. El último Crepúsculo. La mafia que se adueño de México… y el 2012, por –¡adivine el lector!– Andrés Manuel López Obrador. Y, nomás pa’ que se note el respeto por los clásicos, dos pilas de ejemplares de El secreto. (Cierto: también están el nuevo de Pitol y muchísimos Monsiváis; aun así no puedo evitar arquear una ceja a un tiempo hierática y desolada.)

Primero trino de coraje: ¡cómo puede el Estado promover el consumo de semejante basura! Después habla el liberalote que me habita: aunque pública, ésta es una librería, ergo un comercio que se rige por las leyes del mercado. Antes de dirigirme a la salida llego a una conclusión conciliadora –las utilidades derivadas de la venta de mierda son lo que permite la edición de libros que las editoriales comerciales jamás tocarían y la multiplicación de librerías en todo el territorio nacional– pero el moralista que también vive en mí no se deja convencer con facilidad.

Asuntos como éste son lo que me hace preferir la escritura de viajes. Y, mejor todavía, viajar. Escapar.

Los 10 de AMLO

Después del programa de Ganem el otro día me chuté un spot con los 10 puntos de AMLO. Después de notar el contraste (60 minutos de ciencia comentada seguidos de 2 minutos de política), me quedé pensando en algunas cosas que dice. Busqué la exposición completa:






Aquí van los comentarios:

Algunos son suscribibles y necesarios, sobre todo los que van contra monopolios --aunque se restringe a los privados-- y contra el capitalismo de compadres. Ese sería el único territorio común, por lo que no abundo... bueno nomás tantito: ¿se le habrá deslizado el irse contra solo un monopolio público sin mencionarlo? se queja del cobro de la luz. Chin. ¿tendrá algo que ver el SME? es pregunta...

Luego está todo lo demás. Hay puntos que son simplemente imposibles e imprecisos. Por ejemplo, la autosuficiencia alimentaria. No es lo mismo ser autosuficiente con 40 millones como en los 50 que con 110 hoy. Para empezar (y prácticamente pa terminar también) ya no hay agua para duplicar la producción agrícola -estamos en el top 3 de los mayores importadores de agua virtual en el mundo... El término correcto, como ya se sabe desde hace mucho, no es autosuficiencia --que hace pensar en la autarquía económica como objetivo de política, un sinsentido por donde se lo vea--, sino seguridad alimentaria. (¿dónde están sus asesores?)

Y otros están patas arriba, por no decir que simplemente carecen de lógica (plantear al sector energético como palanca de desarrollo. Tons qué? ¿tenemos que organizarnos para quemar gas natural así como así, porque así somos? ¿Aferrarnos a producir nuestra propia gasolina por el simple hecho de que es nuestro petróleo? Híjole. ¿Dónde están sus economistas? Ah! ¿todos los economistas son neoliberales? Chin! Pues ya ni modo... Aún así, no hay que ser muy letrado pa darse cuenta que el sector energético, antes que palanca, es mero punto de apoyo, y de qué sirve tener la super yunta si no hay buey que jale.... Así de básico el asunto...

Con todo, pues me parece que todo el show i) está basado en ciencia social de hace ya no pocas décadas, a decir por algunos de los objetivos, la terminología, y la visión de la relación economía/estado que se lee entre líneas, y ii) está presentado en ocasiones con tanta trampa mediática que seguramente un especialista estadístico termina colgado de la lampara ante tanta herejía metodólogica bastante basicona -yo no soy especialista estadístico y me estaba revolviendo en la silla ante cosas como estas: comparaciones del desempeño económico en año de tremenda crisis, poner las ganancias de 400 empresas equivalentes al 50% del pib (me gustaría ver una fuente...si saben de alguna, no sean gachos... -las que yo tengo sugieren que ese dato es un verdadero sinsentido, pero puedo equivocarme, claro está), lo de la caída en la producción petrolera sin mencionar ni por error "Cantarell se agotó", lo del plan educativo haciendo como si la crisis avergonzante de la UACM no existiera (cuántos egresados salieron de la primera generación? 25? cuántos eran? 3000? cuánto nos costaron? qué qué??? 30 millones cada uno??? mejor los hubieran becado en donde sea, y dar todo el resto de la plata a las unam/uam/polis...pero no! había que reinventar la rueda, redescubrir mediteráneos y tropezar una vez más con las mismas piedras..) Y luego está el choro que se avienta en el punto 10. Tanta ciencia social que está allí nomás, pública pa quien quiera ver, y nomás ná. Ni hablar.
Pues bueno. Ahí esta la cosa...



¿Se acuerdan? Va de retro

UACM: las injusticias

El fracaso en que se ha convertido la UACM es tan estrepitoso como cruel.

  • Cuenta con 40 profesores sin título. Pero no afectan al rendimiento académico, dice el rector.
  • Lleva ya 9 años abierta, y tiene 28 titulados. ¡¡28!! Podría ser peor, a decir de la UACM, podrían ser ¡¡¡15!!! Qué cosa.

    • En promedio, 3 egresados por año, en una población estudiantil de 3 mil.
    • Cero egresados en ciencias sociales y en filosofía. Aquí la descripción del campo:

      La licenciatura en Ciencias Sociales pretende formar científicos sociales con los conocimientos y las habilidades necesarias para analizar y comprender, de manera compleja la sociedad y la cultura, elaborar nuevas explicaciones e interpretaciones sobre fenómenos dentro de este campo y participar en los ámbitos intelectuales, sociales y políticos como sujetos críticos, capaces de producir conocimiento.
      Asimismo, la licenciatura contribuirá a formar egresados comprometidos con su realidad social, dispuestos a enfrentar crítica y éticamente los desafíos de su tiempo, reconociendo los alcances de sus competencias actuales y la necesidad de construir nuevos conocimientos que aporten al desarrollo de las Ciencias Sociales.

      En fin. Más claro ni el agua.

  • El ingreso no es por examen o aptitudes. Sino al azar:

"La UACM no realiza un procedimiento de selección, sino que considera que todos los registrados tienen la misma oportunidad de ingreso. Sin embargo, debido a que no cuenta con la posibilidad de admitir a todos los aspirantes, acude a un sorteo ante notario público. Los solicitantes que no son favorecidos en el primer periodo son considerados en lista de espera y tienen la posibilidad de ingresar en el siguiente ciclo, dependiendo de la capacidad de la Universidad."

Consolidación y régimen fiscal

Hay que decirlo todo.


La discusión del foro alegra y contrasta como claro en oscuro con los foros electrónicos de ya saben qué diario (y, dijimos que hay que decirlo todo, de otros también).


PS: dijimos que habría más artificios para equilibrar las refutaciones. Andamos en esa, namás que hay mucho en la mesa.

Cordera y el sindicalismo

Al SME hay que tenerlo como cualquier otro sindicato. Por tanto, su lucha es la de los trabajadores, y hay que defenderse. Además, dice RC, el discurso antiSME no es democrático. Sigamos, pues, alimentando el maniqueísmo y negando la diversidad de opiniones.

No concuerdo. Al sindicalismo que se enfrenta al patrón público, cuyo capital viene de todos, hay que medirlo diferente que al sindicalismo que se enfrenta al patrón privado. Si no fuera así, tendríamos que celebrar acríticamente "las conquistas sindicales" (como las del SME) aún cuando éstas van en detrimento del interés del patrón, el Estado, todos. No se trata que no haya sindicatos públicos. Muy lejos de allí, lo que hay que discutir es qué sindicalismo necesita el país cuando el patrón somos todos. Indignarse con Cordera ante "el sueldo decente" que unos pocos trabajadores han "conquistado" olvida ver que esos trabajadores lo son de una empresa que opera en números rojos, cuya existencia no va de acuerdo al interés público, y con cargo a los impuestos, esos que andan muy muy escasos. Mejor pidamos democracia y transparencia sindicales en todos los sindicatos publicos.

La Sheimbaum da 5 ptos, los 5 no son precisos

La Sheimbaum da 5 ptos, los 5 no son precisos y me permito comentar largamente aquí.

1. Los abogados que he visto y que han distutido el punto, como el que sale en el Reporte índigo de esta semana, han coincidido con que el decreto no es ilegal. Ese abogado en particular es mucho mas honesto al decir que el asunto, si acaso, está abierto a interpretación, y que él pensaba que el decreto no es ilegal. En honor a la verdad y a la honestidad, la Sheimbaum debería decir que su versión es sólo una, no la única.

2. También es cierto que si LyFC le paga a CFE el precio de cualquier industrial se debe a una intención de no descapitalizar a CFE (si eso es exitoso o no, admito, lo desconozco ahora, y necesitaría informarme, pero entonces, si pensamos que eso no es aceptable, preparémonos para un aumento sustancial al costo de la luz -todos, uso doméstico, uso empresarial, y uso gubernamental). De mientras, se puede decir muy bien que está desde hace décadas en el interés público el tener una industria eléctrica integrada en una sola empresa pública. A LyFC la llevan liquidando décadas, y si no han podido es por el espíritu de sobrevivencia del SME (que lo llevó a darle la espalda al movimiento democrático del STERM en los 70 y a apoyar al mismo Salinas, y luego a Colosio, en 1988 y 1994.) Si LyFC estaba descapitalizada es que estuvo décadas en liquidación, hasta que Salinas le dio vida de nuevo. La situación financiera de la empresa es sólo testigo de su redundancia. Lo dicho, desde hace mucho se sabe que al Estado le conviene una sola empresa pública.
Sobre este punto cabe decir que el SME tenía un régimen de co-gestión de la empresa que pocos sindicatos, si es que alguno, disfrutan. No son sólo "los trabajadores", sino en parte "administradores" de la empresa. Es cierto que en la junta eran minoría, pero no estaban ausentes del todo.

3. Sheimbaum no menciona que el SME creó 4 mil plazas en los últimos años "que no servían para nada", en las palabras (no exactas) de Muñoz, quien ahora marcha al lado de Esparza. Muñoz atacó con versiones que no han sido discutidas, ni desmentidas, sobre la venta de plazas. Para entrar al SME tenías que tener un familiar, recibir una recomendación, y pagar la plaza. Tal vez no fueron o son todos, pero las prácticas allí están. Entonces opera un mecanismo perverso: el SME decide quién entra a trabajar y quién no. Cada que entra alguien, entra con compromisos políticos (que se traduce en votos) y pagando una cuota. ¿Qué importa si la plaza era necesaria o no? La pagaban nuestros impuestos, pues la empresa no generaba riqueza. Se comparan los sueldos de 6mil pesos contra los de los funcionarios públicos. Adelante, que a nadie se le olvide la desigualdad que hay en este país, pero también hay que recordar que esa plaza sindical, aun sea de 500 pesos al mes, no se necesitaba. Ese arreglo sindical, por ejemplo, obligaba a LyFC comprar los medidores que el mismo SME arreglaba, a pesar de ser mucho más caros que los que hay en el mercado, y criticaba la instalación de computadoras pues desplazaba a trabajadores. Todo, con cargo a los impuestos y en detrimento del servicio. Es bien plausible que el sindicato no es el único responsable, pero de verdad que no ayudó ni tantito. Si todo es falso, que lo desmientan. Las pruebas en contra allí están, aunque demasiado dispersas.
Mejor haría esa lana pública apoyando, por ejemplo, a las PyMEs, que son las que verdaderamente crean empleo en el país. El Estado no puede ser el empleador de última instancia. Si el gobierno no atacó la red de venta de plazas y la corrupción al interno (que, insisto, el mismo Muñoz criticó, y que muchos trabajadores han mencionado en entrevistas de calle, pero que, por alguna razón, no publica La Jornada) es porque el SNTE y los petroleros no salen bien librados de lo mismo. Eso puede explicar porque callan tirios y troyanos. Si esa fuera la moneda, se tendrían que ir contra ellos, y no pueden abrir tantos frentes al mismo tiempo (además ya el Mont dijo que de momento no se enfrentan a ellos). Pero si el SNTE y el STPRM hacen lo mismo, no hace defendible, ni tantito, al SME. Y si para la izquierda esa son prácticas deleznables, con todo, sin cuartel, contra la Gordillo y Deschamps, hasta que los destituyan y limpien esos sindicatos. La izquierda salió en defensa de las clase trabajadora. A mi me parece que la mayoría de la clase trabajadora no tiene la causa del SME. La clase trabajadora está vulnerable, empleada en las pymes y en otras áreas del gobierno, vulnerables como nadie al ciclo económico. Se perdieron cientos de miles de empleos con la crisis. Es una lástima que nadie hizo vaquita para ayudarles a llegar a fin de mes, que nadie salió en marcha para demandar su reinstalación. Ojalá me equivoque en esto.

4. Claudia dice que los vicios del SME hay que corregirse. Tan tán. A mi no me parecen vicios menores, cuya defensa vaya en el interés público o de las mayorías.

5. Esa es la verdadera cuestión. La izquierda debería estar pidiendo a Calderón que salga a explicar los contratos en las oficinas de Lozano, y la visión de mediano plazo que tienen para CFE (a esos contratos, no lo menciona Sheimbaum, el SME no se opuso de entrada, pues tenían concesiones espejo que los hacía prestadores del servicio). Lo que hay que ver es dónde radica el interés público. El gobierno esta convencido en que hay que licitar, y muy probablemente lo van a hacer. La cuestión es ver si la concesión va de acuerdo al interés público (sin respuestas preconcebidas), y ver qué arreglo institucional hay que poner entre la empresa pública o la privada. En efecto, nadie quiere otro Slim, ni otro Salinas Pliego. Hay que evitarlo a toda costa, pero tampoco queremos otra LyFC.

Luz y Fuerza del Centro 3a parte

Este asunto va a tener muuuucha tela para cortar, en todos los ámbitos. Puede significar una suerte de parteagüas de la administración actual. Para bien o para mal.

Vayan vínculos para documentar nuestro optimismo, como en la fórmula popular...


Luz y Fuerza del Centro 2a parte

Ayer aprendí que parte de los argumentos en contra de la desaparición de LyFC es porque se piensa que el ejecutivo está atacando los derechos laborales. Esparza pone la cosa como si se estuvieran atacando sus "privilegios" por el simple hecho de tenerlos. Se puede decir, cierto, que esos "privilegios", muchos o pocos, son producto de la lucha sindical, y que conviene a las izquierdas asumirse de ese lado, defendiendo los productos de la lucha sindical. Hasta aquí muy natural. Luego viene a consideración que el patrón no es el capital privado, sino el público. Seguro que tendrá sentido mantener un sindicato entre los empleados públicos. Pero seguro su lucha, y sus conquistas, no se leen iguales (no deben leerse iguales) a que si son empleados del capital privado. Si su patrón fuera el capital privado, hace mucho tiempo que la empresa ya no existiría, por lo que esos "privilegios" simplemente no exisitrían.

Su existencia es artificial, con cargo a los contribuyentes, y así sus "privilegios", y es así no desde el periodo llamado "neoliberal", sino desde Echeverría (quien quiso desaparecer a LyFC), por lo que he visto en la fragmentada historia disponible en la red. Aunque con dirigencia distinta (y probablemente pudo haberse visto entonces como sindicato distinto), el SME mutó para apoyar a Salinas en el 88 a cambio de que no cumpliera el proceso de extinción. Salinas les cumplió, al final de su mandato, no liquidando a LyFC. Según lo que he visto, al líder de entonces lo expulsaron por corrupto. Con todo, al SME hay que aplaudirle sus constancia par asegurar su sobrevivencia. Seguro se requieren talentos para sobrevivir tantas presidencias que han querido desaparecer a la compañía (sufriendo "las de Caín", como decía un trabajador entrevistado ayer en las pantallas del Milenio).

El asunto, no hay que olvidar, es que la existencia de la misma empresa es artificial casi desde que surgió, con cargo al erario. No se debe a la "incompetencia" de la administración (incompetencias que, de ser ciertas, harían pensar más de dos veces cualquier intención de expandir el dominio del capital público), ni a que Telmex o presidencia no paguen la luz, sino a que la empresa estaba destinada, diseñada, para funcionar así. Ahora comparan los sueldos y salarios de los trabajadores de LyFC con los de los funcionarios públicos. Está bien. Qué lo hagan. Que a nadie se le olvide la desigualdad imperante en el país. Pero no hay que olvidar que LyFC debiera ser una compañía que funcione a propio derecho, con sus propios recursos, en números negros. Creo que todo se debe al contexto. Si el SME tuviera los "privilegios" que tiene, pero si LyFC funcionara en números negros, etc., si la repartición de utilidades fuera una en que el SME gana lo que gana, no tendría ningún problema con ello. El asunto es que no hay utilidad, todo es con cargo al erario, con los impuestos del resto de los mexicanos. La igualdad ha sido ideal de izquierdas. Los programas políticos se contrastan contra ese ideal para evaluarse. ¿Por qué ellos sí y los demás no?

Luz y Fuerza del Centro

Patear el pesebre, pegarle al perro, molestar el enjambre. Así parece el decreto que desaparece LyFC. Ya las autodenominadas izquierdas se han lanzado a la defensa del SME para impedir el "arrebato", como muy bien dice el sindicato mismo. Les arrebatan la gallina de oro, una gallina mantenida con dinero público y muy muy costosa. Denisse Dresser sacó un artículo que merece leerse (no lo pongo pues los gachos del Refo piden contraseña, así que no puedo poner el vínculo).

Ante el riesgo que supone en esas izquierdas decir "la medida lleva razón" (y que implica el señalamiento de la intolerancia enraizada), me parece que el contenido del mensaje que acaba de dar FCH es prácticamente incontestable. Los que defienden al SME (que, a su vez, se había convertido en la práctica en un defensor de ese status quo) tienen que argumentar por qué razón habría que dar a la CLyFC casi todo lo que se destina a Oportunidades, y por qué hay que darle 1.5 veces el presupuesto a la UNAM... Si bien puede estar FCH sobredimensionando la cuestión de que las empresas no se situaban en el centro del país (cosa que se puede deber a otras ineficiencias de infraestuctura), el asunto de la luz no ayudó, por lo que el argumento no es falso (en otras palabras un tanto estiradas, el mal servicio de CLyfC fue condición necesaria, más no suficiente, para que dichas empresas no se situaran en el centro)... La decisión política se puede criticar por "inoportuna", como hace Gerardo Esquivel pero eso es muy fácil, pues la decisión siempre se puede juzgar así. ¿Cuándo, pues, si no ahora?


Por cierto, en los comentarios a esa entrada del blog de GE está el siguiente video:

Pero dar el primer paso no garantiza el éxito. Bien puede pasar que otra empresa suplante a LyFC manteniendo las mismas ineficiencias estructurales. La cuestión puede tardar muchos años, los beneficios de esta medida, si la secuencia de eventos es adecuada, pueden comenzar a sentirse en 5 años, por decir una cifra. Sería muy bueno que fuera antes, pero no creo. ¿Cómo debe verse el mercado de electricidad entonces? Una imagen no tan descabellada sería la de contar con unos 4 o 5 productores descentralizados (con capital nacional, para evitar la palabra maldita, o en partnership con otras empresas, si acaso mucho) que compitan en la generación y la comercialización (la distribución podría estar a cargo de CFE, quien sería el titular de la red de transmisión, etapa del proceso donde hay condiciones de monopolio natural) con un regulador que haga las veces de "despachador" para asignar cuotas de producción al menor costo, incluso cubriendo algunas cuotas de producción fijas. Es decir, las unidades productoras tendrían cuotas de producción (dividiéndose, por ejemplo, la demanda mínima) que las mantienen operando, pero luego compiten por los picos de demanda tanto cotidianos como estacionales.

Es de notar que las izquierdas de hoy mantienen una suerte de fetiche por el régimen de propiedad del capital. Parece que el capital privado es el malo y el público el bueno. Así quieren pintarse el mundo. Sencillito y facilón, pa' no tener que pensarle mucho a la hora de fijar posiciones y actuar colectivamente. Analíticamente las cuestiones son más complejas (hay situaciones en que el privado es más eficiente, hay otras en que el público lo es)...


Políticamente cómodo...

Como sabemos, ayer un avión de Aeroméxico fue secuestrado por un pastor cristiano de nacionalidad boliviana. (Realmente, a decir del pastor, lo acompañaban tres en la intercepción -el padre, el hijo y el espíritu santo). Ya aparecen las versiones del complot:


Hay dos posiciones: creer que es un montaje, o creer que es un evento "auténtico", por así decir. La creencia del montaje no se sostiene por lo siguiente:

  • Si todo fue armado, si el gobierno federal tiene suficiente poder organizativo para simular exitosamente un secuestro, ¿por qué elegir un pastor cristiano y no un verdadero grupo terrorista?
  • Si todo fue armado, ¿por qué no poner una bomba de verdad, para ganar credibilidad?
  • Si todo fue distracción, ¿Qué hubiera pasado, ausente el secuestro, ante el anuncio de los nuevos impuestos y del "violento" paquete económico? ¿Se hubieran lanzado las masas a las calles, levantado barricadas, clausurado el congreso de la unión y marchado hacia Los Pinos? Pues no. No hubiera pasado nada. No hay caso. No hay motivo para distraer una opinión pública que de por sí no pone mucha atención...
  • El señalamiento de que es inverosímil que con un par de latas de jugo "puedas secuestrar un avión" pierde el punto y se deja llevar, como Muñoz Ledo, por lo mediático del asunto. Es irrelevante. Seguramente se puede hacer lo mismo sin latas de jugo de por medio (ante lo cual no hay falla de seguridad posible, y la tesis de Monreal se desmorona: la seguridad en Cancún no pudo detectar una bomba que no existe. Tal vez en el monitor sólo se veían latas de jugo Júmex, y "¿qué daño pueden hacer?") Un secuestro puede ser con demostración de fuerza osténsible (mostrándo las pistolas, las metralletas y demás), o jugando un juego de credibilidad. Éste fue un juego de credibilidad. El cantante cristiano le dijo a la azafata que tenía bomba. ¿Qué debe hacer la azafata? ¿Decirle "ah sí? a verla!"? Pues no. Tiene que creerle. No hay otra opción. La respuesta fue la adecuada. Es irrelevante si había o no bomba. Lo mismo, exactamente lo mismo, pudo haber ocurrido sin latas de jugo de por medio. La respuesta policial, ahora ridiculizada, fue la correcta: qué tal si todo era cierto? qué tal si se trataba de un grupo terrorista? que tal si la bomba existía? Pero bueno. Tal vez por decir que la respuesta policial parece la adecuada ante un evento auténtico me arriesgo a que ante "la izquierda" sea un calderonista... Así se las gastan...
  • El montaje desestima resultados posibilitados por el folclore latinoamericano. La posición que defiende el montaje tiene la carga de probar que tiene mayor probabilidad una situación en la que un gobierno puede orquestar exitosamente un evento como ese que una situación en que todo el asunto sea auténtico.
Asi que no hay evidencia que permita rechazar la hipótesis de que no fue orquestado. Me parece que el asunto cae dentro del mundo de lo posible, dada la amplitud de nuestro folclore.

Pero es políticamente cómodo dejar de buscar explicaciones factibles de un mundo muy complejo (que por tanto hacen poco trivial el proceso de fijar posiciones) para imaginarse mejor mundos facilitos en los que el enemigo, en este caso Calderón y el neoliberalismo, tienen la culpa de todo, desde el virus H1N1 hasta el secuestro por fanatismo religioso...

Sobre el asunto de las televisoras y los spots...

El asunto es sencillo:


NOS ESTÁN VIENDO LA CARA...

TAN TÁN...
Fuente: http://img144.imageshack.us/img144/9415/televisatvazteca2sb0.jpg

Qué le pasa a Salinas Pliego:

Pactan Televisa y TV Azteca 

El presidente de Televisión Azteca, Ricardo Salinas Pliego, reconoció que concertó con Televisa pasar en bloques los spots de los partidos al arrancar las precampañas para no perder audiencia.

"El problema era, si hacíamos un corte nosotros a una hora y Televisa a otra, mi audiencia se iba a perder y viceversa. Entonces, lo lógico fue: nos pusimos de acuerdo para no perder la audiencia. Ni la tuya ni la mía. Vamos a hacerlo al mismo tiempo (transmitir spots electorales). Entonces, todos vayan al baño, háganse un sándwich, y regresamos en seis minutos", admitió Salinas Pliego ante estudiantes del Tec de Monterrey, de acuerdo con un audio que difundió ayer la periodista Carmen Aristegui en su programa de radio en MVS.


Fuente: Reforma En Línea. Nota de Manuel Durán.

Lo tremendo es que las televisoras están obligadas por ley a transmitir esos spots y a contribuir a la cultura democrática... ¡¡Ya se ve!! 

Este asunto de los spots es todo un show... Lo curioso es que todos asumen que nadie verá los dichosos spots. Ni los del IFE ni los del gobierno federal...

Peor aún, un resultado de la reforma electoral es que el gobierno federal ha duplicado el gasto en promoción. Aquí, parece, hay gato encerrado. Se trataba de ahorrarle al erario parte de la fortuna que cuesta nuestra terrible democracia... Simplemente han eliminado al intermediario partidista.... Las televisoras seguirán recibiendo su cacho del pastel electoral... Queda claro quién manda. Faltaba más!

Juegos (in)creíbles...

Tal vez pocos ámbitos de la vida nacional son tan propensos al asunto de la credibilidad y la reputación como la administración de justicia en México.

Hace algunos días, un científico francés que venía de intercambio a México, a la UAM, fue asesinado por asaltantes que le quitaron alrededor de 80 mil pesos.

Días después, y ante la mirada atenta de la embajada francesa y la opinión internacional, el sistema de justicia atrapo a varios sospechosos.

Dado que en México uno es culpable hasta que se demuestre lo contrario, los tipos fueron derecho a prisión.

Ellos, claro, se decían inocentes. Posiblemente lo eran, y se trata de meros chivos expiatorios. Si no eran, saben que con decir eso podían ganar tiempo. Por mala fortuna no son pocos los casos en los que se encarcelan a los inocentes, por lo que la acusación tendría que ir muy bien sustentada, dándoles tiempo para preparar una mejor defensa, por ejemplo.

Ahora resulta que el principal sospechoso de haber disparado apareció muerto a golpes y por hipotermia en el Reno.  Ya no podrá reclamar su inocencia ni admitir su culpabilidad, según aplique.

Con todo, el caso apesta.

Para colmo, el mismo modo de operación fue visto de nuevo cuando un turista colombiano, llegandito del aeropuerto, fue despojado de varios miles de dólares... 





¿A quién le creemos?


Julio Cortazar a propósito de Guanajuato

Pues cada quien que queme al judas que más esté cerca de su corazoncito, ya sea priísta, prdista o panista, a mi estas polémicas nomás me sirven para dos cosas, la primera, que  me ratifica la idea de que la democracia mexicana partidista ya sea del color que sea, es muy conservadora y represora, nomás hay que recordar el caso del operativo de nuestro jefe de gobierno a la discoteca New´s Divine o las tropelías del gobernador de Oaxaca; y la segunda, que me sirve de pretexto lo acontecido en Guanajuato para reeler La Rayuela y regresar al capítulo 7 que a continuación transcribo:

Capítulo 7

 

 

    Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano por tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.

 

     Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua.