La década perdida de Salinas...

EL diario mexicano Reforma publicó en su sitio web el prólogo y el epílogo del nuevo libro de CSG. Comentaremos poco a poco alguna de la información. A propósito de una o dos entradas anteriores discutiendo editoriales recientes de La Jornada, habíamos comentado sobre Oportunidades y sobre neoliberalismo. Aquí CSG da su versión de la historia. La tesis central del nuevo libro, a decir de la nota periodística es que 1995-2005 es una nueva década perdida en la historia reciente de México. FOBAPROA y lo que él llama "populismo autoritario" (el de AMLO) son las causas principales, y le avienta a Zedillo y a Fox (y de rebote a AMLO) la culpa histórica de dejar al país en una nueva década perdida. Salinas habla de neoliberalismo, al igual que La Jornada, pero lo define de una manera muy diferente (a razón de que, como lo hemos mencionado, tal cosa no existe en tanto escuela de pensamiento económico. Si así fuera, sería más fácil definirlo, pero aquí la tesis nuestra es que neoliberalismo no es una doctrina económica como sí el keynesianismo o, estirando los resortes, algunas expresiones del monetarismo). Aquí reproducimos un extracto del prólogo, y de a poco iremos comentando en rojo, como ya es natural...

La década perdida. CSG. Prólogo (extracto) publicado por el diario Reforma

Hacia una caracterización del neoliberalismo...

[lo que habla que no está "caracterizado" de forma, digamos, única. Parece que el término se puede utilizar más en política (o, con más precisión, en la ciencia política) que en economía. Si ésto tiene razón de ser, si no está completamente disparatado, la naturaleza del concepto, más política y cultural que analítica, es razón de su significado difuso, y es fuente de la necesidad que sienten los que de neoliberalismo hablan para definirlo o, como queda dicho por CSG, "caracterizarlo"...]

La esencia del neoliberalismo está en su fundamentalismo de mercado (lo cual, sorprendentemente en México se complementó con el apoyo a los monopolios); asimismo, el neoliberalismo en México consideró que la nación no era más que un mero agregado de individuos, aislados y sin organización, y la soberanía era un asunto del pasado. Abatieron la autodeterminación popular. Los gobiernos neoliberales convirtieron en doctrina el llamado Consenso de Washington. Todo, en el marco de un país postrado social y económicamente, pues en unos cuantos años entregaron el sistema de pagos, duplicaron la deuda pública y lo contaminaron de la enfermedad holandesa.

[De entrada, esto es muy curioso... pues muchos quienes piensan que opinan desde la izquierda mexicana pondrían a CSG entre los promotores de ese "fundamentalismo de mercado" y de la promoción de los monopolios. ¿Qué tendría que decir CSG de Telmex y de Slim? Ahora, sobre lo de "convertir en doctrina el Consenso de Washington" habría que decir que si bien algunas de las políticas económicas de CSG son heterodoxas -no olvidemos que Dornbusch estuvo como asesor-, no necesariamente eso iba en contra, por así decir, de dicho consenso...CSG dice en su prólogo que ese tema se discute en la parte primera del libro. Hay que ver, entonces, qué dice, pero hasta que tengamos el libro...]

Los neoliberales hicieron depender todo de la acción individual y privada, del individualismo posesivo: sólo se trabaja para sí y el individuo desea más de los demás. Consideraron el mundo un mero campo para la actividad de compradores y vendedores. Ninguna sociedad representaba otra cosa que un gran mercado. Hicieron énfasis en la democracia formal, pues asumieron los cambios legales como fin último de los procesos democratizadores. De acuerdo con ellos, la democracia emanaba únicamente del individuo. No tuvieron preocupación real por la defensa de los derechos humanos, pues los consideraron un obstáculo para castigar a los delincuentes.

La convicción neoliberal, adversa a la soberanía popular, ha estado dominada por la creencia de que sólo la eficiencia económica de individuos aislados puede promover el crecimiento y reducir la pobreza. En lugar de referirse a la racionalidad económica, antepone su fundamentalismo del mercado. No hay espacio para políticas sociales que alienten la organización popular, el empadronamiento de los pobres. Así, el neoliberalismo destruye el capital social mediante la centralización y la dádiva individual de sus programas, y el rompimiento de las organizaciones sociales. En realidad ha sido el clientelismo de la tecnocracia.

[Si uno extrayera estos párrafos y los presentara así nomás, y si le pidiéramos a algunos "de izquierda" que los leyeran y que adivinaran al autor, yo creo que el último que dirían es CSG. Así anda la conciencia política...Aunque CSG no dice mucho -¿cómo va a decir cualquier cosa?- de las desapariciones de activistas durante su mandato... esas desapariciones tampoco promovían "la soberanía popular"...]

Al centralizar, caen en la paradoja de recurrir al Estado que parecían rechazar con su dogma del mercado. Finalmente, al llegar al gobierno en realidad daban a la acción estatal un papel medular. A pesar de ello, resultaron incompetentes, pues cayeron en los índices de eficacia gubernamental.

Entre los neoliberales el mercado representó la realidad absoluta. La sociedad fue considerada un complejo de mercados: los mecanismos del mercado bastaban para resolver el reto de la justicia y, en última instancia, la injusticia se resolvía por sí sola. Para los neoliberales, el crecimiento económico fue una meta privada. En lo social, promovieron el asistencialismo: el apoyo individualizado, focalizador, impuesto desde la autoridad para debilitar la organización popular. En las zonas donde resultó más evidente la inequidad, como las rurales, promovieron métodos individualistas de producción. En general, alentaron el voluntarismo y la creación de asociaciones sin objetos expresamente sociales. El resultado final fue el egoísmo y la soledad.

En el neoliberalismo no hubo nada que modificara los métodos tradicionales de ejercer el poder desde un Estado centralizado; pero aún, en particular amplificó el control del Estado sobre individuos aislados, como si las decisiones económicas se dieran en un vacío político, sin confrontación de intereses y sin un marco de complejas circunstancias internacionales.

[Si nos preguntáramos ¿es mejor esta definición de "neoliberalismo" que la que vimos recientemente de La Jornada? yo diría, y este es el punto, que "depende". ¿De qué? pues de los intereses y los objetivos discursivos de quien evalúa. La idea que asoma es que estos conceptos, decíamos, mas políticos y culturales que analíticos, son recipiente de muchos significados. ¿qué significado atribuirles? Bueno, pues hay que definir qué es lo que se quiere decir... En lo particular, yo considero poco fructífero, más allá de aquél terreno político-cultural, sentarse horas y horas a desmenuzar el asunto del neoliberalismo y centrar en sus definiciones la comprensión de la historia económica -y política y cultural- mexicana. Mejor es percatarse de eso, dejar al neoliberalismo allí, en ese terreno, y pasar pronto a los conceptos analítico. Por lo que se ve a partir de la nota periodística, y tras la experiencia de haber leído en gran parte el mamotreto anterior de CSG, me parece que a éste no le interesa lo otro, es decir, no le interesa la analítica de la historia mexicana reciente, por lo menos no le interesa para hacer de ella el contenido de su nuevo libro. Más bien parece que lo que le interesa es intervenir en ese terreno, el político-cultural, como a La Jornada con sus editoriales, y desde allí brindar su opinión. Pero no hay que olvidar que ésta, su opinión, es mucho más documentada y mucho mejor estructurada que la de los editoriales de aquél diario, por lo que hay más contenido, "más carnita"...]

En una entrada próxima comentaremos otros fragmentos del prólogo, donde habla de AMLO y su "populismo autoritario"...

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