La economía fácil de Krugman para un mundo complejo...

Hay gente que quiere complicar la discusión sobre el mercado petrolero, dice Paul Krugman en una entrada de su blog. La suya es una explicación sencilla que prueba una de las hipótesis sobre el alza de los precios, la de la existencia de una burbuja. La burbuja es una situación de desequilibrio con precios altos, de modo tal que hay una sobreoferta. Krugman argumenta "una de dos": o te consumes el excedente, o lo guardas. Los datos no indican acumulación de inventarios por ningún lado, dice Krugman, por lo que hay que rechazar la hipótesis de la burbuja petrolera... Reproducimos aquí la breve entrada:
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More on oil and speculation

One of the things I find puzzling about the whole oil market discussion is how complicated people seem to make it. They get all wrapped up in stuff about forward markets, hedge funds, etc., and lose sight of the fundamental fact that there are only two things you can do with the world’s oil production: consume it, or store it.

Here’s my picture:

INSERT DESCRIPTIONIt’s not complicated

If the price is above the level at which the demand from end-users is equal to production, there’s an excess supply — and that supply has to be going into inventories. End of story. If oil isn’t building up in inventories, there can’t be a bubble in the spot price.

Now it’s true that oil supply responds very little to price, and that empirical estimates of the short-run price elasticity of demand, like this one, suggest that it’s low — say -.06. But even so, the math of a sustained, large bubble quickly becomes daunting. Say the demand elasticity is -.06, and that you believe that the current price is 40% above the level at which end-use demand equals supply. Then you have to believe that 2 million barrels a day is disappearing into secret hoards somewhere — secret, because it’s not showing up in the OECD inventory data. That’s a lot of oil. And bear in mind that people have been claiming that there’s an oil bubble for years.

So my challenge to people who say there’s an oil bubble is this: let’s get physical. Tell me where you think the excess supply of crude is going.

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Buen modo de intervenir en la discusión (sencillo, y con un argumento analítico simple y que sirve como buen vehículo para llevar el mensaje). Si la hipótesis de Krugman tiene relevancia (la de la no-existencia de la burbuja petrolera) entonces el reto que lanza es díficil y, en efecto, tendría que ser atendido por los que sugieren que sí hay burbuja. Sin embargo, Krugman parece basar su argumento suponiendo que el precio "spot" del crudo depende únicamente de los fundamentales clásicos del mercado (es decir, precios y cantidades corrientes), sin abrir la posibilidad de que dicho precio pueda estar influído también por los futuros del mercado. Los comentaristas de la entrada de Krugman parecen argumentar este punto.

En su columna en El Universal se ofrece el argumento. Esta vez en español, y lo reproducimos aquí:

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Mirada al mundo
Paul Krugman
22 de mayo de 2008

La no burbuja petrolera

“¿Está a punto de estallar la burbuja petrolera?” Este fue el encabezado de un reportaje de octubre de 2004 en la revista National Review, que sostenía que los precios del petróleo, entonces en 50 dólares el barril, pronto se derrumbarían

Diez meses después, el petróleo se cotizaba en 70 dólares el barril. “Es una enorme burbuja”, declaró Steve Forbes, el editor, que advirtió que el próximo hundimiento de los precios petroleros haría que el estallido de la burbuja tecnológica “parezca un día de campo”.

A lo largo de los cinco años que lleva el repunte petrolero, que ha llevado el precio de 25 a 125 dólares el barril la semana pasada, han surgido muchas voces que declaran que se trata de una burbuja sin respaldo en los fundamentos de la oferta y la demanda.

Ante esta posición existen dos preguntas: ¿son los especuladores los principales responsables de los precios del petróleo? Y si no es así, ¿por qué tantos comentaristas han insistido, año tras año, en que existe una burbuja petrolera?

Es cierto que los especuladores en ocasiones empujan los precios de las materias primas muy por encima del nivel justificado por los fundamentos. Pero cuando eso sucede, existen indicios que simplemente no se ven en el mercado petrolero actual.

Imagine qué pasaría si el mercado petrolero registrara, con la oferta y la demanda en equilibrio, un precio de 25 dólares el barril y entonces un grupo de especuladores lo manipulara para llevar el precio a los 100 dólares.

Incluso si fuera una intervención puramente financiera de los especuladores, tendría serias consecuencias en el mundo material. Ante el alza de los precios, los conductores usarían menos el auto, los propietarios de casas le bajarían a su termostato, y los dueños de pozos casi agotados volverían a explotarlos.

Como resultado, el balance inicial entre oferta y demanda se desmoronaría y sería sustituido por una situación en la que la oferta rebasaría a la demanda. A su vez, este exceso de oferta empujaría los precios a la baja nuevamente, a menos que alguien estuviera dispuesto a comprar el exceso y sacarlo del mercado.

Por lo tanto, la única forma en que la especulación puede tener un efecto persistente sobre los precios petroleros es si provoca una acumulación física, esto es, un aumento en los inventarios privados de oro negro. Esto de hecho sucedió a finales de los 70, cuando los efectos de la interrupción del abastecimiento iraní fueron amplificados por la acumulación de reservas causada por el pánico.

Pero eso no ha sucedido esta vez: durante todo el periodo de la supuesta burbuja, los inventarios han permanecido más o menos en sus niveles normales. Esto nos dice que el alza de los precios petroleros no es resultado de una especulación desenfrenada, sino de la situación de los factores fundamentales, en especial la creciente dificultad para encontrar petróleo y el rápido crecimiento de economías emergentes como China. El aumento de los precios petroleros de los últimos años tenía que presentarse para evitar que el crecimiento de la demanda superara el aumento de la oferta.

Decir que los altos precios del petróleo no son una burbuja no implica que éstos nunca van a descender; no me sorprendería que un retroceso en la demanda, impulsado por los efectos retrasados de los altos precios, enviara los precios de regreso a un nivel inferior a los 100 dólares por un rato. Pero sí significa que los especuladores no son los únicos protagonistas de esta historia. ¿Por qué, entonces, seguimos escuchando declaraciones de que sí lo son?

Parte de la respuesta podría ser el incontrovertible hecho de que muchas personas están invirtiendo ahora en contratos a futuro de petróleo, lo cual alimenta la sospecha de que son especuladores los que deciden el rumbo de la situación, aun cuando no hay evidencia convincente de que los precios se han salido de control.

Pero también hay un componente político.

Tradicionalmente, las denuncias contra los especuladores proceden del lado izquierdo del espectro político.

En el caso de los precios del petróleo, empero, los más vociferantes promotores de la opinión de que todo es culpa de los especuladores han sido conservadores, gente de la que normalmente no se esperaría que lanzara advertencias sobre las funestas actividades de los bancos de inversión y fondos de cobertura.

La explicación de esta aparente paradoja es que los buenos deseos han destronado a la ideología de mercado.

Después de todo, una lectura realista de lo sucedido en los últimos años sugiere que nos dirigimos a una época de petróleo cada vez más costoso y escaso.

Las consecuencias de esa escasez probablemente no serán apocalípticas: Francia consume solamente la mitad de petróleo per cápita que Estados Unidos y sin embargo la última vez que estuve ahí París no era un yermo desolado.

Pero lo más probable es que en el futuro la conservación de energía sea cada vez más importante y mucha gente incluso utilice el transporte público para ir al trabajo.

Esta visión no me parece particularmente aborrecible, pero para mucha gente, especialmente de la derecha, sí lo es y por lo tanto quiere creer que si solamente Goldman Sachs abandonara esa actitud tan negativa, rápidamente volveríamos a los viejos y buenos días del petróleo abundante.

Nuevamente, no me sorprendería que los precios del petróleo bajaran en el futuro cercano, aunque tomo seriamente la reciente advertencia de Goldman de que el precio podría alcanzar los 200 dólares.

Pero hagamos a un lado esa idea de la burbuja petrolera. (Traducción: Gregorio Narváez)

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Lo que sugiere Krugman es que los precios elevados en el mercado petrolero no se deben a la especulación sobre los futuros, sino a desplazamientos convencionales de las curvas de oferta y de demanda: la de oferta al noroeste debido a la presumida escasez en las reservas (Cantarell, por ejemplo), la de demanda al sureste por el empuje chino... Mientras que poco se puede decir sobre si estos desplazamientos provocan una reducción o un aumento en la cantidad de equilibrio (pues eso dependerá de la magnitud de los desplazamientos), no hay lugar a la ambigüedad en cuanto al precio: éste subirá.


A Core of Practical Macroeconomics

A Core of Practical Macroeconomics
JOHN B. TAYLOR

The American Economic Review, Vol. 87, No. 2, Papers and Proceedings of the Hundred and Fourth Annual Meeting of the American Economic Association, (May, 1997), pp. 233-235

Macroeconomics-the part of economics that focuses on economic growth and economic fluctuations-has always been an area of great controversy and debate. Over 150 years ago David Ricardo argued with Thomas Malthus over the importance of supply versus demand in growth and fluctuations, much as real-business-cycle economists have argued with monetarists and Keynesians in recent years. The Keynesian revolution of the 1930's and the rational-expectations revolution of the 1970's, both questioning macroeconomic ideas of the time, were two of the most contentious episodes in the history of economic thought. Some view recent macroeconomic debates as so intense that they see macroeconomics as nothing more than competing camps of economists with no common set of core principles.

I welcomed the opportunity to appear on this panel because, in my view, there is a set of key principles -a core -of macroeconomics about which there is wide agreement. This core is the outgrowth of the many recent debates about Keynesianism, monetarism, neoclassical growth theory, real-business-cycle theory, and rational expectations. The core is practical in the sense that it is having a beneficial effect on macroeconomic policy, especially monetary policy, and has resulted in improvements in policy in the last 15 years. In fact, new econometric models recently put in operation at the Fed largely reflect this core. This core is increasingly evident in undergraduate economics texts, and it also appears in graduate training, though in most Ph.D. programs there is much more emphasis on the newer and more controversial parts.
Although there are different ways to characterize this core, I would list five key principles. I would start with the most basic and least controversial principle, focusing on longterm economic growth and the supply side of the economy. Over the long term, labor productivity growth depends on the growth of capital per hour of work and on the growth of technology or, more precisely, on movements along as well as shifts of a production function, as Robert Solow pointed out many years ago. If one adds to this labor productivity growth an estimate of labor-force growth, one gets an estimate of the long-run growth rate of real GDP, or what is typically referred to as potential GDP growth. This principle, the essence of neoclassical growth theory, provides a way to estimate and discuss the sources of long-term economic growth within the organizing structure of the growth accounting formula. Key policy questions to address within this framework, of course, are why potencial GDP growth has declined and what can be done to raise it again.
Is this first principle practical? Yes. Public policy economists at the Fed and the Congressional Budget Office and private industry economists regularly use this approach to get estimates of potential GDP growth. Most now estimate this growth to be about 2-2.5 percent per year. Of course there are debates about how to apply this principle: Are there diminishing returns to information capital? How much would fundamental tax reform raise the capital-labor ratio? How much does a reducción in marginal tax rates increase labor supply? But these are more quantitative issues, concerning the size of elasticities, rather than matters of principle.

A second key macroeconomic principle is that there is no long-term trade-off between the rate of inflation and the rate of unemployment; a corollary is that a shift by the central bank to a higher rate of money growth will simply result in more inflation in the long run, with the unemployment rate remaining unchanged. Although controversial at one time, this does not appear to be controversial anymore; empirical and theoretical research provides strong support. In the 1960's inflación was low, and unemployment was between 5 percent and 6 percent; in the 1970's inflation was high, and unemployment was no lower; and in the 1990's inflation is low again, and unemployment has not increased. There are two qualifications to this principle: (i) inter-national evidence from different countries in-dicates that high rates of inflation appear to reduce the growth of potential GDP, and (ii) very low rates of inflation, in particular defla-tion, may be an impediment to the smooth op-eration of markets, both because of a lower bound on the nominal interest rate and because of the stickiness of prices and wages.

This second principle has already had a majorpractical impact on policy. It implies that central banks should pick a long-run target range for inflation and stick with it. Many central banks around the world are doing just that either explicitly as with New Zealand and the United Kingdom or implicitly as with the United States and Germany. A third principle is that there is a short-run trade-off between inflation and unemployment. In my view this trade-off is best described as one between the variability of inflation and the variability of unemployment. There is still debate about the reason for this trade-off. One rationale is the sticky-price/staggered-wage theory which I favor; but there is also the information-based theory put forth by Robert Lucas. There is also an Chongoing debate about the monetary transmission mechanism: does monetary policy work through a money channel, a credit channel, or through a financial price channel (interest rates and exchange rates)?

Despite these debatable underpinnings, the existence of a short-run trade-off has practical implications for policy: monetary policy should keep the growth of aggregate demand stable in order to prevent fluctuations in real output and inflation. In fact, the improvements of monetary policy during the last 15 years have led to much more stable macroeconomic conditions. The United States is now experiencing, back-to-back, the two longest peacetime expansions ( 1982-1990 and 1991-1997) in U.S. history, separated by one of the mildest recessions in U.S. history (1990- 1991 ). A greater stability of monetary policy, including explicit discussions and actions consistent with the goal of keeping inflation low, is largely responsible for this record-brea King macroeconomic stability. Every recession since the 1950's has been preceded by a run up of inflation; by keeping inflation from ricino in the first place, the chances of such recessions are diminished. A fourth macroeconomic principle is that peoples' expectations are highly responsive to policy, and thus, expectations matter for assessing the impact of monetary and fiscal policy. The most feasible empirical way to model this response or endogeneity of expectations is the rational-expectations approach, though modifications to take account of differing degrees of credibility are necessary. By introducing rational expectations into fully estimated econometric models and then simulating the models for different policies, the response of expectations to changes in policy can be reasonably approximated (see Taylor, 1993).

Is this fourth principle having an impact on practice? Yes. For example, macroeconomic models with rational expectations now in use at the Fed are able to estimate the effects on interest rates of a multiyear plan to reduce the future budget deficit (see Flint Brayton et al., 1997). These models can help guide monetary decisions about interest rates when a plan for budget deficit reduction (like that in 1990 or 1993 in the United States) is being considered. Additional evidence for the practical relevance of this principle is the great emphasis placed on credibility by central banks today. According to rational-expectations models, there are advantages to credibility in both monetary policy and fiscal policy. For example, a disinflation will have lower short-run costs if policy is credible. Similarly, a plan to reduce the budget deficit will have a smaller short-run contractionary effect if it is credible. A fifth principle is that when evaluating monetary and fiscal policy one should not think in terms of a one-time isolated change in the instruments of policy, but rather as a series of changes linked by a systematic process or a policy rule. This fifth principle follows from many of the other principles. It is very evidente in academic policy-evaluation research during the past 15 years, where virtually all formal policy evaluation has been done in terms ofpolicy rules. To be sure there is debate about the form of the policy rules: Should the interest rate or the money supply be the instruments in the rule? Should the instrument react to the exchange rate or solely to inflation and real output? How large should the reaction of pol-icy be to inflation? Is the rule a guideline or should it be legislated and used to add ac-countability to policy-making?

Recently there has been increased practicali nterest in policy rules. For example, in recent speeches, Federal Reserve Board Governors Laurence Meyer ( 1996) and Janet Yellen (1996) have described in detail how policy rules can be helpful in the formulation of monetary policy. Speaking about her practical experience on the Federal Reserve Board, Yellen states (p. 10) that "... rules provide a simple but useful benchmark to assess the setting of monetary policy in a very complex and uncertain economic environment." The Federal Reserve Board staff now regularly does stochastic simulation of alternative policy rules. And many private-sector business economists have noted the similarity between the actions of the Fed and many other central banks to the outcomes implied by certain policy rules.

In conclusion, let me emphasize that this characterization of a core of practical macroeconomics is not meant to imply that everything is settled in macroeconomics. On the contrary, there are still great debates going on over the size of elasticities, the role of credit in the monetary transmission mechanism, the empirical relevance of "endogenous" growth models, whether staggered price-setting models with rational expectations fit satisfactorily the dynamic correlations that characterize the process of inflation in the United States, and many other issues. One question that will continue to be debated for many years is how much formal optimization is appropriate in order to provide a solid underpinning to macroeconomics. Many of the macroeconomic models I referred to in this discussion are economy-wide generalequilibrium models which have sticky-price equations as part of their structure; but there is still much more work to be done to fully establish the optimization basis for many of these sticky price structures. The current effort to incorporate money and sticky prices into real-business-cycle models will hasten the day when models with a more fully articulated optimization structure are used in practice for policy-making. I believe that this work will add much to economists' understanding of the macroeconomic principles summarized in this discussion, but in the meantime, there is a solid core of macroeconomic principles which is useful in practical policy work and which has already improved macroeconomic policymaking in the United States and other countries.

REFERENCES

Brayton, Flint; Levin, Andrew; Tryon, Ralph andWilliams, John. "The Evolution of MacroModels at the Federal Reserve Board." Carnegie Rochester Series on Public Policy, 1997 (forthcoming).

Meyer, Laurence H. "Monetary Policy Objectives and Strategy." Remarks before the National Association of Business Economists 38th Annual Meeting, Board of Governors of the Federal Reserve System, Washington, DC, 8 September 1996.

Taylor, John B. Macroeconomic policy in a world economy. New York: Norton, 1993.


Yellen, Janet. "Monetary Policy: Goals and Strategy." Remarks before the National Association of Business Economists, Board of Governors of the Federal Reserve System, Washington, DC, 13 March 1996.

La economia mexicana de dos decadas...

A raiz del "regreso" de CSG, Macario Schettino comenta en su blog que tanto Zedillo como Salinas tienen razon en echarse la culpa de la crisis (vinculo al blog de Macario S. en la columna de la derecha). Uno por "dejar a la economia muy fragil", el otro por el famoso error de diciembre. Salida salomonica diriamos, como la de las mamas que castigan a los dos hermanos que insisten, cada uno, que "el empezo"... Como buen analista, Schettino fundamenta su opinion, que comentamos aqui en rojo: (Nota la figura de abajo la importamos del blog de MS)

Macario Schettino. Errores y regreso (extracto). Entrada del 12 de mayo de 2008 de su blog Economia 2.0.

"En pocas palabras: Salinas tiene razón al acusar a Zedillo de haber devaluado muy mal. Pero Zedillo tiene razón en culpar a Salinas de haber dejado la economía en una situación muy vulnerable. [Me parece que Schettino no ha leido el otro libro de CSG, en el que detalla el asunto de el error de diciembre. Segun la tesis de CSG -por cierto, sin replica puntual en 8 anios- el dejaba "un problema en balanza de pagos" que EZPL transformo en "una crisis de balanza de pagos". Los documentos que fundamentan esa tesis estan en el otro libro de CSG] Para ejemplificar, permítame utilizar una gráfica. En ella aparece el déficit en la cuenta corriente de nuestro país. La cuenta corriente mide todas las transacciones de bienes y servicios de un país con el resto del mundo. Cuando un país tiene un déficit en cuenta corriente, significa que el resto del mundo lo está financiando. Cuando ese déficit es grande, el resto del mundo deja de financiarlo, y no queda más remedio que devaluar. En nuestro caso, “grande” significa 5% del PIB. Cada vez que hemos tenido un déficit de ese tamaño, el resto del mundo ha dejado de financiarnos, y hemos tenido que devaluar. Como puede ver en la gráfica, esto ocurrió en 1976, en 1982 y en 1994… [Me parece que es una conclusion apresurada. No se trata de decir que no se pueden establecer relaciones causales como Schettino hace ahora, sino que me parece que en este caso la conclusion olvida algo crucial: el regimen cambiario. Si la devaluacion ocurre cuando el deficit alcanza 5 puntos me parece, en principio, casualidad antes que causalidad. Eso depende del regimen cambiario, que en ese entonces era fijo -en los ochenta- y con bandas moviles -o semifijo, si se permite el abuso del lenguaje, en los noventa con CSG-. Para aceptar la hipotesis se requiere informacion sobre el regimen cambiario, que es precisamente la que hay que ver cuando de devaluaciones se habla. CSG hace precisamente eso, lo que es normal en tanto analisis economico, y parece que cuando la historia se presenta viendo las reservas internacionales resulta mas convincente. Esto no quita que hay relaciones causales obvias entre las reservas internacionales y el deficit en cuenta corriente cuando hay tipo de cambio fijo, o incluso cuando el regimen es de flotacion sucia. El asunto es que ver nada mas al deficit olvida mirar el importante paso intermedio de las reservas. Asi, en principio, con reservas internacionales suficientes, un deficit del 5%, o del 10%, es financiable, por lo que la frase causal "deficit del 5%=devalacion" pierde validez. Si al analisis le metemos el asunto de la cuenta de capital, entonces un deficit del 10%, por ejemplo, se puede asociar analiticamente con un equilibrio de balanza de pagos, toda vez que la cuenta de capital tenga un superavit de magnitud comparable, dejando las reservas intactas. Esa fue, entre otras, la apuesta de la politica heterodoxa de CSG]

Se puede argumentar que no necesariamente un déficit tan grande lleva a una devaluación, poniendo como ejemplo a otros países [la "no-necesidad" no es nada mas por casos, sino analitica, como veiamos arriba] . Ciertamente, para cada país el nivel de déficit que lleva a que el resto del mundo deje de financiar es diferente, pero la evidencia de que en nuestro caso este nivel es 5% del PIB parece bastante fuerte. Es decir que Carlos Salinas sostuvo, durante la segunda mitad de su sexenio, un nivel muy peligroso, que sólo podía mantener con su acostumbrada “fuga hacia adelante”. Pero en algún momento eso podía fallar. Y falló cuando, efectivamente, un equipo menos capaz tomó las riendas.

Como puede usted ver, ni Salinas ni Zedillo son inocentes en esta crisis que envió a millones a la pobreza, y que hizo que miles perdieran sus negocios, sus empleos o sus casas. Sin embargo, a mí me sigue pareciendo que en el fondo, hay más culpables: todos los que a fines de 1993 insistían en que Salinas era el mejor presidente de la historia y que un año después lo acusaron de ser el peor villano. Porque vivimos tres años al borde de la crisis, pero prácticamente nadie criticó al gobierno, ni cuidó sus decisiones. [Hipotesis politica no muy solida, a mi juicio. Si CSG tuvo tanta culpa de la crisis como EZPL, entonces los analistas politicos y economicos debieron ver que estaba pasando. Me parece que, despues de ver muchas opiniones, incluida la de CSG (y excluida la de EZPL, a quien no le conozco una sola replica a 8 anios de las primeras acusaciones de CSG), la historia que resenia el mismo CSG tiene mas fundamentos. Esa conclusion puede resultar "politicamente incorrecta" para los "politicamente correctos", incapaces de ir en contra de la psique colectiva. Pero si eso da el analisis razonado, pues eso da. Ahora, el analisis economico no es totalmente concluyente, ni sus conclusiones unicas y atemporales. Pero eso es lo que tenemos...]

Por cierto, reitero mi aviso de que sin reforma energética llegaremos a tener un déficit en cuenta corriente de ese tamaño, 5% del PIB, para fines de 2010. [Aviso ante el cual tomamos nota. Esto no necesariamente provoca devaluacion, como se lee entre lineas en la entrada de Schettino, pues primero estamos en flotacion (sucia, pero flotacion al fin), y segunda, las reservas internacionales estan en maximos historicos, lo mismo que la cuenta de capital, que tiene un dinamismo mucho mayor que en 1994]

¿Quién es más culpable: Salinas o Zedillo? ¿Qué tanto somos culpables los mexicanos por no cuidar de nosotros mismos? ¿Qué tanto seremos culpables de posponer decisiones en Pemex? ¿A quién culparemos ahora? [Preguntas, esas si, muy relevantes]

Ustedes dirán…

Sobre el debate...

Comenzo el debate... Los de La Jornada (muy cercanos de la posicion de Izquierda Unida, es decir, muy cercanos de la posicion de AMLO) andan victoriosos. La Rayuela receta lo siguiente:

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Rayuela (del 14 de mayo, 2008)

Quienes antes se desgarraban las vestiduras por el secuestro del Congreso ayer elogiaban el debate que, sin él, nunca se habría dado.

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Asi que en la bronca partidista toman partido. En la cobertura informa que domina el "no a la privatizacion", y hace referencia a algunos comentarios de Ortiz Pinchetti, consecuencia de la linea editorial de La Jornada, que quieren ver complot alli donde no necesariamente lo hay. Carlos Elizondo dio sus opiniones, favorables a la reforma, y favorables a la entrada de la iniciativa privada. Ortiz Pinchetti dijo que “por fin vemos surgir en su intervención con toda crudeza la vocación por la privatización, es decir, finalmente se nos dice lo que está pasando en forma oscura, confusa, en las iniciativas de Calderón”, a lo que Elizondo respondio “Yo vengo en nombre propio, no estoy acostumbrado a leer textos de otros; entonces estoy aquí describiendo lo que yo pienso; no tiene nada que ver con la política del gobierno; no saque usted conclusiones que no debe sacar”.

En otra nota, se ve que torpezas las hay en todos lados... Cardenas en su intervencion dice el asunto de la violacion de la constitucion. Un "asesor de los panistas", como le llama el reportero, dice que no se pretende reformar la constitucion. Se pone de a pechito, pues Cardenas le revira con un "precisamente"..."por eso se violaria la constitucion"... En fin. Probablemente se vera de todo, y habra en todos los bandos quienes vean victorias por todos lados...

Me parecen mas plausibles las conjeturas de Ricardo Aleman, el de El Universal, quien dice lo siguiente en su columna de hoy:

"...decíamos que son muchos los que aventuran, con razones suficientes, que el debate no servirá de nada —porque las posturas ya están perfiladas, los acuerdos amarrados y planchados los términos de la reforma—, en tanto que otros con un candor propio de bisoños creen que estará en juego la habilidad de tirios y troyanos para vencer y convencer a los adversarios.

"Lo cierto, sin embargo, es que ganaría todas las apuestas quien ponga sus fichas en la ruta crítica que ya ha trazado de manera pública “el movimiento soy yo”. Es decir, que pase lo que pase, se acuerde lo que se acuerde, el legítimo siempre dirá que no sirvió de nada el debate y que lo siguiente es una consulta nacional. “Ganar tiempo” es el nombre del juego; “reventar a Calderón”, el de la estrategia. Para “el movimiento soy yo”, el debate es “una payasada”, y por eso mandó a Ortiz Pinchetti en su nombre. Bueno, ya en el extremo, si diputados y senadores llegaran a la conclusión de que la propuesta del PRD es la mejor de todas, con toda seguridad esa propuesta sería impugnada por “el movimiento soy yo”. ¿Por qué? Porque la reforma petrolera no es más que vagón para llegar con vida al 2012. Lo demás, en efecto, “es una payasada”."


La "ciudad de las prohibiciones" de Araujo...

Comentarios en el correo ilustrado...

Octavio Rodríguez Araujo, columnista de La Jornada, tiene ya la manía de exponer su opinión no sólo en su columna del diario, sino en el correo ilustrado. Veámos qué dice hoy:


Contradicción en la ciudad de las prohibiciones

Leo en los periódicos, vía Internet, de este domingo que el Gobierno del Distrito Federal promocionará la ciudad como destino de fin de semana. Al mismo tiempo, leo que los que vivimos en provincia no podemos entrar al DF porque hay precontingencia y no contamos con calcomanía cero ni doble cero. ¿No es contradictorio? Si vivimos fuera del DF ¿por qué somos culpables de la contaminación? Si no somos culpables ¿por qué nos tratan como tales, al mismo tiempo que nos invitan a visitar esa ciudad de prohibiciones, algunas extremas, como la del tabaco? ¿Qué más absurdos veremos?

Octavio Rodríguez Araujo


El hombre parece que está indignado (y en su indignación, pues echará línea a quien quiera tomarla) por el asunto de recientes reformas en el distrito federal. La que más le indignó, es la prohibición a fumar en espacios públicos. No le importa que la industria del tabaco sea uno de los mecanismos más eficientes para trasladar recursos públicos a manos privadas (las de las tabacaleras) -"privatizando" porciones del presupuesto, para usar la palabra y estar "a la moda"...-, no le importa que el tabaco cause daños a terceros, para él, gran parte del mundo vive en "prohibiciones extremas"... Pero ahora su queja es hasta un poco, digamos, inocente... Araujo ve inconsistencias entre la política turística del DF (que invita a los paseantes a visitarlo en fin de semana), y al hecho de que hubo precontingencia ambiental el fin de semana... y eso le es suficiente para indignarse tanto tanto como para escribir una carta a su diario de preferencia y exponer públicamente su indignación... Ojala el diario hubiera publicado igual de pronto algunas cartas de indignación ante su línea editorial que envié hace algunos años...


La Rayuela del día de hoy

La Jornada. Mayo 12, 2008

Rayuela

Los precios de los alimentos, por la nubes. Lo mismo pasa con las medicinas, con la gasolina, con la electricidad, con...
¿Creerán los que mandan que no hay límites?

Como si los precios fueran variables de decisión de "los que mandan" antes que resultado de la interacción colectiva, de naturaleza más sistémica...¿Creerán en el diario que no hay límite a su manera de deformar la realidad?



Del 5 de marzo de 2006...

Heberto Castillo criticando a AMLO por pactar con "gobiernos neoliberales", el de Zedillo. En su itinerario político de ese día, Ricardo Alemán da cuenta de la alianza entre el PRD de AMLO y la presidencia de Zedillo que, muy similar al caso del PAN con CSG en la anterior administración, vendía gobernabilidad a cambio de apertura política (léase, tal o cuál estado, tal o cual reforma política... sí, muy al estilo de las famosas "concertasesiones", o como se escriban esas figuras raras de la política mexicana)...

Una cosa dijo AMLO que sigue siendo consistente 10 años después: "queremos acceder al poder"... Mi opinión es que esa siempre ha sido la regla política: el acceso al poder. Ese es el verdadero objetivo. Ya en este 2008 Alemán opina (documentadamente, por cierto) que a AMLO Pemex no le importa nada: "Que se hunda Pemex", "Ya lo rescataremos nosotros desde la presidencia", pero no está dispuesto a darle nada, nada de nada, al "espurio", lo que fortalece su hipótesis (con la que concuerdo) de que al FAP y a AMLO lo único que les interesa es el acceso al poder (no Pemex, no un plan de desarrollo nacional, no el "proyecto alternativo", sino el poder...) Así dicho suena simplista. Puede haber matices. Pero esa hipótesis refleja, a mi juicio, gran parte del asunto... Veámos un extracto, comentado en rojo:

Ricardo Alemán
Itinerario Político
5 de marzo 2006
El universal [vínculo]
(extracto)

Alianza AMLO-Zedillo

En una gira por Estados Unidos, y luego del primer informe de gobierno de Zedillo, el 10 de agosto de 1995, el presidente Zedillo fue sorprendido por la pregunta de un periodista mexicano sobre los rumores de golpe de Estado. Molesto, el presidente mexicano pidió no hacer caso de rumores, al tiempo que la pregunta y la respuesta fueron censuradas de la versión estenográfica. El periodista, por cierto, fue despedido de su medio. Pero en el ambiente flotaba la especie del golpe de Estado, de la renuncia de Zedillo. El PAN, junto con el PRI, cerraron filas en torno al presidente, en tanto que en el PRD se insistía, ya sin mucha intensidad, en la erección de un gobierno de salvación nacional.

Pero no todos pensaban lo mismo en el PRD. Desde dos flancos de esa izquierda institucional se calculaban las grietas que se abrían en la institución presidencial, a causa de la debilidad mostrada por los rumores de golpe de Estado. Los grupos políticos de Jesús Ortega -tribu conocida como Los Chuchos y que tenía una fuerte influencia en la Cámara de Diputados-, y el de Andrés Manuel López Obrador, quien pretendía la presidencia del PRD, se aproximaron al presidente para reeditar con Ernesto Zedillo el pacto político que en 1988 realizó el PAN con el gobierno de Salinas. Es decir, legitimar el gobierno de Zedillo a cambio de un acuerdo político.

El 2 de junio de 1996, en Misantla, Veracruz, el entonces candidato a la presidencia del PRD, Andrés Manuel López Obrador, lanzó un claro mensaje en ese sentido: "Por encima de todo condenamos cualquier rumor, cualquier acción cuyo propósito sea debilitar las instituciones nacionales, porque no sólo saldrá del poder el presidente (Zedillo), sino que perderíamos toda la nación... [ahora parece que ha elevado la apuesta... no importa si se "pierde la nación"... "al diablo con las instituciones"...] No queremos alianzas con el presidente Zedillo. Deseamos acuerdos donde él se comprometa con el pueblo y con la nación, con nosotros (con Andrés Manuel López Obrador como presidente del PRD) a construir una verdadera transición democrática. Queremos acceder al poder, pero no sobre el cadáver de la República [ahora no importa... sobre el cádaver incluso... "que se hunda Pemex"]. Queremos un nuevo proyecto nacional, pero ello sería imposible si perdemos la nación... Le reitero al presidente un ´acuerdo de unidad y apoyo político´".

El repentino e inexplicable cambio estratégico que proponía a Ernesto Zedillo el aún candidato a presidir el PRD le valió a López Obrador una severa crítica del otro contendiente a ese cargo, Heberto Castillo, quien comparó a AMLO con Vicente Lombardo Toledano. Visionario, Heberto Castillo dijo el 10 de junio de 1996 que el PRD no buscaba alianzas con quienes impulsan la política neoliberal, sino que pretendía cambiar esa política neoliberal. Y luego reprochó el cambio de discurso de Andrés Manuel López Obrador, que primero impulsó con Cárdenas la erección de un gobierno de salvación nacional, sin Zedillo, y que ahora impulsaba un acuerdo político, con Zedillo, para acceder al poder.

Heberto Castillo ya no vivió para ver que se cumplió su pronóstico. López Obrador se hizo presidente del PRD, llevó como su operador político a Jesús Ortega, en la secretaría general del partido, y muy pronto empezaron los cambios. No sólo el periódico La Jornada dejó de criticar a Zedillo [zaz!!! habría que documentar este asunto, pues es muy interesante que el diario "independiente" se comporte muy acorde con determinados intereses políticos... a ver si ya empezamos a comprender que no hay tal cosa como diarios "independientes"...], sino que lo convirtió casi en un héroe nacional, en tanto que se repitió el fenómeno idéntico al ocurrido en la alianza del PAN con Salinas -entre 1988 y 1989-, ya que entre 1996 y 2000 aparecieron claros signos de la alianza Zedillo-AMLO.

El PRD al poder

¿Pero cuáles fueron esos signos? Los únicos que valen en política, los del poder. Así, Zedillo incorporó al PRD, junto con el PAN y el PRI, a dar los primeros pasos hacia una nueva reforma política que, al final del sexenio, dejaría al gobierno fuera del control de las elecciones federales [lo que hace palidecer los análisis de los "intelectuales", tanto "neutrales" como "de izquierdas", que le asignan al PRD parte de ese "éxito", el de la reforma política. No señor. Todo fue acuerdo político, no resultado de la "lucha democrática"]. La reforma era, sin duda, mucho más avanzada que la conseguida por el PAN en 1989-1990, pero el método empleado por el PRD para legitimar al gobierno de Zedillo y para rechazar la amenaza del golpe de Estado había sido el mismo utilizado por el PAN entre 89-90; el de dar apoyo al gobierno a cambio de poder. Así, en julio de 1997, y contra lo que había ocurrido en 1988, en donde le fue desconocido el triunfo al Frente Democrático Nacional, Cuauhtémoc gana en el DF la Jefatura de Gobierno, en tanto que el PRI perdió en esa misma elección la mayoría en la Cámara de Diputados.

Pero no era todo, en septiembre de 1998 el PRD gana Zacatecas, con el ex priísta Ricardo Monreal; en enero de 1999 el PRD gana Tlaxcala con el ex priísta Alfonso Sánchez Anaya; en abril del mismo año, el Partido de la Revolución Democrática gana Baja California Sur con el ex priísta Leonel Cota Montaño, y en diciembre de 2000 una coalición de todos los partidos contra el PRI, incluido el PRD, gana Chiapas, con Pablo Salazar. López Obrador jugó en esa alianza del PRD con Zedillo el mismo papel que Diego Fernández en las alianzas del PAN con Salinas. La única diferencia es que Diego presumía su influencia y AMLO la escondía. Pero la cereza del pastel fue en el año 2000, cuando López Obrador se postuló como candidato a jefe de Gobierno del Distrito Federal.

Todos saben que Andrés Manuel López Obrador no cumplía los requisitos legales, que el PRI y el PAN lo impugnaban, pero también todos saben -y algunos como Liébano Sáenz lo niegan en público- que la solución vino de la casa presidencial. Zedillo contuvo al PRI y Vicente Fox al PAN. ¿Por qué Vicente Fox? Porque desde 1999 Vicente Fox hizo una alianza con Zedillo para sacar adelante el Fobaproa. Para ello intramuros del Partido Acción Nacional debieron echar, literalmente, a Felipe Calderón, quien era el presidente de ese partido, quien se oponía a la candidatura presidencial de Fox, quien se oponía a que el PAN avalara, como lo hizo, el caso Fobaproa, quien se oponía a validar la candidatura ilegal de AMLO, y quien pretendía la reelección al frente de Acción Nacional. Felipe Calderón fue echado -y hasta se fue del país-, y en su lugar fue impuesto Luis Felipe Bravo Mena. En la elección presidencial de 2000, Vicente Fox derrotó al Partido Revolucionario Institucional, y López Obrador ganó la Jefatura de Gobierno del Distrito Federal.

Zedillo con AMLO

Esa fue la "Presidencia moderna", la que hizo posible la alternancia en el poder presidencial, aun a costa del propio PRI, partido del que Zedillo se decía militante. Pero esa presidencia no ha sido comprendida, porque su labor no ha terminado. ¿Quién va a terminar esa labor? No lo hará una hipotética presidencia de Roberto Madrazo, quien al contrario, perseguiría a Zedillo. Tampoco lo hará una eventual presidencia de Felipe Calderón, quien fue echado del PAN con la ayuda de Zedillo. [Por eso tiene sentido el reciente "espaldarazo" de CSG a FCH...]¿Quién entonces? El ex priísta, luego perredista, que en 1996 dejó atrás la tesis de quitar a Zedillo de Los Pinos para pactar con Zedillo el reparto del poder, la reforma electoral, los triunfos del PRD y al final de cuentas la alternancia. Esa presidencia, según Zedillo, sería la de Andrés Manuel López Obrador.

En realidad Liébano Sáenz es el mensajero de Zedillo, el ex presidente que no sólo reclama la paternidad de la "Presidencia moderna", sino que recomienda los pasos a seguir para concluir con su obra. ¿Qué es lo que sigue? Una mirada al capítulo octavo de La Presidencia moderna permite ver que el paso siguiente es la reforma al Poder Legislativo. Es moneda corriente que en julio de 2006 los electores volverán a propiciar un Congreso dividido, lo que supone las mismas dificultades que tiene Fox, pero para el presidente en turno. ¿Y qué hacer frente a esa dificultad? Dice Liébano Sáenz: "El régimen debe dotar al mandatario de las facultades y atribuciones que le permitan cumplir sus responsabilidades frente a un Poder Legislativo independiente, activo, riguroso en el cumplimiento de sus funciones, pero a su vez responsable de la buena marcha de los asuntos públicos y sujeto a una ética de responsabilidad". El paso siguiente en la transición de Zedillo y Andrés Manuel López Obrador es el legislativo, con todos lo riesgos de crear un gobierno autócrata. Pero la discusión apenas empieza. Al tiempo.

Contribuyendo al misticismo y la mentira...

El Fisgón
Mayo 9
La Jornada
Amenaza de Hambruna


Las conclusiones que la gente saca a partir de este cartón son: el TLC provocó la ruina del campo. Y no es que a la larga el TLC haya contribuído a una eventual mejora del campo. No. No es esa la tesis que aquí presento... La tesis que presento va en el rollo de pensar que la ruina del campo está presente desde antes del TLC, y que tiene un carácter más sistémico, no tan dependiente de un tratado comercial... ¿A poco el Fisgón se cree el rollo que presenta? ¿A poco realmente piensan que antes del TLC los campesinos vivían felices y contentos, como el campesino del cartón? ¿A poco espera que la banda se lo crea? ¿No cree usted que este cuate miente en sus cartones, y que contribuye al engaño colectivo que La Jornada sistemáticamente promueve?

Más allá del absurdo...

Sobre el acto de conmemoración del aniversario de Karl Marx en la UNAM La Jornada publica la siguiente nota. Comentamos en rojo, pa no variar:

La Jornada, 8 de mayo 2008

Boicotean alumnos acto en la UNAM para conmemorar nacimiento de Carlos Marx

Nota de Laura Poy Solano. [vínculo]

Al conmemorar el 190 aniversario del nacimiento de Carlos Marx, catedráticos e investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) destacaron que “hoy más que nunca es indispensable leer a los clásicos, y Marx es uno de ellos, al ser uno de los críticos más radicales de las injusticias sociales que genera el capitalismo salvaje, cuya única meta es la acumulación de riquezas y plusvalía, sin importar las consecuencias para los humanos”.

[Karl. No Carlos. Si yo viajo a Alemania pediría que me llamaran Carlos, que es mi nombre, y no Karl. A los anglosajones les pediría que me llamaran Carlos, no Charles. Marx se llamó Karl, no Carlos]

Reunidos en el auditorio Antonio Caso de la máxima casa de estudios, Ambrosio Velasco Gómez, director de la Facultad de Filosofía y Letras; John Saxe Fernández, catedrático del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades, y Enrique Dussel, filósofo e investigador de la UNAM, afirmaron que desde la lucha de clases y el análisis de los efectos del capitalismo podemos encontrar “las claves que desentrañan muchas de los efectos devastadores del capitalismo”.

Dussel destacó que Marx mostró por qué el obrero, “aun trabajando, es pobre. Señala que genera más de lo que recibe, y a eso le llamó plusvalor, pues toda la ganancia es proporcional a la pobreza, como establece en la ley de la acumulación. Se trata, pues, de un pensamiento científico, pero, al mismo tiempo ético, porque vio el sufrimiento de la gente y encontró una teoría que lo explicaba”.

Saxe Fernández destacó que ante un momento de inflexión como el actual, la reflexión histórica y geográfica, así como el análisis de clase que propone Marx, son “centrales”, pues aseguró que las categorías de neoliberal y neoporfirista “dejan muchas aristas fuera para entender lo que pasa entre las oligarquías, en este caso, de Estados Unidos y México, para explicar el motivo central de la actual propuesta de reforma energética planteada por el presidente Felipe Calderón”.

[Sólo puedo dar un comentario parcial, pues no estuve presente en el evento para escuchar en su totalidad los planteamientos expuestos y me tengo que conformar con la nota periodística, que puede dejar mucho fuera. Los comentarios parecen ir en tres sentidos: 1) destacar aspectos analíticos de la obra de Marx (reduciéndose a lo que hay en El Capital), como son la plusvalía y anexas. Una anotación sobre el carácter ético del asunto, que debería apuntar al hecho de que la totalidad del esfuerzo intelectual de Marx no es especialmente analítica, sino mucho más amplia, aunque también muy analítica. Luego hay asuntos más generales, como el asunto de la lucha de clases, y la necesidad de leer a los clásicos de las ciencias sociales. A mi parecer lo más relevante que se puede decir en un momento como ese, de conmemoración, con el objetivo de ser recogido en una nota de periódico como esta, es que más allá de los aspectos analíticos en la obra de Marx lo trascendental es su intención transformadora. Esa intención transformadora, de emancipación, tiene (o tuvo, por lo que se ve con muchas expresiones "de izquierda") una vocación científica muy clara, orientadora de todo lo demás. De allí viene la necesidad del carácter analítico. Enfocarse en los aspectos analíticos (conceptos como plusvalía, tasa de ganancia, etc.) o apuntar nomás en el carácter ético de su obra, reduce, a mi juicio, el alcance y la importancia del "pensamiento" de Marx, por decirlo de alguna forma, pues la unicidad de su esfuerzo intelectual es, de entrada, asunto de debate. Es mejor decir que la de Marx es una obra que tiene como objetivo central la transformación, y que tiene, para decirlo en la interpretación de Sacristán, tres elementos centrales: los filosóficos, los analíticos y los políticos. No es sólo la ética de la explotación, como lo expuso Dussel, a decir de la nota, sino la liberación, la emancipación.]

Por su parte, estudiantes de la Facultad de Economía (FE) impidieron la inauguración formal del encuentro, tras denunciar que autoridades de esa institución “pretenden borrar de la currícula el pensamiento marxista, y es una incongruencia que hoy pretendan hablar de su obra”, por lo que exigieron que José Antonio Ibarra Romero, secretario general de la FE, se retirara del lugar, lo que propició que la mesa inaugural concluyera de forma abrupta.

[Como dice un buen amigo mío, aquí es donde la puerca tuerce el rabo, pues esto es ni más ni menos que un absurdo. Un grupo de estudiantes impiden un evento que busca promover el cultivo de la obra de Marx. ¿Cuándo se ha visto? Pero el asunto es que el grupo de estudiantes no piensa que a Marx no hay que leerlo (que los hay), sino que son estudiantes que toman su obra como inspiración de su actitud política (y académica, pues en esa Facultad de Economía esa actitud puede ser el mejor pretexto para no ponerse a estudiar economía y matemáticas, pues son "neoliberal" una, y "burguesa" la otra...). Sobre semejante pretensión (la de borrar a Marx de la currícula) sólo puedo decir que esa es una percepción política (muy cómoda, por cierto, pues no hay mejor motivación para ejercer sus acciones, como la de impedir este evento) equívocada y no fundamentada objetivamente. Yo no puedo defender ni un momento la manera en que se enseña a Marx en la Facultad. Es urgente una transformación en la manera de leer a Marx. Pero ante cualquier señal de que se les quiere tocar "su quesito", se autonombran los herederos de esa tradición, se igualan con "el barbón", como le han dicho, y se ponen a clausurar eventos. La razón dada (de que es un "agravio" que las autoridades de la Fac. participen en el evento, lo que a mi juicio se me hace un acierto de esas autoridades) muestra una intolerancia que no debiera existir en la tradición de la que dicen participar, pues deja ver que ellos deciden quién sí y quién no puede hablar sobre Marx, en lugar de que lo vean como una excelente oportunidad de discutir con ellas "el campo teórico", como lo perciben, que ellos dicen dominar y defender... Y esos son los estudiantes que dicen tener la razón. Permítanme disentir fuertemente con ellos]

Afirmaron que el cuerpo directivo y los integrantes del consejo técnico de la facultad no han abierto un “espacio plural” para discutir un nuevo plan de estudios, por lo que continuarán demandando a las autoridades que cualquier reforma que se aplique sea integral e incluyente.

[Esa demanda del "espacio plural" es falaz. Me parece que los espacios institucionales están abiertos (tal vez como nunca en mucho tiempo). E incluso, si dichos espacios no estuvieran abiertos, ¿no es característica de la tradición de izquierda abrirse los espacios que requiere? Es un círculo vicioso el de ellos. Yo no les conozco ninguna posición académica sustantiva, ningún trabajo de investigación con el cual fundamentar sus posiciones. Les conozco, sí, cartas y "manifiestos" llenos de personalizaciones, insultos y mentiras. Por tal motivo no participan del debate sustantivo. Como no participan, pues no se sienten incluídos. Como no están incluidos entonces cualquier reforma no será "integral", a su juicio. Como no hay reforma "integral", pues entonces hay "resistir", como ellos dicen, y cerrar este tipo de eventos.]

En entrevista, Ibarra Romero, aseguró que “no se trata de una imposición vertical de nuevos contenidos; se han discutido y estamos abiertos al diálogo”, por lo que rechazó que con la creación de una nueva licenciatura de economía y negocios se pretenda borrar el pensamiento de Marx, “cuando ha sido uno de los pilares en la formación de nuestra facultad, pero eso no implica que dejemos a un lado nuevos conocimientos”.

[No sólo no lo implica, sino que lo ímpide, diría yo. La comprensión o la interpretación fructífera de la obra de Marx alienta la adquisición de esos nuevos conocimientos. Al entender la necesidad de actualizar la analítica de cualquier proyecto de transformación (la analítica de Marx es, ahora, más "hija de su tiempo". Muchos de sus conceptos analíticos están caducos, por decirlo así. Lo que no ofrece ningún problema en el esquema marxista. Los conceptos analíticos son caducos por definición, y ni qué decir sobre esa caducidad en ciencias sociales) los estudiantes que quieran abrazarse a uno deberían ser los primeros en las filas para inscribirse a los cursos de teoría economíca y matemáticas. También, ¿por qué no?, en los cursos de esa nueva carrera que tanta picazón en la conciencia les provoca.]

190 aniversario

Hay un ciclo de conferencias en la UNAM celebrando el 190 aniversario del nacimiento de...

imagen tomada de aqui


Independientemente de los participantes que vayan a la conferencia me parece excelente que haya un esfuerzo institucional por cultivar la obra de Marx. Es algo que hay que alentar...Mejor aún que se ofrece constancia curricular con el 80% de asistencia. Me parece un acierto. Un verdadero acierto. Habrá que ver, ahora, las cosas que se dicen.


Pero...


Hay quienes piensan diferente....

Ardor y odio....

el insulto y la bajeza.... Yo creo que hay que tener estilo para todo. Quino, por ejemplo, es un maestro de estilo y elegancia, en mi opinión... Nerilicón me gustaba mucho allá en la década de los noventa, por su razonamiento gráfico. Luego le perdí la pista. De los de hoy, Calderón (el del Reforma, hay que cuidarse hasta de las sombras) es de los más elaborados, ocurrentes y con mucho humor, e hirientes, para algunos... Me imagino a muchos que les da vueltas la tripa...
Rapé en el milenio se salva. No se hable siquiera de los maestrazos Jis y Trino, que desde el Santos hasta "otro día" y las multi-tiras (Rey chiquito, las fábulas, los ruleteros, crónicas marcianas y las que se me olvidan), y hasta considero, ¿por qué no? al ocurrente Terrazas, quien verdaderamente discute la verdadera (la redundancia es obligada) política nacional...

Pero ¿esto?

El Fisgón
"A los caídos" La Jornada. Mayo 7 2008.



















No es que me dé roña ni me espante. Esas tribus son eso. Tribus. Pero ahora se pelearan el cheque. Ya se vé que El Fisgón no les quiere dar ni un centavo. Para allá va la cosa, y La Jornada ha tomado su decisión, como es fácil documentar... Un diario así, creo yo, no puede ponerse como "independiente", mucho menos de "izquierda". Pero andábamos en el cartón... Nada, lo dicho. El estilo. Y esta gente criticaba al Mosh y a "lo peor" del CGH en el '99... peor aún: "el movimiento" lo tiene como un "cartonista" comprometido... o mejor aún, combativo... Híjole qué carambas! Creo que al Fisgón habrá que tenerlo en la mira.
Pues no es el primer cartón... ni será el último... ¿Qué por qué "discutir" al Fisgón? Pues porque me da la gana...y porque considero que no es trivial...

El que se mueve...














... no sale en la foto.... (por cierto, tomada por Guillermo Sologuren. La Jornada)

digo, como para estar a tono ahora que CSG ha "regresado", según los medios.... (yo preguntaría: AH! ¿Se había ido?...)

Allí están:
Jaime Cárdenas, Lorenzo Meyer, Manuel Bartlett (sí, el de la caída del sistema), José Agustín Ortiz Pinchetti, Porfirio Muñoz Ledo (sí, el que le levantó la mano a Fox y años después se autoproclamó "lider las izquierdas mexicanas"), Ifigenia Martínez, Juventino Castro, Bernardo Bátiz y Raúl Carrancá y Rivas (sí... el que se opuso de principio a fin a la huelga del CGH de 1999)


Iniciaron las juntas para la "defensa del petróleo"...

Ahora comentamos en rojo algunas partes de la nota de La Jornada. [aquí el vinculo]

"Al frente de la Comisión de Energía y Desarrollo del FAP, responsable de la organización del simposio, Porfirio Muñoz Ledo adelantó –al presentar a los integrantes de la mesa– que de prosperar la iniciativa de Calderón, México se encontraría “en el dintel de la ruptura del orden constitucional”, y confió en que el debate sobre la iniciativa de reformas a Pemex “no sea un debate a la antigüita en el que se oye a muchos, se escucha a pocos y no se hace caso a nadie”."


[CSG recientemente lanzó el obús diciendo que "neoliberalismo" fue el de Zedillo y el de Fox. La tradicional "izquierda" no pensará diferente, aunque incluyendo a aquél. Pues aquí tenemos a uno que celebró y estuvo allí levantándole la mano a Fox al celebrar en la noche de la elección. Un promotor del neoliberalismo, podríamos decir...¿O no? ¿No es así como saca esta izquierda sus conclusiones? Ahora PML no quiere un debate en el que se no se oiga naide. ¿A poco de verdad están dispuestos a eso? Acaso el FAP y AMLO estarán dispuestos a escuchar otras voces diferentes de las suyas? ¿A poco la administración puede cambiar su propuesta de reforma? Así como veo las cosas, mi humilde opinión es que es más probable esto último que lo primero...]

...(Jaime) "Cárdenas, quien dijo haberse “espantado” ante la lectura de las iniciativas del Ejecutivo, destacó que la propuesta [del gobierno] concede a un comité de transparencia y auditoría la facultad de legislar en materia de adquisiciones, contratos y obras, y al comité de remuneraciones la de fijar salarios, potestades ambas que son responsabilidad del Congreso; establece límites a la Secretaría de la Función Pública (SFP) y otros órganos de control para que no fiscalicen las actividades de la paraestatal; crea consejeros al margen de la Ley de Responsabilidades de los Servidores Públicos; permite la adjudicación directa de contratos y otorga facultades a la empresa petrolera para contratar deuda externa, entre otros ejemplos de violaciones concretas a la Constitución."

[Pero alguno(s) de los que están allí sentados en la foto ya hicieron la versión rebuscada y barroca del "al diablo las instituciones" precisamente por el "peligro" que representa que el congreso legisle y tome decisiones... ¿No me creen? Ahí les va... digo, ya entrados en gastos... ]

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Paréntesis para ver el "al diablo con las instituciones", pero entre líneas...y con buenas palabras...

El miércoles 16 de abril de 2008 apareció en el correo ilustrado de La Jornada esta carta. El diario la anunció de la siguiente manera: "Intelectuales expresan consideraciones sobre la reforma energética". [Ver aquí]. Reproducimos aquí la carta, e incluímos unos comentarios en rojo.

Al Poder Legislativo, a la opinión pública:

Ante un triunfo de la civilidad, la saludable aceptación en el Congreso de la Unión de la propuesta del debate nacional del Frente Amplio Progresista sobre los temas energéticos, queda señalar algunas certidumbres y sugerencias:

¿Un triunfo de la civilidad? ¿De qué hablan los intelectuales? ¿La civilidad para ellos se expresa en la toma de tribunas, en la polarización extrema, en el discurso único? No nos hagamos: los que apoyan el movimiento del FAP rápido llaman "calderonista" o "vendepatrias" a cualquiera que no se una a su lucha o que no coincida en su discurso. Por otro lado, si uno comulga con ese movimiento, la andanada mediática se dejará venir y de "peligro para México" o, peor, "fascista" no bajarán. Pues bien, en ese contexto "los intelectuales", como los presenta La Jornada, ven un triunfo de la civilidad, cuando en mi humilde opinión "civilidad", e incluso "ciudadanía", no están por ningún lado...Pero los intelectuales no sólo piensan que sí hay civilidad...sino que incluso triunfa... ¿A qué le tiran? Ahora, tengamos en cuenta que la "aceptación" en el Congreso de la propuesta de debate del FAP no fue "saludable" ¿o sí? ¿Qué tán saludable puede ser si tienen tomadas las tribunas? Es pregunta nomás...

El debate necesita el tiempo justo y el primer debate debe ser sobre cuál es el tiempo justo.

Eso me recuerda a algunas asambleas del CGH en la huelga de hace ya 9 años.

Estos días se han distinguido por sólidas y lamentables campañas de odio y por la personalización al extremo del conflicto.

La personalización al extremo. De acuerdo. Me parece muy sensata la tesis que Ricardo Alemán viene presentando en El Universal. El asunto se trata de una venganza política. Por un lado, AMLO hará todo para no darle nada al "espurio". Según Alemán, eso pasa incluso por dejar "que se hunda Pemex". ("A Pemex lo rescatamos cuando sea Presidente" dijo AMLO a sus cercanos, documenta Alemán, precisamente con las medidas incluidas en la reforma calderonista. "Pero allí será diferente", dicen los que lo apoyan. ¿Por qué? Quién sabe.) Por otro, parece que el centro de gravedad de la política calderonista es, precisamente, AMLO. Pero la personalización del conflicto la hacen precisamente estos personajes, no la mediáticas campañas de odio (que también contribuyen).

Nos importa sobremanera destacar que el centro y la razón de todo es el carácter de la reforma, del cual dependerá gran parte del destino próximo de México. Aunque ningún debate lo signifique todo, este, ya propuesto y aceptado, sí clarificará lo suficiente las condiciones de la reforma a Pemex. No sólo hay que darle tiempo al debate, hay que negárselo a las descalificaciones tan innecesarias, y hacerlo todo en el clima de serenidad exigible y evidente. Las razones trascienden siempre a las presiones, y este es nuestro compromiso

[Se van con el obús lanzado por AMLO, sin crítica. No se trata de minimizar el papel del petróleo en el desarrollo nacional...-tal vez ha sido más un problema "que una ayuda"...mera conjetura, antes de que me quemen en leña verde... El desarrollo nacional depende también de muchas otras cosas, y tal vez más que de Pemex...Pero allí "la izquierda" no se rasga vestiduras por que esos asuntos ya son privados...(La educación, por ejemplo; La banca, pa seguirle,... y si nos vamos a valor agregado, la industria de la construcción, o ya de plano, digo, faltaba más, la automotriz...]

Es indispensable que no sólo el Poder Legislativo, encargado de la última forma legal del proyecto, sino la sociedad civil en sus muy variados sectores, discuta y adquiera, durante el debate, muchísimos elementos de juicio, hasta ahora monopolizados por quienes creen monopolizar a los experto [¿por qué no han hecho la misma aseveración con reformas no menos importantes?... ]Como se ha probado, expertos los hay en ambos lados de la polémica [afirmación que está a punto de rayar en la ciencia "buena", la de ellos, y la "mala", la del gobierno...Si los "expertos" son los que dice La Jornada (Bartlett, Carrancá y demás) pues como que algo anda muy muy mal no???], y a ellos les corresponderán los cuestionamientos centrales, pero a todos nos corresponde participar, en la medida de nuestras posibilidades, en el proceso de ciudadanización que va de lo que no se nos ha permitido conocer a lo que necesitamos saber para ser parte activa y no meramente contemplativa o rezongona de la nación. [ZAZ!!]

Para que el debate sea efectivamente nacional y efectivamente local requiere de la intervención de la radio y la televisión. Sin esto sería un diálogo entre expertos, o inexpertos, sin las repercusiones mínimas, salvo, como se ha visto, el saqueo de los recursos nacionales. [O sea que , al final de cuentas, de nadan nos sirven los expertos. Las repercusiones de su diálogo no puede ser sino el saqueo de los recursos naturales... Caramba! Es de quedarse sin aliento!!! ¿Qué creo yo? Que ni ellos se lo creen, y esta es la fórmula que encontraron para pasar lista ante el caudillo. Sí. Eso creo. Sí, con esas palabras. Pues no se quieren quedar fuera de cualquier cosa que pueda venir... Sí, me puedo equívocar, pero no veo "señales" que me indiquen otra cosa...]

La experiencia histórica impulsa la exigencia de tiempo justo para el debate [Quiero usar palabras de Sacristán: ¡Qué baratas salen las grandes campanadas del futuro!]. Hemos visto y lo hemos resentido profundamente cómo, de qué forma, al arrinconar a la ciudadanía y al concentrar todo en unos cuantos delegados de todavía menos personas, se cometen atentados auténticos como el Fobaproa, el IPAB, el rescate de las carreteras y demás privatizaciones. ¡Cómo hubiera hecho falta un debate nacional en torno al Fobaproa! [Ahí está...¿no qué no? Al diablo con esas instituciones... las dejamos solitas y nos recetan el Fobraproa, el Ipab y demás... Curioso es, digo, como para tener más elementos, que CSG culpe de esos lastres no al congreso, sino al ejecutivo, al de Zedillo y al de Fox... Pero como había que detener al congreso, ese que tiene el máximo número de representantes de la "izquierda"que nunca había tenido, pues algo así como "todo se vale"...De nuevo, la parsimonia: No creo que se crean lo que firman. Más bien es el "presente" ante el pase de lista...]

Un resultado positivo ya innegable: se vive en el orden nacional y como exigencia inaplazable la exigencia de debates que contrarresten y trasciendan el desánimo y el aplazamiento de la ciudadanización [Ah qué coincidencia no creen?]. Ese vigor comunitario no debe perderse [¿Vigor comunitario? Por dios!! Andaban inspirados!! De comunitario no veo yo nada por ningún lado, si me excusan decir mi hereje opinión... Lo que veo es el corporativismo y la formación de cuadros para traducirse en una base electoral, que es lo que de últimas les importa: la sobrevivencia del partido con cargo al erario...(sobrevividores les deberíamos decir a algunos de ellos...jijiji]. Ir al debate en los tiempos que el debate mismo exige es un procedimiento civilizado y racional.

Atentamente.

Marco Antonio Campos, Rolando Cordera, Arnaldo Córdova, Laura Esquivel, Bolívar Echeverría, Víctor Flores Olea, Luis Javier Garrido, Héctor Díaz Polanco, Margo Glantz, Antonio Gershenson, Enrique González Pedrero, Hugo Gutiérrez Vega, David Ibarra, Guadalupe Loaeza, Lorenzo Meyer, Carlos Monsiváis, Jorge Eduardo Navarrete, Carlos Payán, Carlos Pellicer, José María Pérez Gay, Sergio Pitol, Elena Poniatowska, Ida Rodríguez Prampolini, Adolfo Sánchez Rebolledo, Enrique Semo y Héctor Vasconcelos

Recuerdo una frase de Manuel Sacristán quejándose de lo inútil de los intelectuales. Antes bien había que ir a dominar analíticamente algún aspecto de la realidad para intervenir en ella... Allì les va, como para ponerle pimienta....

Sacristán está discutiendo sobre la década de los sesenta, y allí se dice que el intelectual es
"...un payaso siniestro, un parásito por definición que en cada una de sus payasadas no está haciendo más que asegurar el dominio de la clase dominante, sea esta clase dominante la burguesía de aqui o sea la burguesía burocrática de un país como la Unión mal llamada Soviética. Para mí, el intelectual es el personaje más siniestro de nuestra cultura, pero no el intelectual al que Aranguren estaría dispuesto a criticar, es decir, el físico nuclear, no; a mí, el intelectual que me parece más siniestro es el intelectual supuestamente crítico, el intelectual que con su crítica está constantemente desarmando a la clase oprimida, a la clase explotada...Yo llegué a la conclusión de que el intelectual, incluído el teórico marxista, el intelectual de tipo tradicional, incluído, desde luego, Ilich y todos éstos, son un grupo parasitario de la clase explotadora, y que su lucha critica es simplemente el permanente intento de reservarse un trozo de plusvalía para ellos, un trozo parasitario."

(Extracto de
"Una conversación con Manuel Sacristán", por J. Guiu y A. Munné. Entrevista para El Viejo Topo.)


Uff.. Visto con esos ojos, que La Jornada llame "expertos" a los "intelectuales" es como pegarse una botada de risa y luego echarse a llorar... o viceversa... o lo mismo a la vez...
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Cierra paréntesis... Pues bueno. Allí está el "al diablo con las instituciones" educado y con los libros bajo el brazo. Ahora dijeron en el foro de allá arriba que se oponen a la reforma porque le quita al congreso (ese que aprobó el Fobaproa-Ipab, y carreteras y demás) responsabilidades en el manejo de Pemex....¡pero es eso lo que quieren los que firman la carta! ¡que sea la ciudadanía la que decida en torno al petróleo! Un favor harían en decirnos dónde está....la ciudadanía, se entiende.

Pero sígamos con la nota de los "expertos". Ésta de Lorenzo Meyer, por ejemplo, me provoca harto:

“Con esta reforma, el gobierno federal pretende dos cosas simultáneamente: maximizar la extracción del petróleo y traer inversión extranjera, que equivale a tener el pastel y comérselo”, señaló en su turno Lorenzo Meyer, quien sostuvo que en el tema del petróleo está en juego la naturaleza del nacionalismo mexicano."

[Han quedado resumidos en esa frase 70 años de teoría económica de manejo de los recursos naturales. -si no se ha dado cuenta, estoy siendo irónico- No importa que haya literatura desde los años treinta analizando lo que luego se llamará el problema del pastel, precisamente por la naturaleza finita y no renovable del recurso... El "experto" ha hablado y ha dicho su opinión. Que la opinión pública y los legisladores tomen nota...es un "experto", y a ver, disiente, a ver cómo te va...díles que no es cierto! Apuesto a que de hijo de Calderón no te bajan...Mira como les va a "los chuchos"....A ver! Diles que eso que dijo Meyer es a lo más una fórmula literaria que ni siquiera se aproxima a un enfoque serio, y te dirán que es mejor estar allí junto a ellos, y que si no estás con ellos, entonces no estas "defendiendo la patria" sino peor "la vendes"..Pero sígamos, que hay pa mucho...]

"Tras un breve recuento de la historia del petróleo en México, Meyer destacó que a diferencia de otras etapas, destacadamente las del siglo pasado, por primera vez se logró que antes de la aprobación de alguna ley se le abriera el espacio a la opinión pública. “En el caso del Congreso, PAN y PRI dan la mayoría para aprobar la iniciativa de Calderón, y si no entra en el debate otro actor, que es la sociedad, que es el pueblo, esto no se podrá impedir.”"

[Bueno, parece que se dan cuenta que de representantes aquellos no tienen nada..¿Por qué no se lo toman en serio, llevan el argumento a sus últimas consecuencias, y analizan las perspecticas de un cambio social más en serio? ¿Qué no es eso lo que hace "la izquierda"? ¿O a poco con el plebiscito/referendo/"hay-de-ti-si-apoyas-la-reforma-la-
historia-te-juzgará" se conforman? Y ya para terminar, veamos el siguiente pasaje...
]

"Mencionaron los ponentes que el artículo 26 constitucional encomienda al Estado mexicano la organización de “un sistema de planeación democrática del desarrollo nacional”. Y para propiciar este encargo constitucional, el tercer párrafo ordena: “La ley facultará al Ejecutivo para que establezca los procedimientos de participación y consulta popular en el sistema nacional de planeación democrática, y los criterios para la formulación, instrumentación, control y evaluación del plan y los programas de desarrollo."

[No pues sí. ¿Y por qué eso sí es planeación democrática y todas las reformas anteriores no? Me suena que ese artículo se refiere a los planes nacionales de desarrollo y las consultas que hace el ejecutivo antes de definirlos... Pero pues de noche todos los gatos son pardos..¿Qué no?... Bueno, eso me parece. Yo no soy ningún "experto" ni mucho menos en cuestiones legales (y ni en todas las demás!!), así que, a la "Catón", excuso a la nación de prestar atención a estas diatribas, y que se dedique a los reales menesteres... como leer los chistes de Catón...Basta.]

La década perdida de Salinas...

EL diario mexicano Reforma publicó en su sitio web el prólogo y el epílogo del nuevo libro de CSG. Comentaremos poco a poco alguna de la información. A propósito de una o dos entradas anteriores discutiendo editoriales recientes de La Jornada, habíamos comentado sobre Oportunidades y sobre neoliberalismo. Aquí CSG da su versión de la historia. La tesis central del nuevo libro, a decir de la nota periodística es que 1995-2005 es una nueva década perdida en la historia reciente de México. FOBAPROA y lo que él llama "populismo autoritario" (el de AMLO) son las causas principales, y le avienta a Zedillo y a Fox (y de rebote a AMLO) la culpa histórica de dejar al país en una nueva década perdida. Salinas habla de neoliberalismo, al igual que La Jornada, pero lo define de una manera muy diferente (a razón de que, como lo hemos mencionado, tal cosa no existe en tanto escuela de pensamiento económico. Si así fuera, sería más fácil definirlo, pero aquí la tesis nuestra es que neoliberalismo no es una doctrina económica como sí el keynesianismo o, estirando los resortes, algunas expresiones del monetarismo). Aquí reproducimos un extracto del prólogo, y de a poco iremos comentando en rojo, como ya es natural...

La década perdida. CSG. Prólogo (extracto) publicado por el diario Reforma

Hacia una caracterización del neoliberalismo...

[lo que habla que no está "caracterizado" de forma, digamos, única. Parece que el término se puede utilizar más en política (o, con más precisión, en la ciencia política) que en economía. Si ésto tiene razón de ser, si no está completamente disparatado, la naturaleza del concepto, más política y cultural que analítica, es razón de su significado difuso, y es fuente de la necesidad que sienten los que de neoliberalismo hablan para definirlo o, como queda dicho por CSG, "caracterizarlo"...]

La esencia del neoliberalismo está en su fundamentalismo de mercado (lo cual, sorprendentemente en México se complementó con el apoyo a los monopolios); asimismo, el neoliberalismo en México consideró que la nación no era más que un mero agregado de individuos, aislados y sin organización, y la soberanía era un asunto del pasado. Abatieron la autodeterminación popular. Los gobiernos neoliberales convirtieron en doctrina el llamado Consenso de Washington. Todo, en el marco de un país postrado social y económicamente, pues en unos cuantos años entregaron el sistema de pagos, duplicaron la deuda pública y lo contaminaron de la enfermedad holandesa.

[De entrada, esto es muy curioso... pues muchos quienes piensan que opinan desde la izquierda mexicana pondrían a CSG entre los promotores de ese "fundamentalismo de mercado" y de la promoción de los monopolios. ¿Qué tendría que decir CSG de Telmex y de Slim? Ahora, sobre lo de "convertir en doctrina el Consenso de Washington" habría que decir que si bien algunas de las políticas económicas de CSG son heterodoxas -no olvidemos que Dornbusch estuvo como asesor-, no necesariamente eso iba en contra, por así decir, de dicho consenso...CSG dice en su prólogo que ese tema se discute en la parte primera del libro. Hay que ver, entonces, qué dice, pero hasta que tengamos el libro...]

Los neoliberales hicieron depender todo de la acción individual y privada, del individualismo posesivo: sólo se trabaja para sí y el individuo desea más de los demás. Consideraron el mundo un mero campo para la actividad de compradores y vendedores. Ninguna sociedad representaba otra cosa que un gran mercado. Hicieron énfasis en la democracia formal, pues asumieron los cambios legales como fin último de los procesos democratizadores. De acuerdo con ellos, la democracia emanaba únicamente del individuo. No tuvieron preocupación real por la defensa de los derechos humanos, pues los consideraron un obstáculo para castigar a los delincuentes.

La convicción neoliberal, adversa a la soberanía popular, ha estado dominada por la creencia de que sólo la eficiencia económica de individuos aislados puede promover el crecimiento y reducir la pobreza. En lugar de referirse a la racionalidad económica, antepone su fundamentalismo del mercado. No hay espacio para políticas sociales que alienten la organización popular, el empadronamiento de los pobres. Así, el neoliberalismo destruye el capital social mediante la centralización y la dádiva individual de sus programas, y el rompimiento de las organizaciones sociales. En realidad ha sido el clientelismo de la tecnocracia.

[Si uno extrayera estos párrafos y los presentara así nomás, y si le pidiéramos a algunos "de izquierda" que los leyeran y que adivinaran al autor, yo creo que el último que dirían es CSG. Así anda la conciencia política...Aunque CSG no dice mucho -¿cómo va a decir cualquier cosa?- de las desapariciones de activistas durante su mandato... esas desapariciones tampoco promovían "la soberanía popular"...]

Al centralizar, caen en la paradoja de recurrir al Estado que parecían rechazar con su dogma del mercado. Finalmente, al llegar al gobierno en realidad daban a la acción estatal un papel medular. A pesar de ello, resultaron incompetentes, pues cayeron en los índices de eficacia gubernamental.

Entre los neoliberales el mercado representó la realidad absoluta. La sociedad fue considerada un complejo de mercados: los mecanismos del mercado bastaban para resolver el reto de la justicia y, en última instancia, la injusticia se resolvía por sí sola. Para los neoliberales, el crecimiento económico fue una meta privada. En lo social, promovieron el asistencialismo: el apoyo individualizado, focalizador, impuesto desde la autoridad para debilitar la organización popular. En las zonas donde resultó más evidente la inequidad, como las rurales, promovieron métodos individualistas de producción. En general, alentaron el voluntarismo y la creación de asociaciones sin objetos expresamente sociales. El resultado final fue el egoísmo y la soledad.

En el neoliberalismo no hubo nada que modificara los métodos tradicionales de ejercer el poder desde un Estado centralizado; pero aún, en particular amplificó el control del Estado sobre individuos aislados, como si las decisiones económicas se dieran en un vacío político, sin confrontación de intereses y sin un marco de complejas circunstancias internacionales.

[Si nos preguntáramos ¿es mejor esta definición de "neoliberalismo" que la que vimos recientemente de La Jornada? yo diría, y este es el punto, que "depende". ¿De qué? pues de los intereses y los objetivos discursivos de quien evalúa. La idea que asoma es que estos conceptos, decíamos, mas políticos y culturales que analíticos, son recipiente de muchos significados. ¿qué significado atribuirles? Bueno, pues hay que definir qué es lo que se quiere decir... En lo particular, yo considero poco fructífero, más allá de aquél terreno político-cultural, sentarse horas y horas a desmenuzar el asunto del neoliberalismo y centrar en sus definiciones la comprensión de la historia económica -y política y cultural- mexicana. Mejor es percatarse de eso, dejar al neoliberalismo allí, en ese terreno, y pasar pronto a los conceptos analítico. Por lo que se ve a partir de la nota periodística, y tras la experiencia de haber leído en gran parte el mamotreto anterior de CSG, me parece que a éste no le interesa lo otro, es decir, no le interesa la analítica de la historia mexicana reciente, por lo menos no le interesa para hacer de ella el contenido de su nuevo libro. Más bien parece que lo que le interesa es intervenir en ese terreno, el político-cultural, como a La Jornada con sus editoriales, y desde allí brindar su opinión. Pero no hay que olvidar que ésta, su opinión, es mucho más documentada y mucho mejor estructurada que la de los editoriales de aquél diario, por lo que hay más contenido, "más carnita"...]

En una entrada próxima comentaremos otros fragmentos del prólogo, donde habla de AMLO y su "populismo autoritario"...

Una mirada al mundo... con otros ojos...

En esta entrada comento brevemente en rojo la columna de hoy de Krugman, que aparece en El Universal mexicano. [aqui el original]

1 de mayo 2008
El Universal.
Paul Krugman

Un planeta agotado

Hace nueve años The Economist publicó un gran reportaje sobre el petróleo, que se vendía entonces en 10 dólares el barril

La revista advertía que eso quizá no duraría. En cambio, sugería, el petróleo bien podría caer a cinco dólares el barril.

De cualquier modo, afirmaba The Economist, el mundo tenía ante sí “la perspectiva de un petróleo barato y abundante en el futuro previsible”.

La semana pasada, el petróleo llegó a los 117 dólares.

[Habra que ver que es lo que dice The Economist ahora. A lo mejor, en una actitud de precaucion y prudencia, su "futuro previsible" consistia en un horizonte de algunos meses :oS]

No es sólo que el petróleo ha desafiado la complacencia de hace unos años. Los precios de los alimentos también se han disparado, al igual que los de los metales básicos. Y el incremento global de las materias primas está reviviendo un asunto del que no habíamos oído mucho desde los 70: ¿el abastecimiento limitado de recursos naturales representará un obstáculo para el crecimiento económico mundial a futuro?

[Si Krugman y otros no habian oido de eso desde los 70, se deberia a que estaban prestando atencion a otras cosas. A partir de los limites al crecimiento de los 70 existe un ruidoso movimiento cultural -en todos niveles: cientifico, social, artistico- alertando sobre eso. Hay corrientes de pensamiento economico, por ejemplo la economia ecologica, que tienen esa tesis como base, es decir, la insostenibilidad del crecimiento en un mundo con algunos recursos finitos. Como sea, es bueno que desde alli, desde la corriente principal, se recuerden de la posibilidad de que ese movimiento amplio este en lo cierto.]

La respuesta a esta pregunta depende en gran medida de cuál se considere el motivo que está impulsando los precios de los recursos. En términos generales, existen tres opiniones distintas.

La primera sostiene que la razón fundamental es la especulación; que los inversionistas, buscando grandes ganancias en momentos en que las tasas de interés son bajas, se han volcado a los futuros de materias primas, impulsando los precios. En esta óptica, pronto llegará el día en que la burbuja se reviente y los altos precios de los recursos naturales empezarán a descender.

La segunda visión es que el disparo de los precios se basa, de hecho, en los fundamentos económicos, especialmente la creciente demanda de los chinos —que cada vez comen más carne y compran más automóviles—, pero que en su momento perforaremos más pozos y sembraremos más hectáreas, por lo que el aumento de la oferta conducirá de nuevo los precios a la baja. [por cuanto tiempo???]

La tercera postura es que la era de los recursos naturales baratos se acabó para siempre, que nos estamos quedando sin petróleo, sin tierras para expandir la producción de alimentos y, en general, sin un planeta para seguir explotando.

Mi opinión es que nos ubicamos entre la segunda y la tercera opinión. [Me parece una conjetura plausible. Ademas de que juega a la segura: si se equivoca y resulta que estabamos en la primera, entonces el mundo podra vivir con el hecho de que Krugman se equivoco, pero con unos limites al crecimiento que no se manifiestan -por lo menos en los precios. Si resulta que la combinacion de la segunda y la tercera es correcta, entonces aparecera el clasico "se los dije".]

Algunas personas muy inteligentes —entre ellas George Soros— creen que vivimos una burbuja de materias primas (aunque Soros dice que la burbuja aún se encuentra en su “fase de crecimiento”). Mi objeción con esta postura, empero, es ésta: ¿dónde están los inventarios? [En efecto. Hay un gran debate academico en el campo de la ecologia industrial preguntandose, precisamente, los montos de los acervos de recursos de esa indole.]

Normalmente, la especulación impulsa los precios de las materias primas al promover la acumulación. Pero no hay indicios de acumulación de recursos en los datos: los inventarios de alimentos y metales se ubican en mínimos históricos o cerca de ellos, mientras que los inventarios petroleros muestran un nivel normal.

El mejor argumento a favor de la segunda teoría —que el agotamiento de recursos es real pero temporal— es el fuerte parecido entre lo que estamos presenciando ahora y la crisis de recursos de los 70.

Lo que más recuerdan los estadounidenses de los 70 es el disparo de los precios petroleros y las filas en las gasolineras. Pero también se registró una grave crisis alimentaria global que provocó mucho sufrimiento en las filas para pagar de los supermercados y, lo que es más importante, contribuyó al surgimiento de hambrunas devastadoras en naciones pobres.

En retrospectiva, el auge de las materias primas de 1972 fue probablemente resultado de un rápido crecimiento económico mundial que superó el ritmo de crecimiento del abastecimiento, combinado con los efectos del mal clima y los conflictos en Medio Oriente. Con el tiempo la mala suerte terminó, se destinaron nuevas tierras al cultivo, se encontraron nuevas fuentes de petróleo en el golfo de México y en el mar del Norte, y los recursos volvieron a ser baratos.

Sin embargo, en esta ocasión las cosas podrían ser distintas: las preocupaciones sobre lo que puede suceder cuando una economía mundial siempre en crecimiento empuja al límite los recursos de un planeta finito, parecen más fundamentadas ahora que en los 70. [Bueno, a ver, fundamentadas estuvieron desde entonces. Solo que ahora los hechos son mas evidentes.]

Para empezar, no creo que el crecimiento en China disminuya marcadamente en el corto plazo. Eso representa un gran contraste respecto de lo acontecido en los 70, cuando el crecimiento en Japón y Europa, las economías emergentes de la época, retrocedió y con ello suavizó mucha de la presión sobre los recursos mundiales.

En tanto, cada vez es más difícil encontrar recursos. Los grandes descubrimientos de petróleo, en particular, son cada vez menos y más tardados, y en los últimos años la producción petrolera de nuevas fuentes ha sido apenas suficiente para compensar la declinante producción de fuentes establecidas.

Y el mal clima que azota zonas de producción agrícola esta vez empieza a lucir más fundamental y permanente que El Niño y La Niña, que arruinaron las cosechas hace 35 años. Australia, en especial, sufre ahora el décimo año de una sequía que cada vez parece más una manifestación a largo plazo del cambio climático.

Supongamos que realmente estamos llegando a los límites globales. ¿Qué significa?

Incluso si resulta que efectivamente estamos en el techo, o muy cerca, de la producción petrolera mundial, eso no significa que un día diremos “ay Dios, nos acabamos de quedar sin petróleo” y veremos como la civilización se colapsa hacia una anarquía estilo Mad Max.

Pero las naciones ricas enfrentarán crecientes presiones sobre sus economías derivadas del alza de los precios de los recursos naturales, lo que hará más difícil elevar sus estándares de vida. Y algunos países pobres se encontrarán viviendo peligrosamente cerca del límite, o por encima de éste.

No mire ahora, pero probablemente los buenos tiempos están llegando a su fin. [Buenos, claro esta, no para todos.] (Traducción: Gregorio Narváez)

Textos sobre Manuel Sacristan...








Cartones de Quino. Extraidos del blog de este cuate y de este cuate


Una serie de textos en Economía informa escritos por miembros del colectivo editorial de intervenciones y de Otros artificios

Monserrat Romero Alarcón, Sobre el marxismo, la economía y las metodologías. Una clarificación epistemológica desarrollada por Manuel Sacristán

Carlos A. López Morales, Ecología política y tradición marxista: las consideraciones analíticas y programáticas de Manuel Sacristán

Arturo Osorio Ramírez, ¿Conduciría la restricción ecológica a un comunismo homeostático?

Hugo Contreras Sosa, El proyecto emancipatorio y el modelo macrodinámico. Sentido y vigencia del marxismo en el enfoque de Manuel Sacristán

Miguel A. López Zuñiga, Manuel Sacristán Luzón: una vida vinculada al marxismo